Ej¨¦rcito granadino carec¨ªa de armas e instrucci¨®n para oponerse al invasor
"Las fuerzas norteamericanas eran muy superiores. Mis 24 soldados huyeron, abandonando sus armas, cuando los aviones empezaron a bombardear", declar¨® a este enviado especial el subteniente Garfield Gunston, de 23 a?os de edad, del Ej¨¦rcito Revolucionado Popular (PRA). Se hab¨ªa entregado el mi¨¦rcoles, respondiendo as¨ª a la llamada realizada la v¨ªspera por el gobernador general de Granada, sir Paul Scoon, y los mandos norteamericanos.
Las autoridades hab¨ªan dado tres d¨ªas a los granadinos resistentes para presentarse en el estadio de cr¨ªquet de la capital, Saint George. En las primeras horas del mi¨¦rcoles se hab¨ªan presentado ya 350 hombres del PRA y de la milicia.Ven¨ªan vestidos de paisano, y las tropas jamaicanas que ejercen funciones policiales les tomaban su nombre y residencia, tras lo cual quedaban en libertad, salvo aquellos sospechosos de haber participado en incidentes o en el asesinato del ex primer ministro Maurice Bishop.
La mayor¨ªa de estos resistentes que se hab¨ªan entregado, seg¨²n pudimos calibrar, se hab¨ªa escondido en sus casas despu¨¦s de la invasi¨®n norteamericana. "S¨®lo ten¨ªamos un cargador", declar¨® uno de ellos.
Pocos resistentes
Todos los mi¨¦rcoles, la milicia de unos 5.000 hombres que intent¨® crear Bishop, justamente para impedir la invasi¨®n, se entrenaba mientras Radio Granada Libre repet¨ªa machaconamente durante todo ese d¨ªa la canci¨®n: "Que vengan, que vengan, los echaremos al mar". Seg¨²n declaraciones de uno de los que se entreg¨®, "los cubanos no participaban en su formaci¨®n De hecho, no ten¨ªamos formaci¨®n Nunca disparamos un s¨®lo tiro real al entrenamos. La verdad es que EE UU lo tuvo bastante f¨¢cil".
Aunque nadie da una cifra exacta de los componentes del PRA, resistentes deben quedar ya muy pocos. Este enviado especial recorri¨® el mi¨¦rcoles gran parte del interior de la isla y no pudo percibir ninguna se?al de focos de resistencia.
En el viejo aeropuerto de Pearls, al norte de la isla, los norteamericanos segu¨ªan con cierto frenes¨ª en su actividad terrestre y a¨¦rea. Un mapa militar mostraba un rect¨¢ngulo se?alado en rojo en el centro de la isla que rezaba: "?rea inspeccionada por Spector (el avi¨®n con visi¨®n infrarroja y computadoras): m¨¢s o menos 300 cubanos escondidos en cuevas con alimento y agua". ?Es que la visi¨®n infrarroja puede diferenciar nacionalidades? Es de esperar que alguna vez se sepa toda la verdad.
En el aeropuerto de Pearls hab¨ªa un bimotor de las l¨ªneas regulares cubanas y un biplano sovi¨¦tico, de Aeroflot, en principio destinado a la agricultura. Tambi¨¦n hab¨ªa armas y municiones.
Ha habido algunos incidentes. Pero, eso s¨ª, los rumores se ampl¨ªan de d¨ªa en d¨ªa, y algunos granadinos creen ahora que hab¨ªa, "suficientes armas sovi¨¦ticas para armar a todos los habitantes de la isla", a saber, unos 110.000, y aunque la poblaci¨®n ha acogido bien en general al invasor, el tono empieza ya a ser algo exagerado: "Hay que agradecer al Dios todopoderoso y agradecer al se?or Reagan y ponerle en un altar".
La vida se va organizando lentamente y pronto se van a distribuir, o al menos as¨ª lo esperan algunos granadinos, cupones que hagan las veces de billetes para poder pagar a la gente. EE UU ha comenzado ya a retirar fuerzas y tropas que deber¨ªan permanecer en los pr¨®ximos d¨ªas al nivel de una brigada, es decir, de unos 2.500 hombres contando los servicios de ¨¢poyo. Las tropas norteamericanas no han ayudado hasta ahora a limpiar el manicomio de San Jorge, que destruyeron por error. Ya han sido 16 los cad¨¢veres que se han sacado de los escombros -todos ellos pacientes y ning¨²n soldado- y a¨²n quedan m¨¢s cuerpos, pero el actual equipo no dispone de los medios suficientes para llevar a cabo la operaci¨®n.
Algunos pacientes siguen en este repugnante manicomio, donde los locos peligrosos no paran de gritar. Algunos de los intemados se escaparon tras el bombardeo y no todos han sido a¨²n localizados. En otras partes de la isla se buscan los cad¨¢veres por el olor que despiden e, incluso, con la ayuda de perros. A¨²n se desconoce la cifra total de muertos.
Embajada cercada
La Embajada de Cuba estaba desde la madrugada del martes cercada por tropas norteamericanas. Sir Paul Scoon le hab¨ªa dado 24 horas a todo el personal diplom¨¢tico para que abandonara el pa¨ªs. Siguiendo instrucciones de La Habana, con quien se comunica por radio, el primer secretario de la embajada cubana, Gast¨®n D¨ªaz, se?al¨® que "no nos iremos hasta que hayan regresado a Cuba todos nuestros muertos, heridos -muchos de ¨¦stos ya han salido- y prisioneros".
D¨ªaz protest¨® por no tener a¨²n las listas y porqu¨¦ dos miembros de la embajada hab¨ªan sido detenidos cuando iban a comprar afimentos. "La ¨²nica manera de echarnos de aqu¨ª ser¨ªa usando la fuerza", manifest¨® D¨ªaz. El embajador, Juli¨¢n Torres Rizo, sigue entrevist¨¢ndose con el embajador especial norteamericano, Charles Gillespi.
La Embajada de Cuba contaba con 41 personas, una cifra algo desproporcionada en relaci¨®n con la categor¨ªa de la isla.
Los diplom¨¢ticos cubanos insistieron en que sus compatriotas s¨®lo ten¨ªan orden de luchar en sus barracones y en sus dormitorios, no de echarse al monte. Mencionaron que antes de la invasi¨®n hab¨ªa 784 cubanos en la isla. "Ning¨²n soldado, pero s¨ª algunos consejeros militares", aunque a D¨ªaz se le escap¨® en una ocasi¨®n la palabra tropas.
Antes de la invasi¨®n, EE UU no ten¨ªa embajada en Granada.
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