Centros para minusv¨¢lidos

Como padres de una adolescente con desajustes de desarrollo mental leemos con sumo inter¨¦s el suplemento que a la educaci¨®n dedica los martes su peri¨®dico. Enhorabuena por la reciente distinci¨®n, muy merecida, de que ha sido objeto por parte de la Fundaci¨®n Reina Sof¨ªa.Como es sabido, cada vez son m¨¢s los especialistas en educaci¨®n especial que propugnan la paulatina reinserci¨®n de ni?os como nuestra hija en centros normales, con el fin de aprovechar como terapia los efectos que la convivencia diaria con ni?os sin problemas m¨¢s o menos graves de desarrollo puede traer consigo. Parece que esta es la raz¨®n por la cual algunos centros especiales, como el que elegimos para nuestra hija, se encuentran ya en proceso de paulatino desmantelamiento, raz¨®n por la cual empiezan a carecer de ciertos servicios.

Preocupados por los problemas que puede acarrear en la diaria asistencia al centro de ense?anza elegido la aludida eliminaci¨®n de servicios y tratando de colaborar en un cambio de enfoque que nos parece acertado, cre¨ªmos conveniente ponernos en contacto con la direcci¨®n del colegio nacional m¨¢s cercano a nuestro domicilio con miras a conseguir que nuestra hija vaya pasando gradualmente de un centro a otro. Pero en el nuevo centro no se encuentran a¨²n preparados para afrontar el cambio que supone tener entre sus alumnos ni?os con problemas de desarrollo mental.

Ante esta situaci¨®n nos encontramos en el deber de denunciar los grav¨ªsimos problemas que pueden plantearse a muchas familias como la nuestra y tambi¨¦n de hacer una recomendaci¨®n urgente. Bien est¨¢ el cambio de enfoque, pero, por favor, que se frene el levantamiento de servicios en los centros especiales hasta tanto no est¨¦n acondicionados los servicios y debidamente mentalizados los educadores de los centros normales. /