La pr¨®xima semana se inicia una etapa de transici¨®n para la OTAN
"Es importante tomar la iniciativa de nuevo", declar¨® una alta fuente europea en la OTAN. Hay presiones europeas para que EE UU active el di¨¢logo con la URSS, lo cual no quiere decir que se presione firmemente por concesiones para llevar de nuevo a la URSS a la mesa de negociaciones en Ginebra. "Si un ministro se ve inclinado a hacer propuestas de este tipo, la mayor¨ªa le callar¨ªa", coment¨® algo brutalmente un diplom¨¢tico norteamericano. La mayor¨ªa de las fuentes consultadas en la OTAN est¨¢ de acuerdo: con el comienzo del despliegue, la batalla pol¨ªtica interna en la Alianza Atl¨¢ntica en torno a los euromisiles ha terminado, con la excepci¨®n de los casos de Grecia, Dinamarca, Holanda y B¨¦lgica."Las presiones norteamericanas y alemanas han sido tan fuertes para que se mantuviera la unidad de la Alianza, que se ha pagado un precio de impopularidad", manifest¨® un diplom¨¢tico europeo, "y ese precio ha de ser mantenido. El primero en recoger la toalla ha de ser EE UU, para volver a iniciar un di¨¢logo general, sin excluir una reuni¨®n en la cumbre entre los dos grandes". Otras fuentes dudan, sin embargo, de que tal cumbre se pueda producir en a?o de elecciones presidenciales en EE UU, pues ser¨ªa un regalo de Mosc¨² a Reagan. Estados Unidos no est¨¢, sin embargo dispuesto a hacer concesiones a la URSS para hacerla volver a la mesa de las negociaciones.
La OTAN ya se siente fuerte, y quiere negociar desde esta posici¨®n, mientras cicatriza sus heridas internas. Se vuelve a hablar del binomio defensa-distensi¨®n, pero asombra la pobreza conceptual sobre la distensi¨®n en estos pasillos. Atr¨¢s han quedado los ricos tiempos de la idea de un "statu quo din¨¢mico", de Willy Brandt, o incluso la del linkage, de Kissinger. Ante estos problemas, Espa?a sigue sin postura realmente elaborada que sobrepase la suma simpleza de los argumentos expresados hasta ahora. Una vez m¨¢s Fernando Mor¨¢n explicar¨¢ la posici¨®n espa?ola en la OTAN. manteniendo la indeterminaci¨®n, y se espera que la reserva espa?ola frente al comunicado final sea m¨¢s clara y directa que en junio pasado, volvi¨¦ndose a la f¨®rmula de diciembre de 1982. Una reserva pura y simple.
Por otra parte, algo asqueada con la cuesti¨®n nuclear -que sigue, sin embargo, siendo tema central-, se empieza ahora una reconsideraci¨®n de la pol¨ªtica de la Alianza Atl¨¢ntica, con especial ¨¦nfasis en las armas convencionales. En efecto, reunidos en el Comit¨¦ de Planes de Defensa (DPC), los titulares de esta cartera -incluido el espa?ol, Narc¨ªs Serra- comenzar¨¢n a discutir los nuevos planes de infraestructura de la OTAN para los pr¨®ximos seis a?os, a un coste calculado en 3.600 millones de d¨®lares. ?ste es el tema central, como, entre otras cosas, muestra el nuevo panel a la entrada del ¨¢rea p¨²blica de la sede de la OTAN, ilustrando el gasoducto de la Alianza Atl¨¢ntica que atraviesa toda Francia. Otro tema importante de estos debates ser¨¢ el papel de las nuevas tecnolog¨ªas para la defensa del futuro y los sistemas de comunicaciones. Una novedad: dados sus problemas econ¨®micos, B¨¦lgica y Holanda consultar¨¢n formalmente a la OTAN sobre sus respectivas pol¨ªticas de defensa. Estados Unidos no disimula su enfado hacia pa¨ªses como el Reino Unido, que ha decidido no mantener un crecimiento de un 3% real al a?o en sus gastos de defensa, lo que puede dar lugar a ¨¢speras discusiones.
Alivi¨® ante el despliegue
Al margen se reunir¨¢ el Comit¨¦ Militar, donde Espa?a estar¨¢ representada por el presidente de la JUJEM, general ?lvaro Lacalle Leloup. Si el orden del d¨ªa de todas eSitas reuniones parece aburrido, las discusiones ser¨¢n m¨¢s interesantes. En efecto, si en la OTAN se respira, quiz¨¢ exageradamente, un profundo alivio ante el hecho del despliegue, cunde la preocupaci¨®n sobre lo que ser¨¢ el conjunto de las relaciones Este-Oeste en el futuro. Los ministros de Asuntos Exteriores se centrar¨¢n sobre la construcci¨®n de una avenida para la negociaci¨®n con la URSS dentro de las estructuras existentes -que no han sido formalmente alteradas tras el fracaso de las negociaciones sobre los euromisiles-, ya sean las START (en Ginebra), las MBRF (en Viena) o la Conferencia sobre el Desarme en Europa, que comenzar¨¢ en enero en Estocolmo y a cuya sesi¨®nin inaugural acudir¨¢ el secretario de Estado de EE UU, George Shultz, tras las presiones europeas que as¨ª lo han pedido. En la OTAN preocupa sobremanera el estado de salud del l¨ªder sovi¨¦tico Yuri Andropov -que no ha sido visto en p¨²blico desde el 18 de agosto- y por la prolongaci¨®n del per¨ªodo de transici¨®n para el afianzamiento del nuevo liderazgo sovi¨¦tico tras la muerte de Breznev. Por ello se descarta la posibilidad de un acuerdo sobre los euromisiles, pues "es muy dif¨ªcil que con un liderazgo en transici¨®n se pueda llegar a un acuerdo en el que ambas partes tengan que ceder". Se espera que se haga p¨²blica al menos parte de un informe sobre las negociaciones pasadas de Ginebra, con las propuestas y contrapropuestas.Altas fuentes diplom¨¢ticas de la OTAN piensan que en el futuro m¨¢s pr¨®ximo. Mosc¨² no negociar¨¢ sobre los eurom¨ªsiles y jugar¨¢ con el miedo selectivo, mientras resuelven los propios problemas internos. Despu¨¦s podr¨ªa decidir fundir las negociaciones sobre los euromisiles con las START, pero ello plantea muchos problemas. Finalmente, podr¨ªa proponer el a?adir a la mesa de las negociaciones sobre euromisiles los pa¨ªses que despliegan este tipo de armas en su territorio, es decir, Italia, Reino Unido, RFA, B¨¦lgica y Holanda, por una parte, y la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y Checoslovaquia, por otra. Pero los pr¨®ximos meses estar¨¢n dominados por la incertidumbre sobre si Mosc¨² volver¨¢ a negociar o no. En cualquier caso, EE UU considera que no ha de dar el primer paso en el ¨¢mbito exclusivo de los euromisiles en a?o de elecciones presidenciales para Washington. Los europeos de la OTAN pueden verse dominados por factores que les son ajenos.
La inc¨®gnita de Papandreu
Lord Carrington, cuyo nombramiento se har¨¢ el proximo viernes, tendr¨¢ un mandato a plazo fijo con cierta flexibilidad, de cuatro a seis a?os, pero no los 12 largos a?os de Joseph Luns. Tomar¨¢ posesi¨®n en la primavera, disponiendo as¨ª de un respiro transitorio. Espa?a le ha dado su apoyo formal, aunque ha expresado su preocupaci¨®n en raz¨®n de su nacionalidad brit¨¢nica, dada la cuesti¨®n de Gibraltar, pero "estaremos muy alerta sobre su actuaci¨®n", declar¨® un alto diplom¨¢tico espa?ol. Es harto probable que Mor¨¢n mantenga una reuni¨®n bilateral con su hom¨®logo brit¨¢nico, Geoffrey Howe, y Serra har¨¢ lo mismo con Michael Heseltine.La gran inc¨®gnita es el primer ministro y ministro de Defensa griego, Andreas Papandreu, que asistir¨¢ el mi¨¦rcoles al DPC. Y ha insistido en hacerlo, pese a la cumbre europea, que termina la v¨ªspera. Se teme que monte un esc¨¢ndalo sobre la declaraci¨®n de independencia de los turcochipriotas y que vuelva a oponerse al despliegue de los euromisiles norteamericanos. Ya hace dos a?os logr¨® Papandreu bloquear la publicaci¨®n de un comunicado final del DPC.
El eurogrupo -los ministros de Defensa de los pa¨ªses europeos de la OTAN, salvo Francia e Islandia- se reunir¨¢ el lunes y el martes. Discutir¨¢ la cooperaci¨®n, entrenamiento, planificaci¨®n de armamentos, formaci¨®n m¨¦dica y log¨ªstica. Y uno de los principales puntos de debate ser¨¢ una campa?a de informaci¨®n destinada al p¨²blico norteamericano -con una pel¨ªcula el a?o pr¨®ximo- mostrando la contribuci¨®n europea a su propia defensa.
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