T¨¦cnica y coraz¨®n
Hac¨ªa tal vez demasiado fr¨ªo y hab¨ªa demasiados anuncios de la misma marca de tabaco en esa especie de nave industrial con pista de tenis dentro, en la que Andr¨¦s, Gimeno y Manuel Santana midieron anoche sus raquetas. La cancha de las instalaciones de la Federaci¨®n Espa?ola de Tenis en la Zona Franca no tiene nada que ver con el Earl's Court de Wimbledon o la pista central de Forest Hills, pero los dos viejos maestros sacaron a relucir destellos de la magia del tenis bien jugado; esa magia hecha de precisi¨®n, potencia y paciencia que ha atra¨ªdo muchedumbres a un deporte pensado para sportsmen adinerados.Y vimos algo de ese Santana que fue rey de Wimbledon en 1966; alguno de esos passing shots que resolv¨ªan las eliminatorias de Copa Davis en las que Gisbert o Arilla no ten¨ªan su d¨ªa. Hasta el cuarto game, en el que dos certeros passing shots y una volea imparable de Gimeno rompieron su servicio, el ex-Supermanuel del tenis hisp¨¢nico parec¨ªa el favorito.
Ciertamente, Santana posee una t¨¦cnica superior, pero es que Andr¨¦s Gimeno jug¨® anoche con? la ilusi¨®n de un j¨²nior. La palabra nostalgia flu¨ªa en el ambiente, y en los arranques de coraz¨®n que punteaban el tenis sobrio, cl¨¢sico y austero de Andr¨¦s Gimeno se evidenciaba que a ¨¦l le hac¨ªa m¨¢s ilusi¨®n que a Santana ganar ese set que poblaba de pasados prestigios la flamante pista de la Zona Franca. De esa ilusi¨®n surgieron posiblemente los lobs, aces, dejadas y alg¨²n que otro passing shot que llevaron a Gimeno de un 1-3 a la victoria final, en un tie-break enternecedor y apasionante.
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