Juana Mord¨®, una vida por el arte espa?ol
Si hoy las galer¨ªas de arte no son consideradas como unas simples almonedas comerciales se debe al esfuerzo ejemplar de unos cuantos esp¨ªritus selectos que transformaron esta profesi¨®n en una aventura intelectual, apasionadamente solidaria con la trayectoria innovadora y plena de riesgos de los artistas. En nuestro pa¨ªs, tan reacio a la creaci¨®n de vanguardia y en general tan poco dispuesto al coleccionismo art¨ªstico, a pesar de no haber sido pocos los genios pl¨¢sticos de nuestra historia, el papel desempe?ado por Juana Mord¨® ser¨¢ siempre recordado. En realidad, como la c¨¦lebre Galer¨ªa Dalmau, de Barcelona, que introdujo la vanguardia hist¨®rica en la cosmopolita Catalu?a del primer tercio de siglo, Juana Mord¨® apoy¨® de forma decisiva el renacimiento vanguardista en la cerrada sociedad madrile?a de posguerra.Abri¨® su galer¨ªa en 1964, lo que significa que en este preciso a?o de 1984 se cumpl¨ªa el vig¨¦simo aniversario de su fundaci¨®n, cifra de duraci¨®n muy estimable en nuestro pa¨ªs; pero, incluso antes de iniciar esta empresa con nombre propio, Juana Mord¨®, a trav¨¦s de su trabajo en la tambi¨¦n hist¨®rica Galer¨ªa Biosca, hab¨ªa tenido un protagonismo activo en la estimulaci¨®n del arte espa?ol de ruptura.
De esta manera, su nombre ha estado asociado a casi todas las corrientes art¨ªsticas m¨¢s interesantes de nuestro pa¨ªs durante los ¨²ltimos 30 a?os, desde los informalistas de El Paso hasta las ¨²ltimas tendencias de la presente d¨¦cada.
En uno de los numerosos homenajes que ¨²ltimamente se ven¨ªan convocando como justo premio a tan dilatada y fruct¨ªfera labor, el prestigioso cr¨ªtico e historiador del arte Juli¨¢n G¨¢llego tuvo la feliz idea de sustituir la f¨¢cil ret¨®rica, propia de estas ocasiones, por el recuento de los cat¨¢logos que conservaba sobre las exposiciones celebradas en la galer¨ªa de Juana Mord¨®. Desde la perspectiva actual, la simple enumeraci¨®n nos produjo a los oyentes un efecto impresionante, ciertamente mucho m¨¢s eficaz que la glosa m¨¢s brillante. Lamento no tener aqu¨ª el espacio para repetir la lista completa, que incluye a los mejores artistas de varias generaciones, desde Sempere, Rivera, Canogar, Saura, Mart¨ªn Chirino, Guerrero, Millares, Z¨®bel, Torner, Lucio Mu?oz, Palazuelo, T¨¤pies, Pablo Serrano, etc¨¦tera, hasta el Equipo Cr¨®nica, Eduardo Arroyo, Dar¨ªo Villalba o los m¨¢s recientes Juan Mart¨ªnez y Miguel ?ngel Campano.
Con el paso del tiempo, Juana Mord¨® alternaba la fidelidad a los artistas ya definitivamente consagrados, entre los que no pocos alcanzaron la popularidad en su galer¨ªa, con otros valores recientes. Pueden servirnos de ejemplo las tres ¨²ltimas exposiciones de este a?o: en enero, Joaqu¨ªn Risue?o, jovenc¨ªsimo pintor realista, que presentaba en Juana Mord¨® su primera muestra individual; en febrero, la impresionante obra gr¨¢fica de Lucio Mu?oz, a la vez que en Arco exhib¨ªa la obra ¨²ltima de Ant¨®n Lamazares, otro joven espa?ol con creciente ¨¦xito internacional; en marzo, anunciada a partir del d¨ªa 14, el holand¨¦s Pat Andrea...
Mujer de ampl¨ªsima cultura, genio vivo e inquieto, energ¨ªa desbordante y fineza de esp¨ªritu, Juana Mord¨® era una apasionada del arte, que se deleitaba con perspicacia en sus detalles m¨¢s sobresalientes y, sobre todo, que contagiaba el entusiasmo.
Era toda una instituci¨®n, pero sin caer nunca en el engolamiento y en la arrogancia. Dispuesta siempre a admirar, que es lo propio de los seres admirables, era incansable en su amor por la vida y la belleza. Con su muerte no s¨®lo lamentamos la ausencia de la gran galerista y de la gran se?ora, sino tambi¨¦n la p¨¦rdida de una personalidad irrepetible, cuyos rasgos m¨¢s anecd¨®ticos recordaremos siempre con ternura
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.