La OTAN duda de que la muerte de Andropov produzca cambios en las relaciones Este-Oeste

Tras la muerte del l¨ªder sovi¨¦tico Yuri Andropov, los medios consultados por EL PAIS en la OTAN no esperan que haya movimiento en el frente de las relaciones Este-Oeste hasta que un nuevo l¨ªder se haya afianzado en Mosc¨² y hasta pasadas las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Se pasa, pues, de la nueva guerra fr¨ªa a la guerra congelada. Medios de la OTAN piensan que los sovi¨¦ticos no volver¨¢n a la mesa de negociaciones sobre los euromisiles.

Las mismas fuentes aseguran que se prepara una ¨¦poca de transici¨®n, ya prevista en raz¨®n de la enfermedad de Andropov, y dominada por el inmovilismo, salvo que se dispare alguna crisis incontrolada o que responda a una lucha por el poder en el Kremlin. Estos medios tienen en la mente el caso de L¨ªbano, y expresan su preocupaci¨®n ante la falta de un interlocutor v¨¢lido en la URSS.Como en el caso del fallecimiento de su antecesor, Leonid Breznev, no hubo ayer reuni¨®n especial del Consejo de la OTAN ni se hizo p¨²blico comunicado alguno. En el comit¨¦ pol¨ªtico de la OTAN se hab¨ªa discutido el tema durante las ¨²ltimas semanas, lleg¨¢ndose a la conclusi¨®n de que, en caso de muerte de Andropov, su sucesor al frente de la secretar¨ªa general del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica ser¨ªa nombrado en muy breve plazo. "Ya se gobernaba por detr¨¢s de Andropov, y la maquinaria sovi¨¦tica funcionaba", seg¨²n un diplom¨¢tico en la OTAN "pero este sucesor necesitar¨¢ tiempo para afianzarse y situar a gente de su confianza en los puestos claves". Por ello se piensa en la OTAN que la URSS no har¨¢ ning¨²n gesto conciliador o dar¨¢ pruebas de mayor flexibilidad por el momento hacia Occidente, pero tampoco har¨¢ gala, salvo imprevistos, de una mayor dureza.

En este inmovilismo interviene tambi¨¦n, seg¨²n fuentes europeas, EE UU, en un a?o electoral, con un presidente que quiere mostrarse como el hombre fuerte de Occidente, durante ¨¦l cual no har¨¢ tampoco ning¨²n gesto conciliador hacia Mosc¨².

En cierto modo, en la OTAN se considera que se alarga el per¨ªodo de la sucesi¨®n de Breznev, abierto antes de su muerte, tras una larga enfermedad. Predomina la tesis de la estabilidad del sistema sovi¨¦tico, dominado, a pesar del peso del l¨ªder, por un sistema de liderazgo colectivo.

El ejemplo de las negociaciones sobre los euromisiles es bien ilustrativo. Abiertas el 30 de noviembre de 1981, atravesaron con notoria continuidad el per¨ªodo de la muerte de Breznev, con propuestas y contrapropuestas que, siempre que ven¨ªan de Mosc¨² directamente y no de los negociadores en Ginebra, part¨ªan de una base: la negativa a legitimar, cualquier despliegue de euromisiles norteamericanos en Europa.

Cuando se produjo este despliegue, en noviembre de 1983, Mosc¨² replic¨® cortando las negociaciones y desplegando nuevos misiles de corto alcance en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y en Checoslovaquia. Independientemente del poder en el Kremlin, prosigui¨® el despliegue de los SS-20 -principalmente en la URSS asi¨¢tica-, seg¨²n lo que parece ser un programa que data de mediados de los a?os setenta y que nada ha desviado de su curso. Pero "ning¨²n nuevo l¨ªder sovi¨¦tico puede permitirse el lujo de volver a abrir estas negociaciones en Ginebra", manifest¨® ayer una esc¨¦ptica fuente en la OTAN, para la cual "no cabe otra cosa que esperar". Pero en cierto modo cunden esperanzas de que al final de este proceso se tendr¨¢ un interlocutor v¨¢lido y bien instalado en Mosc¨², lo que no exist¨ªa en los ¨²ltimos meses.

Fue el ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Claude Cheysson, el que dio la primera confirmaci¨®n oficial occidental, incluso antes del anuncio hecho en Mosc¨². Cheysson interrumpi¨® a media ma?ana de ayer la sesi¨®n de negociaci¨®n para la renovaci¨®n de la Convenci¨®n de Lom¨¦, que se desarrollaba en Bruselas con la presencia de m¨¢s de 40 ministros de la CEE y del Tercer Mundo, e invit¨® a los presentes a guardar un minuto de silencio.