Prohibida la salida del pa¨ªs a 20 jefes militares argentinos, entre ellos Bignone y Camps
Un juez federal ha librado oficio a la Direcci¨®n de Migraciones por el que se proh¨ªbe la salida del pa¨ªs de una veintena de altos jefes militares y policiales, presuntamente implicados en la desaparici¨®n en 1978 de un t¨¦cnico del Instituto Nacional de Tecnolog¨ªa Industrial, e insta a las autoridades fronterizas a detenerlos si intentan abandonar territorio argentino.
La prohibici¨®n incluye al ex presidente Reynaldo Bignone y a otros cinco generales retirados, entre ellos Ram¨®n Camps, ex jefe de la polic¨ªa de Buenos Aires y autor confeso de la desaparici¨®n de 5.000 ciudadanos, y de Su¨¢rez Mason, ex comandante del Primer Cuerpo de Ej¨¦rcito. El oficio del juez abarca igualmente a cuatro coroneles, dos mayores y un capit¨¢n y, respecto a la polic¨ªa, a un comisario mayor, un subcomisario, un inspector y un sargento primero.Antes de la llegada de la orden judicial a la frontera, el general Camps regres¨® a Uruguay. El carnicero de Buenos Aires abandon¨® el pa¨ªs hace semanas y circularon versiones de haber sido reconocido en el aeropuerto montevideano de Carrasco partiendo rumbo a Europa; desde Punta del Este regres¨® a Buenos Aires para dar una entrevista a la televisi¨®n en la que intent¨® justificar su acci¨®n como un hecho de guerra leg¨ªtimo.
Camps, que admiti¨® a dos periodistas espa?oles su genocidio, ha publicado dos libros bastante abominables intentando descalificar a Jacobo Timmerman -editor y director de La Opini¨®n, a quien tortur¨® personalmente- y permite ser fotografiado por la prensa argentina ante su mesa de despacho rebosante de pistolas, rev¨®lveres y Marietta. Quienes le conocen estiman que est¨¢ desequilibrado.
Los procesamientos de altos jefes militares, las prohibiciones que recaen sobre ellos, nada tienen que ver con el decreto gubernamental que proces¨® a tres juntas militares y a destacados jefes de las fuerzas armadas -Camps entre ellos- ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
A lo que se asiste ahora en Argentina es a la explosi¨®n de causas pormenorizadas en las que por acci¨®n directa o responsabilidad superior se est¨¢ra viendo involucrados numerosos militares de todos los rangos. El caso es que si las 30.000 desapariciones (o las 6.000 que admite la ¨²ltima Junta Militar) se dilucidan judicialmente caso a caso, jam¨¢s se impartir¨¢ justicia individual -las pruebas han sido destruidas o enredadas- ni, por supuesto, justicia hist¨®rica. S¨®lo parece viable el prop¨®sito radical de someter a juicio a las c¨²pulas castrenses y a los numerosos militares que acreditaron su arrojo en el campo del sadismo.
'A?os de noche y niebla'
No obstante, el drama individual de las familias afectadas parece no haber hecho m¨¢s que comenzar. Alguna revista de gran circulaci¨®n comienza a publicar relatos sobre estos siete a?os de noche y niebla, detallando las torturas, las humillaciones y hasta la ubicaci¨®n de los chupadedos (los campos de exterminio que chupaban a los ciudadanos). Hoy mismo, en un cementerio al norte del Gran Buenos Aires, la justicia exhumar¨¢ 25 cad¨¢veres NN (ning¨²n nombre) de hombres, mujeres y ni?os, para su identificaci¨®n.S¨®lo resta el consuelo de que algunas cosas se van arreglando: otros seis generales pasar¨¢n inmediatamente a retiro por orden del Gobierno, con lo que el generalato argentino quedar¨ªa reducido a 18 miembros en actividad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.