Nadie reclama las 500.000 pesetas empleadas por un dirigente del PSOE en el intento de soborno de Murcia

Las 500.000 pesetas que fueron ingresadas en la cuenta del periodista Joaqu¨ªn Garc¨ªa Cruz, como parte del soborno propuesto por el dirigente socialista Francisco Serrano y por el subcomisario de polic¨ªa excedente Jos¨¦ Antonio Asensio, contin¨²an depositadas en una notar¨ªa de Murcia, sin que nadie haya acudido a reclamarlas, pese al archivo de las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de dicha ciudad sobre dicho caso. Ese dinero proced¨ªa de un particular, seg¨²n pudo establecerse en las citadas diligencias, pese a lo cual es el ¨²nico punto que el juez, ha considerado merecedor de una m¨¢s amplia investigaci¨®n.

No obstante, medios jur¨ªdicos de la regi¨®n consideran poco probable que esa investigaci¨®n aporte grandes novedades. Seg¨²n pudo establecerse en las diligencias ahora archivadas, las 500.000 pesetas ingresadas por J. A. A. G. -iniciales que coinciden con las del subcomisario excedente Jos¨¦ Antonio Asensio Gir¨®n, una de las personas que llev¨® las negociaciones con los dos redactores- hab¨ªan sido entregadas por el ex secretario de finanzas del PSOE y ex concejal de Murcia Francisco Serrano.Este ¨²ltimo declara haber obtenido esa cantidad de un amigo suyo, Miguel L¨®pez, comerciante, que le dio el dinero como devoluci¨®n de un pr¨¦stamo anterior. El comerciante ha ratificado tal entrega, sin reconocer, por supuesto, ninguna otra finalidad que la de devoluci¨®n de un pr¨¦stamo.

A su vez, tanto la organizaci¨®n socialista de Murcia como el ayuntamiento de la capital han indicado que el dinero no sali¨® de sus respectivas cuentas. Por tanto, salvo que surjan nuevos elementos en el caso, existen muchas posibilidades de que la controvertida entrega de las 500.000 pesetas quede circunscrita a un asunto particular, ya que, seg¨²n el auto judicial que archiv¨® la querella de los periodistas, no constituye delito, ni tan siquiera falta.

La Verdad insiste en no dar el caso por cerrado, y para ello ha presentado recurso de reforma contra el auto judicial que archiv¨® las diligencias; el recurso insiste, sobre todo, en el problema del atentado contra la libertad de expresi¨®n, y no en el del cohecho, que, seg¨²n el C¨®digo Penal, s¨®lo es aplicable a funcionarios p¨²blicos.

Por su parte, el fiscal jefe de la Audiencia de Murcia, Augusto Morales, ha declarado que no s¨®lo est¨¢ excluida toda infracci¨®n penal en el asunto, sino que los periodistas en cuesti¨®n tienen "much¨ªsima suerte" de no estar procesados. "Si el soborno a que ellos se han referido hubiera estado castigado como cohecho en el C¨®digo Penal", afirma el fiscal, "en este momento tendr¨ªan que estar sancionados o castigados o procesados, en el t¨¦rmino procesal oportuno, no solamente los sobornadores, sino los sobornados, porque en el cohecho, cuando existe tal cohecho, se castiga tanto a los que ofrecen la d¨¢diva o la entrega de la d¨¢diva como a los que la reciben".

Circulan rumores de todo tipo en la regi¨®n de Murcia acerca de las circunstancias en las que se ha producido el soborno. Una de esas historias apunta a la dimisi¨®n del periodista Garc¨ªa Cruz y del redactor jefe de La Verdad que intervino en el seguimiento de las actividades de los redactores para averiguar el origen del soborno.

Ambos contin¨²an vinculados a la redacci¨®n del medio; el redactor jefe ha suprimido una columna de opini¨®n que manten¨ªa desde hac¨ªa 12 a?os, mientras que Garc¨ªa Cruz estudia, desde hace varios meses, la posibilidad de vincularse a otro proyecto profesional.