Los obispos italianos, preocupados y descontentos por el nuevo concordato

Los obispos italianos, en un documento firmado por la Conferencia Episcopal y entregado al jefe del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, manifestaron ayer su descontento y preocupaci¨®n ante el nuevo concordato entre la Santa Sede y el Estado. Mientras tanto, los peri¨®dicos italianos subrayan en sus titulares que "el catolicismo ya no es religi¨®n de Estado" y "Estado e Iglesia son ahora independientes y,soberanos".En el documento de los obispos se afirma que "los cat¨®licos no son extranjeros en Italia" y que "la religi¨®n cristiana no es problema privado en este pa¨ªs, como lo demuestran hasta las cruces plantadas en calles y plazas". Y acusan al nuevo concordato de haber dejado en el tintero "problernas nuevos y urgentes" de la vida social contempor¨¢nea, como "la defensa de la vida", es decir, el aborto, la promoci¨®n, de la familia, la lucha contra las nuevas formas de marginaci¨®n o el problema de los medios de comunicaci¨®n social.

Por lo que se refiere a los cambios fundamentales que sobre el tema matrimonial presenta el nuevo concordato, los obispos subrayan que para nada ha cambiado "el valor de la doctrina cat¨®lica sobre el matrimonio".

En cuanto a la afirmaci¨®n de que el catolicismo ya no es religi¨®n de Estado en este pa¨ªs, donde desde ahora toda las confesiones religiosas, cristianas y no cristianas, tendr¨¢n los mismos derechos, el documento de los obispos recuerda que esto nada quita "a los valores de la religi¨®n cat¨®lica", la cual, afirman, "est¨¢ en la entra?a del pueblo italiano, hasta el punto de que es la levadura de su historia, de su civilizaci¨®n y de su cultura".

En una palabra, que el nuevo concordato, que ha recibido el visto bueno de Juan Pablo II, el primer papa no italiano de los ¨²ltimos siglos, y la aprobaci¨®n del 90% de Las fuerzas pol¨ªticas, incluida esta vez la propia oposici¨®n comunista, no gusta, en cambio, a los obispos.

Acuerdos pendientes

Quiz¨¢ por ello el Papa ha puesto como presidente de la comisi¨®n Iglesia-Estado -que deber¨¢ ahora estudiar toda una serie de acuerdos concretos como, por ejemplo, cu¨¢les ser¨¢n las instituciones religiosas que deber¨¢n quedar exentas de impuestos y cu¨¢les no- al obispo auxiliar de Mil¨¢n, Attilio Nicora, y no a un eclesi¨¢stico de la Curia romana.Por lo que se refiere al hecho de que el Vaticano haya aceptado ahora, con un presidente socialista, llegar a la firma de un acuerdo cuya gestaci¨®n ha durado largos a?os, todos los observadores afirman que el artista de esta operac¨ª¨®n ha sido en realidad el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Agostino Casaroli, hombre del di¨¢logo y de la ostpolitik vaticana.