La Iglesia cat¨®lica argentina critica por primera vez la actitud laica del Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn
La Iglesia cat¨®lica argentina comienza a medir las distancias que la han separado de los centros de decisi¨®n gubernamental, tras unos meses de silencio. Aunque Ra¨²l Alfons¨ªn es cat¨®lico, se le reprocha que el d¨ªa que tom¨® posesi¨®n de su cargo como presidente sustituyera el tradicional ted¨¦um en la catedral metropolitana por una funci¨®n de gala en el teatro Col¨®n, y que en su entorno de colaboradores proliferen agn¨®sticos e incluso ateos confesos, cuyas actuales esposas s¨®lo lo son ante los jueces paraguayos o uruguayos.
Las primeras quejas expresas de los obispos se han centrado en la pol¨ªtica cultural de los radicales y la supresi¨®n de la censura cinetriatogr¨¢fica. Carlos Gorostiza (hermano de la actriz Anal¨ªa Gad¨¦), secretario de Estado de Cultura, ha despertado apocal¨ªpticas cr¨ªticas episcopales al declarar su intenci¨®n de financiar el cine argentino con los impuestos recaudados por la exhibici¨®n de cine porno. "No se puede financiar la cultura con la pornografia", le han replicado.Mayor importancia tienen las menciones, todav¨ªa veladas, sobre el silencio de la Iglesia cat¨®lica argentina durante los a?os de la guerra sucia, la tortura y la muerte. El escritor Ernesto S¨¢bato, que preside la Comisi¨®n Nacional sobre Desaparici¨®n de Personas, ya ha denunciado ese silencio eclesial, doblemente culpable dada la influencia de la jerarqu¨ªa cat¨®lica en el pa¨ªs: una palabra de la Iglesia hubiera detenido la matanza y la tortura. Ni siquiera el Ej¨¦rcito argentino, cuyos oficiales deben profesar por ley la fe cat¨®lica, hubiera osado enfrentarse a la Conferencia Episcopal.
Sacerdotes en las prisiones
Por el contrario, la Comisi¨®n Nacional sobre Desaparici¨®n de Personas ha recabado pruebas sobre la presencia de sacerdotes en los centros clandestinos de detenci¨®n, para impartir socorro espiritual a las v¨ªctimas de la picana el¨¦ctrica.Finalmente, la pol¨ªtica radical de apoyo a las reivindicaciones de la mujer (el voto femenino e decisivo en la derrota peronista) es temida por la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica como posible camino a una ley de divorcio. En materia de costumbres, el radicalismo argentino es notablemente conservador, y la polic¨ªa reprime a los muchachos que piden la legalizaci¨®n de la marihuana.
Pero la escritora Mar¨ªa Elena Walsh y otras dos destacadas feministas han logrado del Gobierno radical algo probablemente sin precedentes en el mundo: una hora diaria en el canal de televisi¨®n del Estado. Su programa, La cigarra, expone el punto de vista feminista sobre todos los problemas del pa¨ªs.
Ra¨²l Alfons¨ªn acaba de anunciar, adem¨¢s, el env¨ªo al Congreso de un proyecto de ley equiparando los derechos de los hijos leg¨ªtimos e ileg¨ªtimos y otorgando a las mujeres la patria potestad compartida con los padres, todav¨ªa ¨²nicos detentadores del derecho, aun cuando contrajeran ,segundos o terceros matrimonios civiles fuera del pa¨ªs.
Son los problemas ante los que la Iglesia cat¨®lica argentina ha empezado, con admonitorios carraspeos, a recuperar la voz.
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