'Don Gerardo' Brenan: "S¨®lo me queda esperar tranquilamente la muerte"
"No cabe duda de que Espa?a est¨¢ ahora mucho mejor que antes, cuando llegu¨¦ aqu¨ª por primera vez hace m¨¢s de 60 a?os. Ahora el pa¨ªs es m¨¢s rico y est¨¢ m¨¢s cultivado. Por supuesto que ha cambiado, s¨ª, y afortunadamente creo que ha mejorado mucho". Con estas palabras, pronunciadas lentamente pero con plena lucidez, iniciaba el hispanista brit¨¢nico Gerald Brenan la entrevista concedida a EL PAIS durante el homenaje de que fue objeto el pasado domingo en la localidad malague?a de Alhaur¨ªn el Grande, donde el anciano escritor vive desde hace 15 a?os, en una casa de la Ca?ada de las Palomas. Sobre los 90 a?os que va a cumplir y sobre su vida piensa que ya s¨®lo le queda "esperar tranquilamente la muerte". Sobre su dedicaci¨®n a Espa?a piensa que ya escribi¨® todo lo que deb¨ªa acerca de nuestro pa¨ªs.
"Yo he escrito de Espa?a y de los problemas espa?oles porque siempre me han interesado, naturalmente", afirm¨® Brenan, que el pr¨®ximo mes de abril cumplir¨¢ los 90 a?os de edad. "Por otro lado, viviendo aqu¨ª era l¨®gico que me preocuparan esos problemas y tratara de hacerlos comprensibles para la gente de otros pa¨ªses. De cualquier forma, ahora me parece que no he hecho todo lo que deb¨ªa hacer en este sentido. Creo que he podido escribir m¨¢s sobre Espa?a".
Lejos de la hipocres¨ªa victoriana
Afincado desde 1919 en Andaluc¨ªa, de donde s¨®lo ha salido des de entonces en contadas ocasiones, aunque nunca por muchos a?os y casi slempre forzado por determinadas circunstancias y obligaciones, el autor de El laberinto espa?ol y Al sur de Granada -sus dos libros m¨¢s universales- recuerda as¨ª sus primeros d¨ªas en Espa?a: "Eran unos d¨ªas muy lluviosos, como ahora. Cuando llegu¨¦ a La Coru?a estaba llo viendo, y as¨ª continu¨® durante toda mi traves¨ªa de la pen¨ªnsula En Madrid, entre la lluvia y las dos viejas de la pensi¨®n donde me hosped¨¦, que me exig¨ªan pagar cada comida por adelantado y no me quitaban ojo de encima mientras com¨ªa, arrebat¨¢ndome el plato antes de que hubiera terminado, para dar cuenta ellas de las sobras en la cocina, no aguant¨¦ m¨¢s de una semana. Hasta de Granada me ech¨® demasiado pronto la lluvia, pues la impresi¨®n que me caus¨® ver la Alhambra pasada por tanta agua fue desastrosa. Por fin, en la Alpujarra encontr¨¦ lo que hab¨ªa venido a buscar a Andaluc¨ªa".Nacido en la isla de Malta en 1894, Brenan lleg¨® a Espa?a despu¨¦s de abandonar la carrera militar con el grado de capit¨¢n porque, seg¨²n sus palabras, "la hipocres¨ªa de la sociedad victoriana, la sofocante vida y la, rutina profesional" de la Inglaterra de la ¨¦poca lo ahogaban. "Ten¨ªa la intenci¨®n de ser poeta" confiesa el escritor, "y vine a Andaluc¨ªa con la idea de aprender a serlo en pocos a?os, pero en plan autodid¨¢ctico, sin clases ni profesores, con la ¨²nica compa?¨ªa de los 2.000 vol¨²menes que previa mente hab¨ªa juintado en Inglaterra y hecho enviar por barco a Almer¨ªa".
La primera vez que fue a la Alpujarra
El 13 de enero de 1920, despu¨¦s de recorrer a pie el casi centenar de pueblos y aldeas que jalonan la ladera sur de Sierra Nevada en busca de un sitio tranquilo donde autoeducarse y cultivar su vocaci¨®n de escritor, Brenan termin¨® por instalarse en la localidad de Yegen, en donde pasar¨ªa cerca de 10 a?os de su vida y cuya historia y costumbres sociales inmortalizar¨ªa magistralmente m¨¢s tarde en su libro South from Granada (Al sur de Granada)."La primera vez que fui a la Alpujarra lo hice andando", manifest¨® Brenan el domingo a este diario. "Algunas veces viajaba en caballer¨ªas que me prestaban o alquilaba, pero s¨®lo cuando ven¨ªan mis amigos a visitarme (entre ellos, Lytton Strachey, Virginia Woolf y otros destacados miembros del grupo de Bloomsbury). Lo normal, sin embargo, era que viajara a pie. El camino entre ?rgiva y Yegen siempre era una aventura, con tanto barranco y un fr¨ªo que pelaba en invierno, y adem¨¢s con el riesgo de que una tormenta peligrosa te sorprendiera lejos de una venta o una buena cueva. De cualquier manera, la cosa ten¨ªa un encanto y una emoci¨®n que dif¨ªcilmente pueden ya vivirse hoy d¨ªa".
Tras su experiencia alpujarre?a, el 18 de j ulio de 1936 les orprendi¨® en Churriana, a ocho kil¨®metros de la capital malague?a, donde el domingo fue descubierta una placa conmemorativa en la fachada de la casa que all¨ª habit¨®. Brenan se hab¨ªa instalado en Churriana a ra¨ªz de su matrimonio con la poetisa norteamericana Gamel Woosley, con quien continu¨® recibiendo nuevas visitas de personajes ilustres de su pa¨ªs, como el c¨¦lebre pensador brit¨¢nico Bertrand Russell, amigo suyo.
Despu¨¦s, la vivencia de los acontecimientos de la guerra civil como corresponsal period¨ªstico, as¨ª como sus simpat¨ªas por la legalidad republicana, influir¨ªan decisivamente en la posterior evoluci¨®n de su obra investigadora y literaria.
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