Una d¨¦cada bajo el s¨ªndrome del Tit¨¢nic econ¨®mico
La d¨¦cima regi¨®n industrial europea pretende ser bisagra entre el resto de Espa?a y la CEE
"La crisis mundial que estamos padeciendo es sobre todo una crisis industrial, que afecta especialmente a Catalu?a, d¨¦cima regi¨®n industrial europea. Por esta raz¨®n, Catalu?a m¨¢s que nadie necesita el apoyo solidario del resto del Estado". Estas afirmaciones fueron hechas a este diario por Josep Maria Cullell, conseller de Econom¨ªa de la Generalitat, quien considera que tras los duros golpes del incremento del precio del crudo en 1973 y 1979, -"cuando la terap¨¦utica de Enrique Fuentes Quintana empezaba a dar efectos positivos"nos encontramos en el umbral de una tercera crisis provocada por el cambio tecnol¨®gico. "Sin embargo, esta tercera crisis puede suponer el inicio de la recuperaci¨®n para los pa¨ªses que est¨¦n preparados para afrontarla. Los dos pilares fundamentales de la econom¨ªa del futuro ser¨¢n la alta tecnolog¨ªa y los bienes de consumo de grancalidad, seg¨²n los expertos internacionales. Es en este campo donde la econom¨ªa catalana, con empresas peque?as y vers¨¢tiles, podr¨¢ competir, pudiendo convertirse en la bisagra entre Europa y el resto de Espa?a".S¨®lo una de las grandes regiones europeas, la Lombard¨ªa, con un 55,2%, tiene un porcentaje de ocupaci¨®n industrial superior al de Catalu?a (51,6%). De ah¨ª que el impacto de la crisis se haya dejado sentir con especial ¨¦nfasis, registr¨¢ndose una desaceleraci¨®n de la renta per c¨¢pita y un ¨ªndice de paro en los ¨²ltimos a?os superior al de cualquier otra comunidad espa?ola. Seg¨²n un trabajo todav¨ªa in¨¦dito del profesor Antoni Flos, que publicar¨¢ en libro el grupo L'Avenq, "la industria catalana hab¨ªa entrado en los a?os setenta con una estructura bastante consolidada, m¨¢s diversificada que la de los primeros a?os sesenta y m¨¢s capitalizada. Hay que recordar que, a partir de 1968 se hab¨ªa iniciado una inflexi¨®n en el tipo de crecimiento industrial. El crecimiento extensivo anterior -con incrementos de ocupaci¨®n paralelos a la inversi¨®n- daba paso a otro en el que se produc¨ªan incrementos significativos de la productividad, fruto de la incorporaci¨®n de innovaciones tecnol¨®gicas y de una mayor racionalizaci¨®n del proceso de producci¨®n".
La onda expansiva
A partir de 1973 se conjugan dos fen¨®menos: el incremento de costos (por el encarecimiento de las materias primas) y una mayor presi¨®n salarial (por el incremento del poder de los sindicatos todav¨ªa clandestinos). Se entra as¨ª en un periodo dif¨ªcil, con una d¨¦bil demanda, con inversiones expansionistas que no contemplaron este fen¨®meno y la competencia de pa¨ªses del tercer mundo con mano de obra muy barata.
El propio Antonio Flos expone: "En Catalu?a el impacto de la crisis no fue, l¨®gicamente, homog¨¦neo en todos los sectores. La onda expansiva no se rompi¨® definitivamente hasta 1975 por la manufactura y hasta 1977 por la construcci¨®n. A partir de aqui el descenso se generaliza, aunque hay diferencias sectoriales. De hecho, la crisis acelera la tendencia decreciente de los sectores m¨¢s tradicionales -textil y madera-, frena la expansi¨®n de los m¨¢s din¨¢micos -alimentaci¨®n, qu¨ªmico, papel y artes gr¨¢ficas-, o mantiene estabilizados otros sectores".
En efecto, si contemplamos la lista de las principales suspensiones de pagos, comprobamos que la casi totalidad se han producido en los ¨²ltimos cuatro a?os, afectando a casi todos los sectores, incluidos los m¨¢s din¨¢micos, -la papelera Torras Hostench tiene el liderazgo de las suspensiones de pagos con un pasivo de 17.362 millonescon la casi ¨²nica excepci¨®n del sector alimentario, que es uno de los que ha resistido mejor, aunque hace diez a?os hab¨ªa cinco empresas entre las 25 primeras por vol¨² menes de ventas -Nestl¨¦, Uni¨®n Agraria Cooperativa de Reus Piensos Hens, Nut-Export y La Lactaria Espa?ola- y ahora figuran solo tres -Nestl¨¦, Danone y Agropecuaria de Guissona-. En el presente a?o Catalu?a ha alcanzado una cifra r¨¦cord en suspensiones de pagos, esper¨¢ndose que a final de a?o el total de la masa deudora alcance los 85.000 millones de pesetas. Esta cifra es la cuarta parte del total espa?ol.
La banca cambia de manos
Uno de los factores de agrava ci¨®n de la crisis en Catalu?a, seg¨²n todos los expertos consultados por este peri¨®dico, ha sido la crisis de la banca aut¨¢ctona, donde la banca industrial ha tenido un gran protagonismo en el proceio econ¨®mico de los a?os sesenta y setenta. De los 21 bancos con sede en Catalu?a de hace diez a?os, 16 han sido absorbidos por alg¨²n grupo bancario espa?ol. Banesto controla la banca Garriga-Nogu¨¦s y el Banco Catal¨¢n del Desarrollo. El grupo Hispano Americano, el Mercantil de Tarragona y Bankunion. El Bilbao, la Mas Sard¨¢ y el Banco de Huesca. El grupo Banco de Vizcaya -junto con otras entidades-, la Banca Catalana, el Banco Industrial de Catalu?a, el Banco .Industrial del Mediterr¨¢ neo y el Banco de Barcelona. Santander, la Banca Jover. El Atl¨¢ptico, el Banco Condal y el Banco Comercial de Catalu?a (antes Riva i Garc¨ªa), mientras el Exbank han pasado al Estado dentro de la expropiaci¨®n de Rumasa. El Giro na ha pasado al grupo March, des pu¨¦s de quedar descolgado del paquete de Catalana.
Los ¨²nicos bancos que resisten son el Sabadell, el Comercial Transantl¨¢ntico, Europa, el Sindicato de Banqueros y el Banco de la Peque?a y Mediana Empresa. Por otra parte, se ha producido la quiebra del Banco de los Pirineos. Junto a esta p¨¦rdida de autonom¨ªa se registra un descenso de la cuota bancaria -0,50 menos- en esta d¨¦cada. Tambi¨¦n ha descendido significativamente el porcentaje de los dep¨®sitos de bancos y cajas captados en Catalu?a con respecto al global espa?ol, pasando del 23,70% al 20,73% en diez a?os, si bien la cuota de las cajas ha aumentado.
Miquel Rubirola, ex economista de Banca Catalana y hoy asesor econ¨®mico de la Generalitat, manifest¨® que "la crisis del sistema financiero ha agravado los problemas". Y a?adi¨®:" El no disponer de una banca industrial importante es un elemento que entorpece salidas hacia delante. La debacle del grupo Catalana ha sido un duro golpe para muchas peque?as y medianas empresas que encontraban en ella una entidad generosa en el momento de conceder cr¨¦ditos. Algunas de estas empresas viven hoy momentos de angustia e incertidumbre, pues las empresas que controlaba la banca industrial del grupo Catalana siguen en el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos". El conseller Cullell prepara un decreto para aprovechar en alguna medida el potencial de las entidades de ahorro, que canalizan el 10% de la masa bancaria espa?ola, aunque se mostr¨® muy cauto sobre el tema: "Nuestra voluntad es tener una presencia m¨¢s activa en el mercado financiero catal¨¢n y concretamente en las cajas".
A pesar del fuerte impacto de la crisis en una regi¨®n industrial como Catalu?a, el peso espec¨ªfico de la peque?a y mediana empresa parece atenuar las consecuencias de la misma. De las 140.000 empresas censadas en Catalu?a, el 90% tienen menos de 25 trabajadores. Para Santiago Riera, responsable de Econom¨ªa en la ejecutiva del PSC-PSOE, "las dos quintas partes de nuestro tejido industrial necesitan de una reconversi¨®n para poder hacerlo competitivo. Se ha demostrado que en el momento de la reindustrializaci¨®n las peque?as y medianas empresas se pueden adaptar mejor al marco de la econom¨ªa -del futuro. La sociedad catalana puede que se haya -resentido m¨¢s por ello, pero tambi¨¦n es la que se encuentra con mas posibilidades de reciclarse". El titular de Econom¨ªa y Finanzas de la Generalitat, Josep Maria Cullell, opina igual: "La industria catalana puede modemizarse m¨¢s facilmente que la vasca, la otra gran regi¨®n industrial del Estado, que tiene el handicap de Contar con grandes empresas en las que cualquier intervenci¨®n resulta mucho m¨¢s traum¨¢tica".
Otro fen¨®meno de la industria catalana de los ¨²ltimos a?os ha sido el de una importante penetraci¨®n de capital extranjero. Seg¨²n Josep Maria Bricall, ex conseller de la Generalitat, la cifra de negocio de las grandes empresas industriales bajo control extranjero es del 42%, mientras en las ramas industriales de especializaci¨®n alcanza ya el 48%. Estas cifras, que para Bricall evidencian una situaci¨®n cr¨ªtica en la industria catalana con consideradas m¨¢s ben¨¦volamente por el economista Miquel Rubirola, quien considera que el capital extranjero ha supuesto una mejora de la organizaci¨®n empresarial y ha permitido abrir nuevos mercados. "Con algunas excepciones, el comportamiento de las multinacionales ha sido correcto y su inversi¨®n beneficiosa".
Experiencia autogestionaria
Las experiencias participativas (le los trabajadores en empresas, y particularmente el nuevo fen¨®meno de las sociedades an¨®nimas laborales, es observado con cierto escepticismo pero tambi¨¦n con atenci¨®n por los observadores econ¨®micos. Armand Vilaplana, impulsor de FEISALC (Federaci¨®n de Sociedades An¨®nimas Laborales de Catalu?a), explic¨® que estas experiencias nacieron hace cinco a?os y que su entidad agrupa a 75 empresas (se est¨¢ en camino de las 90). La federaci¨®n intenta ofrecer una estructura, informativa, apoyo empresarial, realizaci¨®n de estudios... para :relanzar empresas que tienen perspectivas de vi¨¢bilidad a pesar de que, por la crisis, hayan pasado a manos de los trabajadores. Incluso no descarta que "algunos peque?os empresarios con dificultades cedan una parte del negocio a los trabajadores y se conviertan en sociedades an¨®nimas laborales, pudiendo acogerse a las ayudas establecidas por la Administraci¨®n".
Una de estas empresas es la colonia Rosal, a 6 kil¨®metros de Berga, en Barcelona. Fundada en 1858 por la familia Rosal, esta industria textil lleg¨® a tener 1.300 trabajadores. Como en otras colonias fabriles, junto con el puesto de trabajo el operario obten¨ªa una vivienda, escuela y hasta un templo religioso en el n¨²cleo industrial, dentro de una concepci¨®n paternalistra de la empresa. A partir de 1977, los problemas se encadenaron. Primero fue un expediente de regulaci¨®n de jornada y luego el cierre definitivo.
Un grupo de trabajadores crey¨® en la viabilidad y lleg¨® a un pacto con los due?os, pasando a tener el 51% del capital, sin renunciar al pasivo. Se constituy¨® la SAL, pidieron 250 millones de cr¨¦dito al Fondo Nacional de Protecci¨®n del Empleo y, aunque esto tard¨® en llegar, 500 trabajadores apostaron por la empresa. Los primeros meses fueron muy duros: a medida que llegaban las ayudas se iban comprando telares de segunda mano, suprimiendo procesos y especializ¨¢ndose en fabricar s¨¢banas. Ahora, este a?o las ventas se elevar¨¢n a 1.100 millones y se exporta el 70% de la producci¨®n. Han aumentado algo los salarios y se han empezado a cobrar parcialmente pagas extraordinarias, algo que muchos ya no sab¨ªan qu¨¦ era. Fruit¨®s Busquets, representante de los trabajadores en el consejo de administraci¨®n, se?ala que si consiguen alargar a 8 a?os los pagos a la Seguridad Social y Hacienda, "el plan de reconversi¨®n textil puede asegurarnos el futuro, pues podremos adquirir nueva tecnolog¨ªa que incrementar¨¢ la producci¨®n". Estos 10 a?os de crisis han servido tambi¨¦n para que haya quien vuelva a creer en la experiencia autogestionaria.
Otro fen¨®meno que ha hecho su aparici¨®n en esta d¨¦cada es la econom¨ªa sumergida, que constituye ahora el 25% del Producto Interior Bruto catal¨¢n, seg¨²n estimaciones, recogidas en medios sindicales y empresariales.
Econom¨ªa sumergida
A pesar de la dificultad en realizar estudios fiables al respecto, el economista Emili Ferrer ha llevado a cabo un estudio en la poblaci¨®n de Sabadell, donde el porcentaje de personas ocupadas y afiliadas a la Seguridad. Social es del 46,58%. El paro subsidiado afecta al 10,85%, mientras el paro sin subsidio supone el 17,90% de la poblaci¨®n activa. Pero en el padr¨®n de habitantes hay, adem¨¢s, un 24,64% de ciudadanos que declararon disponer de un empleo, pese a que no figuran como poblaci¨®n ocupada ni como parados. De estas cifras resulta un ¨¢rea potencial de econom¨ªa subterr¨¢nea del 41,52%.
El anecdotario sobre la econom¨ªa sumergida es inacabable. Si la mayor importaci¨®n de guantes en los EE UU procede de N¨¢poles, cuando all¨ª no est¨¢ censada ni una sola f¨¢brica encargada de su fabricaci¨®n, las puntillas de El Vendrell, Tarragona, se exportan a vanos paises europeos, cuando tampoco en esta localidad catalana existen oficialmente empresas dedicadas a este menester. Seg¨²n Emili Ferrer, el tema de la econom¨ªa negra es muy delicado, pues una acci¨®n represiva indiscrimir¨ªada comportar¨ªa un disparo de la tensi¨®n social. No obstante, el crecimiento del negocio subterr¨¢neo puede acabar siendo un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n del Estado democr¨¢tico, al distorsionar la competencia y los ingresos de la Adnministraci¨®n. En cualquier caso, parece haber coincidencia entre expertos de distintas tendencias en que "ser¨ªa importante que se llevaran a cabo reformas sustanciales en aspectos de la pol¨ªtica fiscal, de la pol¨ªtica de la Seguridad Social, de la pol¨ªtica crediticia, etc¨¦tera, para que esta econom¨ªa sumergida emergiera en sus manifestaciones positivas".
El papel de la Generalitat
El papel de la Generalitat en la salida de la crisis es una cuesti¨®n objeto de controversia. Cullell opina que la instituci¨®n debe participar en las decisiones sobre pol¨ªtica econ¨®mica que toma el Gobierno de Madrid; que es, imprescindible la creaci¨®n de un marco financiero -de ah¨ª la pretensi¨®n de crear un Intituto Catal¨¢n del Cr¨¦dito-; que resulta necesario propiciar una pol¨ªtica para espe¨ªcializar a la empresa catalana para la fabricaci¨®n de productos de alta calidad, y que hay que apoyar la entrada de Espa?a en la CEE,
Para socialistas y comunistas, la Generalitat se est¨¢ limitando a "tapar agujeros" en lugar de contemplar el tejido econ¨®mico como un todo. Asimismo, la izquierda catalana considera imprescindible ir a un reequilibrio comarcal, a la potenciaci¨®n del sector terciario y a impulsar las competencias del Estatuto en materia de industrializaci¨®n. "Se trata", indic¨® un parlamentario socialista, "de acabar con el triunfalismo de decir que somos la d¨¦cima potencia industrial europea y empezar a confesar que hemos pasado a ser la regi¨®n europea n¨²mero 63 en renta per c¨¢pita. Y se trata de poner en marcha, desde la instituci¨®n, instrumentos para conocer el diagn¨®stico econ¨®mico, para poder programar una pol¨ªtica basada en elementos objetivos".
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