'P¨¦rez Prado, 'rey del mambo'
Un tumor pulmonar acab¨® con la vida del m¨²sico cubano Pantale¨®n P¨¦rez Prado. El inolvidable creador del mambo falleci¨® la noche del pasado s¨¢bado, a los 57 a?os de edad, seg¨²n informa la agencia Efe, en Mil¨¢n, ciudad italiana en la que resid¨ªa desde hace 12 a?os junto a su esposa, la cantante cubana Eva Poy.P¨¦rez Prado hab¨ªa nacido en Matanzas (Cuba) y comenz¨® muy joven su carrera art¨ªstica, actuando en las playas de moda y clubes nocturnos de M¨¦xico. Su m¨²sica constituy¨® una furiosa reacci¨®n contra los estilos populares de la ¨¦poca, basados esencialmente en la letra de las canciones.
El mambo fue creado por P¨¦rez Prado en 1943 como un ritmo concebido eminentemente para el baile. En una ¨¦poca marcada por el irremediable declinar del swing, el mambo volvi¨® a llenar las pistas de baile de todo el mundo. La clave del ¨¦xito de este ritmo era m¨¢s que evidente: don Pantale¨®n chillaba "uno, dos, tres, cuatro"; lanzaba su famoso grito de guerra "aaah, ah, mambo", y la orquesta descargaba una catarata de sonidos picantes y contagiosos. Alegremente, las caderas de todo el que escuchaba aquel chorro de vida se pon¨ªan en movimiento.
Desde aquellos a?os cuarenta este ritmo ha sido una constante emocional en la vida de las gentes. Desde entonces el mambo ha figurado en la galer¨ªa de los g¨¦nero populares con la misma dignidad que la rumba o el rock and roll, pero con la curiosa particularidad de poseer un padre reconocido encarnado en la regia personalidad de P¨¦rez Prado. Sin embargo, el reconocimiento de la paternidad de su criatura -baile m¨¢s teor¨ªa de la relatividad- le cost¨® a P¨¦rez Prado a?os de litigio con su hermano D¨¢maso. Pleito que fue re suelto definitivamente por los tribunales parisinos en favor de don Pantale¨®n.
La m¨²sica de P¨¦rez Prado ha ido recogiendo en cada ¨¦poca las innovaciones m¨¢s arriesgadas del momento. En los a?os cincuenta fue enriquecido por las complicadas sonoridades del jazz¨ªstico bop y en los sesenta por la arrolladora fuerza del pop.
Como buen artista moderno, P¨¦rez Prado fue un hombre de su tiempo y someti¨® a su criatura a un proceso de innovaci¨®n constante, sin olvidar nunca que el misterio de su triunfo popular estaba fundamentado en esa forma de provocaci¨®n permanente que es el baile. Y ese respeto a las esencias tribales ha hecho del mambo un ritmo eterno.
El a?o pasado P¨¦rez Prado volvi¨® a los escenarios con un doble elep¨¦ que recopilaba todos sus viejos ¨¦xitos con nuevos arreglos. El disco fue grabado en Estados Unidos y reun¨ªa a lo mejorcito de los m¨²sicos j¨®venes en una gran orquesta.
La desaparici¨®n de P¨¦rez Prado constituye un rudo golpe sentimental para todos los amantes de la m¨²sica latina. El recuerdo se llena de danzas guerreras en Mambo n¨²mero cinco o Mambo Jambo y en las versiones de temas como Cerezo rosa, Patricia o V¨ªrgen de la Macarena, enriquecidos por el relativismo mambero hasta los l¨ªmites de lo inimaginable.
Y el mambo, una sencilla m¨²sica de baile, ayudado por unos buenos arreglos producto del soberbio talento creador de un rey del ritmo, ha situado a P¨¦rez Prado entre los grandes esp¨ªritus musicales de este siglo.
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