Jugar es amortizar
La contrataci¨®n de un jugador extranjero tiene en Espa?a dos motivos: uno, y el m¨¢s habitual, contrarrestar as¨ª la carest¨ªa del mercado espa?ol. Abundan por este motivo los jugadores extranjeros mediocres, en muchos casos procedentes de Sur¨¢merica, aprovechando la debilidad de las monedas de aquellos pa¨ªses. Seg¨²n los secretarios t¨¦cnicos de los clubes y los intermediarios, por pocos millones es m¨¢s f¨¢cil encontrar un buen jugador en el extranjero que en Espa?a, En estos casos se trata de cubrir un puesto en el equipo, sin mayores pretensiones.El segundo motivo de un fichaje extranjero s¨®lo est¨¢ al alcance de los grandes. Se trata de adquirir una gran estrella para, en primer lugar, llenar el estadio cada domingo, y en, segundo lugar, subir la cotizaci¨®n del club en el extranjero.
Por ejemplo, el Santos brasile?o de la ¨¦poca de Pel¨¦ ten¨ªa una cotizaci¨®n muy diferente si jugaba o no con el mejor futbolista del mundo, hasta llegar al caso de que si no jugaba Pel¨¦ la contrataci¨®n no interesaba. En la actualidad esto sucede con la Juventus de Boniek, Platini y Rossi, el Madrid de Lozano y Stielike o con el Barcelona. Jugar con o sin Maradona supone una diferencia de un mill¨®n de pesetas. Su participaci¨®n en el extranjero es una forma de amortizar el fichaje y la salida de divisas. Pero esta pol¨ªtica se rompe cuando el jugador se lesiona o se pone enfermo.
Maradona ha hecho las dos cosas, o las tres. En la pasada temporada tuvo hepatitis, lo que le apart¨® m¨¢s de tres meses de los campos, adem¨¢s de obligarle a una recuperaci¨®n y reaparici¨®n precipitada. En la actual temporada Maradona se lesion¨® en un tobillo, que le va a apartar del f¨²tbol tanto como aquella enfermedad.
En un torneo amistoso disputado en Burdeos con motivo del
75 aniversario del club Girondins, el Barcelona recibi¨® una cotizaci¨®n de 18 millones de pesetas por dos encuentros, siempre y cuando jugaran Maradona y Schuster. Si estos dos jugadores, el Barcelona s¨®lo val¨ªa la mitad. Ambos deb¨ªan jugar al menos 45 minutos. Y Maradona aprovech¨® su cotizaci¨®n para solicitar una prima especial, por lo que amenaz¨® con no jugar el segundo partido. Sus exigencias fueron aceptadas, y en ellas se inclu¨ªa dinero para sus compa?eros.
Una lesi¨®n resulta as¨ª un trance que dificulta la amortizaci¨®n de un gran fichaje. El Barcelona, que es el caso m¨¢s significativo en estos momentos, no ha dado cifras del coste econ¨®mico que supone la lesi¨®n de sus dos jugadores extranjeros: Schuster y Maradona. Pueden motivar fracasos deportivos, pero tambi¨¦n una clara dificultad de amortizaci¨®n. En estos casos, jugar es amortizar.
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