Marcel Ophuls califica de pornogr¨¢fico el cine documental y dice que su filme es como un 'western'
El realizador present¨® en Barcelona su pel¨ªcula sobre la ocupaci¨®n alemana, 'Le chagrin et la piti¨¦'
La exhibici¨®n de Le chagrin et la pitie de Marcel Ophuls, de cuatro horas y media de duraci¨®n, in¨¦dito en Espa?a, el pasado jueves en Barcelona, se convirti¨® en la sesi¨®n de m¨¢s inter¨¦s de las que se han celebrado hasta este momento en el cielo de cine sobre la segunda guerra mundial celebrado en la Flimoteca. El realizador francoalem¨¢n que estuvo en el debate posterior al pase considera que el cine documental bordea la pornograf¨ªa. Y su filme, que habla de la ocupaci¨®n en una ciudad francesa, lo define de westera.
El relato de Le chagrin et la piti¨¦ se estructura a partir de las declaraciones de 30 personas que vivieron la ocupaci¨®n por los alemanes de la ciudad de Clermont-Ferran. "La yuxtaposici¨®n de su recuerdo individual es la base del filme y es tambi¨¦n lo que justifica su larga duraci¨®n", en palabras del realizador. En una pel¨ªcula que quiere ser "de autor aunque con pocos comentarios personales", Marcel Ophuls utiliza la t¨¦cnica m¨¢s espont¨¢nea de la entrevista, esto es, "sin la puesta en escena que caracterizar¨ªa la ficci¨®n". En muchos casos, Ophuls ni conoc¨ªa a quienes iba a interrogar sobre su pasado.
Manipular, una profesi¨®n
Como documentalista, Ophuls reivindica su car¨¢cter de hombre de espect¨¢culos: "Es una condici¨®n que debe aceptarse con todos los peligros que ello supone", afirma. Son los peligros que comporta la habilidad cinematogr¨¢fica en el momento de cortar y pegar los materiales de que se dispone. "Nunca he manipulado en el significado de las frases dichas por mis interlocutores. Y sin embargo, reconozco que mi profesi¨®n es la de manipular im¨¢genes, de modo que esta manipulaci¨®n puede convertirse en la verdad o la mentira expresada por un autor.
"Hay una secuencia documental, filmada el d¨ªa del armisticio, en la que Hitler aparece como una lanzadera al lado del tren en el que viaja. El dictador pasea golpe¨¢ndose un muslo con el brazo. Un montador ingl¨¦s, con un trabajo de vaiv¨¦n en la moviola, la convirti¨® en una escena burlesca de danza: parec¨ªa que Hitler celebrara la victoria de los aliados".
'La memoria corta'
Pero a Marcel Ophuls no le gustan estas manipulaciones. Admira a Flaherty, considerado como el padre del cine documental: "Fue un verdadero hombre de espect¨¢culos. Su Nanook of the North es un filme supermanipulado". Pero, si cabe hablar de admiraci¨®n, incluso prefiere a Murnau, cuyo filme Tab¨² "es una per fecta lecci¨®n de c¨®mo hacer cine en contra de una sociedad jerar quizada y en defensa de la liber tad".
El cine documental est¨¢ a un paso de la pronograf¨ªa, en opi ni¨®n de Ophuls: "Nunca veo cine documental", afirma. Y es esa la sensaci¨®n que dan algunas de la secuencias de Le chagrin et la piti¨¦ y muy especialmente, en la se gunda parte del filme, cuando un franc¨¦s que milit¨® en las juventudes de la S S , explica las razones de su nazismo y de su reconversi¨®n. As¨ª tambi¨¦n parecen pornograf¨ªa las declaraciones de un actor homosexual, un esp¨ªa que tem¨ªa no comportarse como un hombre valiente dada su condici¨®n sexual. El esp¨ªa aparece sentado acariciando un gato, y explica c¨®mo se enamor¨® de un militar graduado alem¨¢n que le pasaba informaci¨®n y su temor a traicionarle en el terreno amoroso.
Es evidente que Ophuls no se identifica con todos los personajes entrevistados en su filme. "Le chagrin et la piti¨¦ es un western en el que hay buenos y malos". Pero el realizador prefiere hablar de las actitudes que de las personas. La cara de los entrevistados aparece a menudo en un primer plano -sobre todo Pierre Mend¨¦s France, el gran protagonista del filme- del que puede desprenderse que el personaje est¨¢ en el momento de mayor sinceridad consigo mismo.
Hijo de Max Ophuls, se dedic¨® al cine documental por casualidad. "Hice un filme de ficci¨®n que no era sensacional pero que tuvo la mala suerte de estrenarse al m¨¢smo tiempo que el Alphaville de Godard. Tras el fracaso entr¨¦ a traba ar en televisi¨®n, donde al cabo de unos a?os me propusieron hacer un filme hist¨®rico. Nunca he realizado proyectos propios. Siempre trabajo por encargo".
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