La trayectoria de un investigador excepcional
Disfrutamos durante varios a?os de la simp¨¢tica colaboraci¨®n de nuestro inolvidable amigo Arturo Duperier Vallesca, ocupando los tres la habitaci¨®n n¨²mero 102 de la secci¨®n de magnetismo del Instituto Nacional de F¨ªsica y Qu¨ªmica (de otro modo el Instituto Rockefeller), y apreciando sus excepcionales condiciones humanas y cient¨ªficas. Junto con la excelente labor docente desarrollada en el campo de la f¨ªsica por el profesor Duperier hay que destacar, sin duda, de modo m¨¢s acusado, sus trabajos de investigaci¨®n en tres diferentes ramas de la f¨ªsica que ocuparon su atenci¨®n de modo sucesivo a lo largo de su vida: el magnetismo, la electricidad atmosf¨¦rica y la radiaci¨®n c¨®smica. Haremos sobre todo referencia a su contribuci¨®n al magnetismo porque es el campo en el que los tres colaboramos activamente, bajo la direcci¨®n del profesor Blas Cabrera. Esto no disminuye la importancia de las investigaciones que Duperier desarroll¨® independientemente acerca de la electricidad atmosf¨¦rica y la radiaci¨®n c¨®smica, sobre las cuales no poseemos la misma informaci¨®n detallada.a) Comienza su primera tarea investigadora al lado del profesor Blas Cabrera, del que fue su principal colaborador, desarrollando el estudio de la variaci¨®n con la temperatura de la constante diamagn¨¦tica del agua, que publican en 1924. Siguen con la medida de las susceptibilidades magn¨¦ticas del paladio y del platino, siendo los primeros en estudiar la influencia de la temperatura en estas susceptibilidades (1927). Miden tambi¨¦n las propiedades magn¨¦ticas de las tierras raras (1929), quiz¨¢ el trabajo m¨¢s importante de los dos, Blas Cabrera y Arturo Duperier, en toda su actividad cient¨ªfica. En 1931 publican los resultados de sus medidas acerca del termomagnetismo de algunos compuestos anhidros del cobalto y del n¨ªquel, para dedicarse m¨¢s adelante al estudio muy preciso, con una nueva instalaci¨®n, a la medida del magnetismo de algunos cloruros de la familia del platino (1936-1939).
Esta labor de Duperier en el campo del magnetismo se distingue por la pureza de las sustancias empleadas, por la precisi¨®n en las medidas as¨ª como la variaci¨®n de los m¨¦todos de medida utilizados. Los resultados de la colaboraci¨®n de Duperier con Blas Cabrera sirvieron de importante fundamento para el desarrollo te¨®rico de la nueva mec¨¢nica cu¨¢ntica sobre la que trabajan los f¨ªsicos te¨®ricos m¨¢s destacados, incluidos Hund y particularmente el posterior premio Nobel J. H. van Vleck.
Blas Cabrera
La colaboraci¨®n cient¨ªfica que estamos mencionando se extendi¨® a las relaciones personales del profesor, y as¨ª fue que, al no vivir los padres de Duperier, fue el mismo Blas Cabrera quien hizo la petici¨®n de mano de su futura esposa, Ana Mar¨ªa Aym¨¢n de Duperier.
b) A partir de 1930, inicia Duperier un nuevo campo de investigaci¨®n sobre electricidad atmosf¨¦rica, actividad que complementa por alg¨²n tiempo con sus tareas en magnetismo. En 1933 obtiene, en la Universidad Central de Madrid, la c¨¢tedra de Geof¨ªsica. Esta c¨¢tedra incluye muy naturalmente las actividades investigadoras que hab¨ªa ya iniciado en electricidad atmosf¨¦rica, como extensi¨®n de su participaci¨®n en las tareas del cuerpo de Meteorolog¨ªa donde hab¨ªa ingresado con el n¨²mero 1 en 1928. En este campo inicia en la investigaci¨®n a varios j¨®venes f¨ªsicos entre los que destaca el profesor Vidal Llenas, de la universidad de Barcelona.
c) Muy importante fue tambi¨¦n la contribuci¨®n de Duperier en la investigaci¨®n de la radiaci¨®n c¨®smica, cuya iniciaci¨®n le llev¨®, como consecuencia de la guerra civil espa?ola, a ser contratado por la universidad de Manchester (Reino Unido) y un poco m¨¢s tarde, en 1939, por el Imperial College of London (Reino Unido). Su presencia en tan famoso centro le facilit¨® el desarrollo de sus estudios, al mismo tiempo que era acogido muy cari?osamente por sus colegas brit¨¢nicos, en particular por el profesor P. M. S. Blackett, premio Nobel por sus investigaciones sobre el positron. Para dar una idea de la acogida que recibi¨® de sus colegas brit¨¢nicos durante la guerra mundial, mencionaremos que para el desarrollo de sus trabajos necesitaba ciertos datos del Meteorological Office, London (Reino Unido), datos que eran reconocidos militarmente como secret data. Para obtenerlos, el profesor Duperier solicit¨® y consigui¨® directamente del primer ministro, sir Winston Churchill, el derecho de entrada en el Meteorological Office.
La radiaci¨®n c¨®smica
Estas investigaciones desarrolladas en Londres, con la inapreciable ayuda de su esposa, condujeron a una serie de publicaciones de gran inter¨¦s cient¨ªfico. Entre ellas hay que mencionar sus estudios experimentales sobre la difusi¨®n alrededor del planeta Tierra de la radiaci¨®n c¨®smica en funci¨®n de su orientaci¨®n. Aparte del inter¨¦s que desarrollaron en Londres sus trabajos, era de esperar tambi¨¦n un inter¨¦s an¨¢logo por las autoridades cient¨ªficas en Espa?a; al contrario, este inter¨¦s se tradujo, como en el caso de muchos otros, en el cese del profesor Duperier como catedr¨¢tico de Geof¨ªsica.
d) Finalmente, una vez establecida la paz, Duperier, como tantos otros cient¨ªficos exiliados, consider¨® la posibilidad de volver a su pa¨ªs de origen. Afortunadamente, se cre¨® para Duperier una nueva c¨¢tedra en la universidad de Madrid con el nombre de Radiaci¨®n C¨®smica. Es bien conocido que para mantener un programa de investigaci¨®n de suficiente nivel cient¨ªfico es necesario disponer de medios y fondos indispensables para desarrollar la labor correspondiente. De nuevo vuelve a establecerse la diferencia entre el comportamiento de los responsables cient¨ªficos brit¨¢nicos y espa?oles.
Por un lado, los responsables brit¨¢nicos no dudan en ayudar al profesor Duperier para mantener la continuaci¨®n de sus actividades cient¨ªficas, ofreci¨¦ndole el traslado de todos los equipos experimentales de los que dispon¨ªa en el Imperial College of London. En cambio, aqu¨ª, en Espa?a, por razones burocr¨¢ticas, se retras¨® tan acusadamente la entrega de este material que ello dio lugar a que la efectividad del grupo cient¨ªfico experimental no llegara nunca a restablecerse al nivel que tuvo en el Imperial College.
Pasaron los a?os y, en 1969, por iniciativa de profesores y alumnos, fue colocada en una de las grandes aulas de la facultad de Ciencias F¨ªsicas una placa en la que se recuerda que el profesor Duperier explic¨® durante varios a?os en dicha facultad.
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