La peruana Marcela Romero presenta en Madrid su novela 'Contra penas y ca¨ªdas'
La escritora peruana Marcela Romero, que ayer present¨® en Madrid su obra Contra penas y ca¨ªdas, es una de esas mujeres que desde muy j¨®venes empieza a escribir relatos propios e inventados sin ninguna intenci¨®n de que acaben teniendo formato de libro. Ella comenz¨®, cuando ten¨ªa diez a?os, escribiendo historias para ella misma en las que recrea y revive sus enso?aciones, fantas¨ªas y preocupaciones.
Ahora, con 39 a?os, un divorcio y tres hijos, Marcela Romero tiene ya dos novelas editadas. Una, Casi G¨®mez, editada por Pedro Jarque en 1982, se convirti¨® en el libro m¨¢s vendido en Per¨² durante tres meses consecutivos. La segunda, Contra penas y ca¨ªdas, presentada anoche en la Librer¨ªa de Mujeres de Madrid, estrena una colecci¨®n de la Editorial Tiempo de Ediciones dedicada a escritoras contempor¨¢neas.
Contra penas y ca¨ªdas es el primer libro escrito por ella. La novela es anterior a Casi G¨®mez. Lleg¨® un momento en que tuvo que dejarlo porque se encontraba bloqueada. Su primer editor y ahora representante art¨ªstico, Pedro Jarque, cuenta que su conocimiento de la obra de Marcela Romero le lleg¨® de manera casual y que inmediatamente vio que los 27 relatos que hasta entonces hab¨ªa escrito y que ten¨ªa almacenados en una caja de cart¨®n constitu¨ªan un material m¨¢s que v¨¢lido para poder ser editado e interesar a la gente.
La novela ayer presentada en Madrid cuenta la historia de Micaela Silencio (los nombres de sus personajes son todo un titular), una mujer a la que se le acaba de morir su pareja cuando paseaba en una moto por los techos sin las botas rojas que, contra penas y ca¨ªdas, ¨¦l hab¨ªa regalado a su mujer. La historia empieza en el mismo velatorio, en lana situaci¨®n en la que a ella le da igual vivir o morir. Decide casarse con Carlos Honesto y trasladarse a una aldea remota en la que hay muy pocos habitantes, pero que cada uno va a ser tratado con toda atenci¨®n por la autora. La protagonista se refugiar¨¢ en una vida on¨ªrica tan fuerte que sus, sue?os se convertir¨¢n en realidad.
La f¨®rmula que le ha permitido conectar con sus lectores est¨¢ en que "todos nos podemos ver retratados en mis historias. Son personajes que a todos nos suenan porque sus problemas son humanos y universales". No cree que su literatura pueda encuadrarse dentro de la narrativa feminista militante. "En este caso, el personaje oprimido, Micaela Silencio, es una mujer, pero en Casi G¨®mez, el protagonista es un hombre. Creo que el problema de la falta de libertad y de la opresi¨®n no se puede dividir entre hombres y mujeres, ya que, aun en diferente forma, nos afecta a todos por igual".
El entorno en el que escribe sus relatos le influye inevitablemente. Cuenta que ella siempre se ha interesado por las costumbres de los indios y de los mestizos de su pa¨ªs (el 70% de la poblaci¨®n). "Hay una mezcla de razas y culturas tan fuerte que el resultado es sorprendente". Y cuenta uno de los ejemplos que a ella m¨¢s le sorprende: a la entrada de cada pueblo el viajero se encuentra que en un punto de la carretera hay un poncho, una botella de aguardiente, un poco de coca y algo de comer. Son presentes para mantener satisfecho al diablo que habita en cada una de estas comunidades.
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