Un tribunal militar condena a dos cabos paracaidistas a seis meses y un d¨ªa de prisi¨®n por pr¨¢cticas homosexuales
Un tribunal militar conden¨® ayer a dos cabos de la Brigada Paracaidista a sendas penas de seis meses y un d¨ªa de prisi¨®n militar, por haber realizado pr¨¢cticas homosexuales en el cuartel. No obstante, ninguno de los dos ir¨¢ a la c¨¢rcel, ya que se les aplica un indulto de 1978, y su defensor tiene intenci¨®n de recurrir al Consejo Supremo de Justicia Militar.
Los cabos, J. A. R. y G. B. R., que ya no se encuentran en el Ej¨¦rcito, fueron condenados como autores de un delito consumado contra el honor militar "por ejecutar actos que van contra la honestidad". A uno de los paracaidistas le ha sido aplicada la atenuante de actuar disminuido en su libertad volitiva, por padecer una psicopat¨ªa sexual grave. Y al otro, la atenuante de no tener intenci¨®n de cometer una acci¨®n de tanta gravedad. La condena lleva aparejada la separaci¨®n del servicio.Seg¨²n se puso de manifiesto en el consejo de guerra, los hechos ocurrieron en julio de 1977, cuando varios de los soldados que se encontraban en las cocinas de la Brigada Paracaidista decidieron gastar una broma a uno de los cabos, G. B. R., y salir de dudas acerca de sus inclinaciones homosexuales.
El cabo J. A. R., en la actualidad casado y padre de dos hijos, se prest¨® a colaborar en la broma. Para ello, invit¨® a G. B. R. a que le succionar¨¢ el pene en una dependencia aneja a la cocina. Sin embargo, cuando ¨¦ste accedi¨®, sin que se llegara a consumar la acci¨®n, J. A. R. le dio un empuj¨®n, momento en el que los restantes soldados, que hab¨ªan estado al acecho, tiraron a G. B. R. un cubo de agua, panes y tomates. G- B. R. rompi¨® a llorar y algunos de los soldados le consolaron dici¨¦ndole que no se preocupara, que s¨®lo se trataba de una broma.
Estos hechos se conocieron en el transcurso de otro consejo de guerra, en el que se juzgaba la violaci¨®n de G. B. R. en el calabozo. Por este hecho no fue condenado, pero como en el juicio declar¨® que hab¨ªa mantenido relaciones homosexuales con otros tres soldados, se abri¨® una nueva causa, por la que fue condenado a tres a?os por sendos delitos contra el honor militar. Al a?o y medio, fue puesto en libertad por buena conducta.
G. B. R., natural de Valladolid, fue excluido del servicio militar con posterioridad a estos hechos por padecer una psicopat¨ªa sexual grave, consistente en desviaciones er¨®ticas en el sentido homosexual, seg¨²n el tribunal m¨¦dico militar.
Al consejo de guerra, que se celebr¨® ayer por la ma?ana en Alcal¨¢ de Henares, asistieron unas 30 personas de la Asociaci¨®n Gai de Madrid (AGAMA), un observador de la Asociaci¨®n Pro-Derechos Humanos y numerosos paracaidistas.
Los dos procesados afirmaron que J. A. R. no lleg¨® a abrirse la bragueta, y ¨¦ste, insisti¨® en que todo fue una broma. Tres de los soldados que participaron en los hechos y que declararon como testigos, confirmaron que todo fue una broma pesada.
"Conductas deshonrosas"
El fiscal pidi¨® para J. A. R. tres a?os de prisi¨®n, y para G. B. R. un a?o de prisi¨®n, al apreciar en este ¨²ltimo la atenuante de su homosexualidad. Agreg¨® que no se enjuiciaba a una persona por el hecho de ser homosexual, ya que ¨¦stos tienen plena cabida en la sociedad, aunque en el Ej¨¦rcito no se puede admitir, y dijo que lo que se enjuiciaba eran "conductas deshonrosas".El defensor, Eduarido Lalanda, pidi¨® la absoluci¨®n de los dos procesados, porque no hubo contactos fisicos. Pidi¨® que los actos de este tipo sean corregidos por la v¨ªa disciplinaria y se pregunt¨® si el art¨ªculo 352 del C¨®digo de Justicia Militar que castiga estos actos, est¨¢ adecuado a la Constituci¨®n.
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