Aceriales como pretexto
LA SOLUCI?N dada al conflicto de Aceriales -suspensi¨®n de contratos en vez de rescisi¨®n definitiva de los mismos, a fin de que los trabajadores excedentes puedan acceder a los fondos de promoci¨®n de empleo- establece un precedente cargado de implicaciones para la marcha de la reconversi¨®n industrial, estancada en el per¨ªodo de preparaci¨®n psicol¨®gica y necesitada de entrar en el terreno de los hechos concretos, seg¨²n reconoc¨ªa recientemente el ministro de Econom¨ªa. De haberse adoptado esa decisi¨®n hace escasamente 20 d¨ªas es m¨¢s que probable que la oleada de conflictividad social que ha conmovido al Pa¨ªs Vasco no hubiera llegado a producirse. En tal supuesto, tampoco se habr¨ªa creado la inc¨®moda sensaci¨®n de que el Gobierno ha cambiado de opini¨®n por simples motivos electorales, abandonando la f¨®rmula anteriormente aplicada en Altos Hornos del Mediterr¨¢neo.La rescisi¨®n de contratos -esto es, el despido definitivo e irreversible de los excedentes de plantilla de las empresas en reconversi¨®n- fue rechazada por los sindicatos desde el inicio de las conversaciones entre la Administraci¨®n y las centrales. Ahora el precedente de Aceriales podr¨ªa servir de ejemplo para los restantes sectores, modificando as¨ª uno de los puntos claves de la doctrina del Gobierno en materia de reconversi¨®n. El duro enfrentamiento entre UGT y el ministro de Industria y Energ¨ªa en torno al tratamiento dado por el decreto-ley de reconversi¨®n a los trabajadores excedentes fue moment¨¢neamente aplazado como resultado de las conversaciones entre el presidente del Gobierno y el secretario general de UGT. El texto definitivo del decreto-ley eludi¨® el tema y remiti¨® la soluci¨®n del conflicto a un decreto posterior.
Los ministros de Econom¨ªa y de Industria, defensores de la rescisi¨®n de los contratos (en vez de la suspensi¨®n temporal del empleo), postularon desde el principio que los trabajadores afectados por la reconversi¨®n deber¨ªan perder su vinculaci¨®n con las empresas como condici¨®n indispensable para pasar a los fondos de promoci¨®n de empleo. Seg¨²n este planteamiento, no ten¨ªa sentido hipotecar de antemano el tama?o de las plantillas de las empresas una vez que ¨¦stas hubiesen finalizado el proceso de saneamiento. Concluida la reconversi¨®n, si los antiguos trabajadores no ten¨ªan posibilidad de recolocarse podr¨ªan cobrar la indemnizaci¨®n correspondiente por despido y pasar a engrosar la fila de los parados.
Los sindicatos -y de esto UGT hizo cuesti¨®n de principio- defendieron, por el contrario, la f¨®rmula de que los trabajadores enviados al fondo de promoci¨®n de empleo no perdieran el v¨ªnculo laboral que les un¨ªa a las empresas reconvertidas. El razonamiento descansaba en el supuesto de que la pura rescisi¨®n contractual significar¨ªa dar un cheque en blanco para el saneamiento de las empresas, que se liberar¨ªan as¨ª de un excedente de plantilla sin contrapartida alguna en el capital de la sociedad. No es improbable que algunos sectores del Gobierno apoyaran discretamente las posiciones de UGT. Pero el cenit de la confusi¨®n se produjo cuando la normativa que reglament¨®, el decreto-ley de reconversi¨®n tampoco abord¨® la cuesti¨®n. La ambig¨¹edad del texto era total: los trabajadores afectados pod¨ªan ir al fondo de promoci¨®n con rescisi¨®n de contratos o con suspensi¨®n. De esta manera, el problema se pospon¨ªa a la negociaci¨®n de cada caso concreto de reconversi¨®n.
En estas circunstancias se produce el expediente de rescisi¨®n de contrato para 1.780 trabajadores de Aceriales (sociedad de reconversi¨®n del sector de aceros especiales). El Ministerio de Trabajo, alin¨¦andose con las tesis de los ministerios de Econom¨ªa y de Industria en torno a los excedentes de plantillas, rescindi¨® los contratos. La reacci¨®n de los sindicatos en defensa de los puestos de trabajo no se hizo esperar, y el asunto de Aceriales se convirti¨® en el examen de la rec¨®nversi¨®n. No es descartable, sin embargo, que no fueran esas movilizaciones las que modificaron la soluci¨®n inicialmente ideada para Aceriales, pues protestas m¨¢s continuas y m¨¢s multitudinarias las ha habido en el caso de Sagunto, por ejemplo, sin que a la Administraci¨®n le temblase el pulso. Cabe pensar tambi¨¦n que el giro conseguido -suspensi¨®n de contratos y no rescisi¨®n definitiva- guarde una relaci¨®n directa con las elecciones vascas y con la posible disminuci¨®n del voto a los socialistas por parte de muchos trabajadores de Aceriales, y del sector naval que ven en peligro sus contratos de trabajo.
De confirmarse la hip¨®tesis de que la Administraci¨®n cedi¨® en sus primeros planteamientos por motivos electorales ser¨ªa forzoso preguntarse c¨®mo es posible que un Gobierno socialista se muestre m¨¢s sensible a la p¨¦rdida de votos que a las protestas de centenares. de trab¨¢jadores en leg¨ªtima defensa de sus empleos. Tambi¨¦n merece una seria cr¨ªtica la actitud de Comisiones Obreras, que, al rechazar la suspensi¨®n temporal de empleo en las empresas de Aceriales, niega impl¨ªcitamente la necesidad de la reconversi¨®n industrial, aline¨¢ndose con las posturas ultrarradicales de Herri Batasuna y alej¨¢ndose del realismo que esa central sindical mostr¨® cuando gobernaba UCD. En cualquier caso, resulta cada vez m¨¢s urgente que el Gobierno abra un serio debate sobre los planteamientos, los procedimientos y las implicaciones de la reconversi¨®n industrial. La discusi¨®n sobre el dilema de rescindir o de suspender los contratos no puede tener la pragm¨¢tica respuesta de una aplicaci¨®n altemativa de f¨®rmulas diferentes que prescinda de una completa exposici¨®n de los motivos subyacentes a cada decisi¨®n. Tal vez lo que algunos contemplan como simples incoherencias o meras arbitrariedades del Gobierno no sean sino razonables excepciones de la regla general. Pero los silencios arrogantes y los cuchicheos oficiosos, que componen hoy por hoy el n¨²cleo de la pol¨ªtica informativa oficial en este terreno, s¨®lo pueden conseguir que la planta venenosa de los agravios comparativos termine por hacer pol¨ªticamente inviable que el Gobierno socialista, cuyos votos proceden en su inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n asalariada y de los desempleados, emprenda la seguramente inexcusable estrategia de la reconversi¨®n industrial, tarea que necesita pacientes negociaciones, importantes contrapartidas y n¨ªtidas explicaciones.
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