Filmar aqu¨ª lo ya filmado
Hace diez a?os que Cruz Delgado se dedica al largometraje de dibujos animados: una extra?a empre sa para Espa?a, donde apenas hay tradici¨®n ni medios para realizarla competitivamente con otros pa¨ªse mas expertos. Sin embargo, Delgado persiste en su voluntad con entusiasmo admirable.Al margen de sus productos destinados a la gran pantalla, ha realizado para televisi¨®n una serie de 39 episodios, Don Quijote de la Mancha, con la que tambi¨¦n obtuvo buena popularidad en los pa¨ªses iberoamericanos y europeo donde fueron adquiridos los cap¨ª tulos. En toda la serie pudo observarse el esfuerzo por animar con br¨ªo, a veces contra la t¨¦cnica y otras contra la ausencia de novedades imaginativas, un proyecto realmente ambicioso.
Los viajes de Gulliver
Director: Cruz Delgado. Gui¨®n: Gustavo Alcalde, en adaptaci¨®n de Los viajes de Guiliver, de Jonathan Swift. Planificaci¨®n:Javier G. Inaraja, M¨²sica: Antonio Areta. Animaci¨®n: Basillo Gonz¨¢lez, M? Carmen S¨¢nchez, Pedro D. Cavilla, Pedro Jorge Gil. Espa?ola, 1983. Aventuras en dibujos animados. Locales de estreno: Princesa, Vergara, Cises M 2.
Ahora nos ofrece su ¨²ltima producci¨®n, Los viajes de Gulliver, en la que domina mejor la t¨¦cnica, en una constante superaci¨®n de sus posibilidades. Dado, por otra parte, que el dibujo animado no tiene que respetar los moldes est¨¦ticos propuestos por la empresa Disney, a los que se resisten la mayor parte de los animadores independientes incluso de Estados Unidos, la oferta de Cruz Delgado es interesante en cuanto tal.
Lo que m¨¢s frecuentemente falla en sus trabajos es la propia narraci¨®n, su ritmo, su prosodia. Puede dar la impresi¨®n de que los equipos de dibujantes creen alcanzar el objetivo final superando s¨®lo las previsibles dificultades de un g¨¦nero tan poco desarrollado en nuestro cine. Sin embargo, el espectador puede aflorar tambi¨¦n un mayor vuelo imaginativo, una cadencia en la aventura, tan excitante o sorprendente como exige la costumbre. Cuanto acontece a Gulliver en el pa¨ªs de los gigantes es moroso en esta versi¨®n, entretenida con demasiada frecuencia en panor¨¢micas in¨²tiles. No importa tanto que falle el racord o algunos trucos de animaci¨®n referidos a las sombras y las proporciones cuanto que la acci¨®n propiamente dicha se limite a lo descriptivo y no a la creatividad. En cualquier caso, los ni?os que acudieron a la sesi¨®n que presenci¨¦ superaron las excesivas tragedias del personaje y rieron felices con la personalidad de los malos. Lo peor quiz¨¢ es ser ya ancianito prematuro.
Babelia
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