El frente de combate en la guerra irano-iraqu¨ª se estabiliza en Basora, mientras ambos pa¨ªses se atribuyen victorias militares

El frente de los combates irano-iraqu¨ªes parec¨ªa haberse estabilizado ayer en la regi¨®n de Basora, mientras la aviaci¨®n iran¨ª intensificaba sus bombardeos sobre objetivos civiles iraqu¨ªes. Tanto Bagdad como Teher¨¢n denunciaron ante organismos internacionales los bombardeos de sus respectivas ciudades y pidieron protecci¨®n para su poblaci¨®n civil. El secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, anunci¨® ayer en Budapest que la ONU est¨¢ dispuesta a enviar una misi¨®n a la zona para intentar un arreglo pac¨ªfico del conflicto. En un primer balance de v¨ªctimas, 1.500 soldados iraqu¨ªes han resultado muertos o heridos en el curso de los contraataques de Bagdad en el norte de Basora, seg¨²n un comunicado militar iran¨ª. Los iraqu¨ªes, por su parte, aseguran que unos 7.000 iran¨ªes han resultado muertos al este de Basora.

Los aparentes ¨¦xitos militares de Ir¨¢n en su guerra contra Irak preocupan profundamente a las monarqu¨ªas del golfo P¨¦rsico, que pueden verse obligadas a reducir sus exportaciones de crudos y temen una mayor agitaci¨®n por parte de las minor¨ªas musulmanas chi¨ªtas asentadas en sus territorios, informa desde Beirut nuestro corresponsal Ignacio Cembrero.

A lo largo de los 41 meses de conflicto irano-iraqu¨ª, los seis pa¨ªses miembros del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG) -Arabia Saud¨ª, Kuwait, Emiratos ?rabes Unidos, Bahrain, Qatar y Om¨¢n- han permanecido oficialmente neutrales, denunciando una contienda que "s¨®lo sirve a los enemigos del islam", aunque han apoyado financieramente, con cr¨¦ditos y donaciones, al r¨¦gimen de Bagdad.

La preocupaci¨®n de Riad ante la nueva ofensiva del Ej¨¦rcito de Teher¨¢n hasta la orilla oriental del r¨ªo Tigris es tal que uno de sus mediadores en la crisis libanesa, el pr¨ªncipe Bandar Ben Sult¨¢n, intent¨® a toda costa el viernes, de madrugada, obtener un alto el fuego en los frentes de L¨ªbano para permitir a la diplomacia saud¨ª dedicarse de lleno a la guerra entre Ir¨¢n e Irak.

Reunidos a principios de sema na en Dolia los seis miembros de Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo, organizaci¨®n fundada ocho meses despu¨¦s del estallido del conflicto, discutieron sobre la interminable guerra y llegaron a la conclusi¨®n, seg¨²n afirm¨® el secretario general del Consejo, Abdala Bishara, de que "nadie puede prote ger tan eficazmente la regi¨®n como sus propios habitantes".

Para proteger el golfo, los pa¨ªses del Consejo acordaron intensificar sus esfuerzos tendentes a poner en pie una fuerza militar conjunta de despliegue n¨¢pido, al tiempo que una delegaci¨®n castrense viaj¨® a Bagdad para informarse de las necesidades en armas por parte de Irak.

Primeras maniobras

Con vistas a la formaci¨®n de la mencionada fuerza de despliegue, los ej¨¦rcitos de las monarqu¨ªas del golfo P¨¦rsico llevaron a cabo en el mes de octubre, en Abu Dhabi, sus primeras maniobras terrestres conjuntas, y raediado de este a?o est¨¢n previstos en Balirain ejercicios en los que participar¨¢n las fuerzas a¨¦reas de los seis pa¨ªses miembros del CCG.

Estados Unidos, cuyo presidente, Ronald Reagan, asegur¨® el jueves que "nunca permitir¨¢ el bloqueo de Ormuz", intenta, por su parte, financiar con un presupuesto de 220 millones de d¨®lares (35.000 millones de pesetas), pendientes de aprobaci¨®n por el Congreso, una fuerza de intervenci¨®n r¨¢pida para el golfo, que deber¨ªa integrar dos brigadas del Ej¨¦rcito jordano.

Pero el secretario general del CCG insisti¨® esta semana en que "no cab¨ªa la menor duda de que los pa¨ªses de la regi¨®n no pedir¨¢n a nadie que les defienda".

A las reticencias de ¨ªndole nacionalista ante la posible ayuda de Washington se han a?adido ahora las vacilaciones y errores de la pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan en L¨ªbano, que han contribuido a aumentar la desconfianza de los monarcas del golfo ante la primera superpotencia occidental.

En materia religiosa, las monarqu¨ªas sunnitas han decidido adoptar una pol¨ªtica m¨¢s ortodoxa para no dar pie a ning¨²n brote de integrismo chiita.