Miguelito, el ni?o heroin¨®mano barcelon¨¦s, se recupera en el centro de El Patriarca en Lugo
Miguelit¨®, el ni?o de 12 a?os adicto a la hero¨ªna desde los 10, ha terminado la dif¨ªcil etapa de aventuras entre el Tribunal Tutelar de Menores y las calles del barrio barcelon¨¦s de La Mina. Ahora vive a orillas del r¨ªo Masma, en un peque?o valle del municipio lucense de Mondo?edo, rodeado de campos y pinares en el palacio del Buen Aire, anta?o residencia de obispos y que actualmente regenta la comunidad terap¨¦utica del Patriarca, en la que est¨¢n acogidos todos los menores de edad que ingresan en la asociaci¨®n por ser el centro que cuenta con mejores instalaciones para su atenci¨®n. Caminatas, tisanas, masajes, ba?os y un trabajo manual forman parte de la terap¨¦utica que puede salvar a Miguel
La llegada de Miguelito a Masma no ha supuesto en la vida de la comunidad ni en las tareas de recuperaci¨®n de los ex toxic¨®manos ning¨²n cambio que no sea el impuesto por las visitas casi constantes de periodistas, para los que tiene la ¨²nica respuesta de que "estoy aqu¨ª por el accidente que tuve en la rodilla".Estas visitas han motivado un claro malestar no s¨®lo entre los responsables del Patriarca, porque "no podemos hacer de ¨¦l un peque?o h¨¦roe ni centrar nuestro trabajo de 14 a?os en un ni?o ni en un caso cuando hay otros muchos iguales", sino para ¨¦l mismo, que no entiende muy bien todo el revuelo que se ha formado y se pregunta "?qu¨¦ me quiere esta gente?", a la vez que recuerda que "ayer un se?or me hizo m¨¢s de 100 fotos, no s¨¦ para qu¨¦".
A media ma?ana del s¨¢bado Miguel Fern¨¢ndez N¨²?ez, Miguelito para todos sus compa?eros, lleg¨® al palacio del Masma, en donde, y tras el obligado registro, fue recibido y saludado por los 130 j¨®venes que comparten las instalaciones, de los cuales 45 tienen entre los 14 y 18 a?os. Tras serle mostrado el lugar en el que permanecer¨¢ en los pr¨®ximos meses, jug¨® un partido de f¨²tbol marcando cuatro goles. "No es que yo sea muy bueno", coment¨® sonriente con aspecto de ni?o simp¨¢tico y vivaracho, "ser¨¢ que ellos son malos".
El domingo por la ma?ana vio por primera vez un r¨ªo y acudi¨® a un monte pr¨®ximo a cortar le?a, ya que, seg¨²n sus responsables, "lleg¨® bastante bien y con un s¨ªndrome de abstinencia normal".
'Un ni?o muy abierto'
Hasta la pr¨®xima semana Miguelito va a permanecer acompa?ado en todo momento, como establecen las reglas de la comunidad. Las tisanas para descontractar los m¨²sculos, las largas caminatas, los ba?os y masajes van a ocupar preferentemente el tiempo de esta nueva etapa de la vida del ni?o, del que todos coinciden en asegurar que "es bastante gracioso y muy simple y abierto. Se encuentra aqu¨ª como si estuviese desde siempre, y habla con nosotros como si nos conociese de toda la vida. Es muy abierto".Miguelito, que, qui¨¦rase o no, goza de las simpat¨ªas de todos los que viven en el palacio del Buen Aire, va a tener que elegir la pr¨®xima semana la labor que desea desempe?ar dentro de la comunidad. Y ya casi lo ha hecho porque prefiere ir al taller de carpinter¨ªa al tener que escoger entre ¨¦ste, las labores de cultivo de los huertos o cuidar alguna de las tres vacas con que cuenta la asociaci¨®n.
"Miguelito es un ni?o que no tuvo ni?ez", asegura el responsable de la comunidad lucense, el franc¨¦s ?tienne. "Y poco a poco tiene que coger confianza, aunque por su car¨¢cter abierto y cordial nos da la impresi¨®n de que lo har¨¢ antes que otros. Si nuestra ¨²nica meta es apartarnos de la droga, tenemos que hacerlo ofreciendo algo, diversi¨®n y trabajo. Una organizaci¨®n es, precisamente, lo que nos ha faltado cuando est¨¢bamos en la calle. Aqu¨ª hay un orden estabIecido que suple el desorden anterior".
Quiere ser cantante
Miguelito ha encontrado en Masma el afecto y la comprensi¨®n de sus compa?eros. Aqu¨ª podr¨¢ aprender un oficio aunque "cuando sea mayor quiero ser cantante de rock o de buler¨ªas, eso da igual, pero cantante", y seguir estudiando, porque "me gusta mucho leer, sobre todo comics, y de ellos El V¨ªbora", pero por encima de todo tendr¨¢ que olvidar la hero¨ªna, en la que entr¨® a los 10 a?os, y por el momento tendr¨¢ que olvidar tambi¨¦n a su familia, a la que seg¨²n afirm¨®, recuerda con frecuencia, y a Catalu?a, que "me gusta m¨¢s que esto aunque aqu¨ª no estoy mal".Seguidor del Barcelona, aunque no le agrade Maradona, y desconf¨ªe de que el equipo catal¨¢n gane este a?o el Campeonato de Liga, "pero me da igual, porque quiero que la gane el que mejor juegue", Miguelito ha iniciado una nueva etapa de su vida, lejos de su padre, que permanece en la c¨¢rcel Modelo de Barcelona a la espera de juicio por tr¨¢fico de drogas, de sus hermanos, menores que ¨¦l, y de su madre, a la que record¨® mientras lo fotografiaban y tras recibir la promesa de que se le har¨ªa llegar una copia solicitando que "oye, pues m¨¢ndame dos ?no?, as¨ª le mando una a mi vieja".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.