Crear el caos en L¨ªbano

Campo cerrado, donde todos los intereses se enfrentan y donde todos los golpes est¨¢n permitidos, L¨ªbano, ha sido escenario de una asombrosa matanza de soldados de elite, muertos por centenas sin haber combatido en nombre del mantenimiento de una paz burlada cada d¨ªa, v¨ªctimas de comandos suicidas que el cuerpo de marines no hab¨ªa conocido desde los lejanos kamikazes japoneses. Se puede, sin cometer errores, designar los ejecutores de este repugnante asesinato: algunos fan¨¢ticos sedientos de martirio. Se conocen tambi¨¦n los detalles de la operaci¨®n, la organizaci¨®n log¨ªstica, la selecci¨®n de objetivos, la simultaneidad de los atentados que suponen instigadores bien preparados; es decir, Estados.M¨¢s all¨¢ del estilo de esa matanza, su car¨¢cter demencial y desmesurado, se trata de un mensaje de Estado a Estado, y los destinatarios no se enga?an. Ataca la soluci¨®n occidental que los americanos -en parte debido a sus torpezas y a su incapacidad de convencer a sus aliados israel¨ªes- no han podido hacer prevalecer en la regi¨®n. La operaci¨®n audaz de las fuerzas patri¨®ticas que saluda Libia -¨²nico Estado que tiene ese lenguaje- est¨¢ destinada a provocar el abandono de la fuerza internacional que representa uno de los aspectos favorables del Estado liban¨¦s, cogido en teaza y amenazado por la divisi¨®n del pa¨ªs.

Par¨ªs, 25 de octubre