El agua impidi¨® el espect¨¢culo en Sevilla

La lluvia y los charcos presidieron el partido entre Sevilla y Zaragoza, dos equipos creativos, con jugadores que tratan bien la pelota, pero que ayer se vieron obligados a entregarse a una lucha de fuerza y sacrificio. Gan¨® el Sevilla porque tuvo suerte al cazar un gol cuando el partido todav¨ªa estaba en su fase de definici¨®n. El Zaragoza, que hizo las mejores cosas antes del descanso, tuvo poca capacidad de reacci¨®n ante el primer gol sevillista.Buyo, que debutar¨¢ con la selecci¨®n, salvo oimprevisto, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles ante Malta, aguant¨® el resultado durante el primer tiempo, en el que el Zaragoza, bien asentado en el centro del campo, jug¨® bien, manejando la pelota cuando todav¨ªa era posible por los claros libres entre los charcos, movi¨¦ndose con talento y encontrando posiciones de remate con frecuencia. El Sevilla tuvo por momentos fases de desconcierto, en especial en la defensa.

Todo se complic¨® para el Zaragoza al poco de comenzada la segunda parte cuando su defensa central se atarug¨® en el ¨¢rea con el bal¨®n en los pies. Alg¨²n extra?o rubor le impid¨® despejarlo de un patad¨®n, se enred¨® con ¨¦l y tres sevillistas, que lo vieron, fueron por ¨¦l. Montero fue el que alcanz¨® la presa y marc¨® con facilidad ante el desprotegido Ruiz. A partir de ah¨ª, el Zaragoza hizo un cierto esfuerzo por dar la vuelta al encuentro, pero jugaba contra el ambiente, contra el agua que ya hab¨ªa llenado todo el campo de charcos y contra la seguridad del equipo local, que esperaba tranquilo.