Raymond Barre tacha de irresponsable al primer ministro franc¨¦s, Pierre Mauroy

El esc¨¢ndalo de los aviones husmeadores vive una nueva etapa. El ex primer ministro durante la presidencia de Giscard d'Estaing, Raymond Barre, sube de nuevo al escenario p¨²blico y pone de vuelta y media a todo el vecindario de la alta pol¨ªtica, de hoy y de ayer. A su sucesor, Pierre Mauroy, lo tacha de "irresponsable", y afirma, coincidiendo con la opini¨®n m¨¢s generalizada, que se est¨¢ asistiendo al desarrollo de una operaci¨®n policial tan compleja como peligrosa para todos los habitantes del planeta de la cosa p¨²blica.

Imitando al ex presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing, que nada m¨¢s estallar el asunto de los aparatos husmeadores de petr¨®leo y de submarinos at¨®micos sali¨® a la televisi¨®n para ense?arles a los franceses el informe confidencial que el Gobierno dec¨ªa que hab¨ªa desaparecido, el primer ministro socialista, Pierre Mauroy, hizo su aparatoso n¨²mero de anteayer, tambi¨¦n con el reaparecido informe en la mano, y para rematar su operaci¨®n lo regal¨® a la Prensa.Al d¨ªa siguiente los servicios oficiales de Documentaci¨®n Francesa lo pusieron a la venta. El t¨ªtulo (El asunto de los llamados aviones husmeadores) huele a novela policiaca, y lo es.

Pero no todo es risa y chanza en esta historia, en la que una de las grandes empresas nacionalizadas (Elf Aquitaine) a¨²n no se sabe si fue estafada o si, por descuido o mala suerte, tir¨® a la papelera 10,000 millones de pesetas que, a la postre, echados al caldero de la actualidad p¨²blica, es posible que salpiquen a los unos y a los otros.

Mauroy denunci¨® la ligereza de Giscard y de Barre, responsables de la violaci¨®n del buen funcionamiento del Estado. Y a Barre, ayer, le falt¨® tiempo para mojar a todo el bestiario pol¨ªtico franc¨¦s. De entrada, para Barre no cabe duda: todo el asunto de los p¨¢jaros husmeadores es una, operaci¨®n montada contra ¨¦l en particular, por considerar que su escalada en la oposici¨®n es un peligro real para la mayor¨ªa, "e incluso para Mitterrand". Que todo este negocio tiene algo de operaci¨®n montada no le cabe duda a nadie.

Barre acusa igualmente al presidente, Fran?ois Mitterrand, del que no comprende que haya podido permitir que ahora se airee un problema que ¨¦l conoc¨ªa desde hace a?o y medio. El ex primer ministro apunta de otra manera a sus propios colegas de la oposici¨®n, Giscard d'Estaing y el l¨ªder neogaullista Jacques Chirac. Del ex presidente dice que fue el responsable primero y decisivo; de Chirac le extra?a el silencio que observa.

Al margen de la naturaleza del esc¨¢ndalo (10.000 millones de pesetas), aqu¨ª nadie se va a salvar pol¨ªticamente: los socialistas. pretenden desacreditar y dividir a los tres l¨ªderes de la oposici¨®n conservadora liberal, Giscard, Chirac y Barre, y esto cuando faltan s¨®lo seis meses para las elecciones europeas, de las que la derecha quiere hacer un test de pol¨ªtica interior.

Pero la actuaci¨®n de la mayor¨ªa gobernante, con la publicaci¨®n de un documento equ¨ªvoco y controvertido, se considera como un ejercicio arriesgado del que faltan por ver los resultados.