Un desesperado intento por recuperar el poder
El intento de golpe de Estado del viernes en Camer¨²n aparece como un desesperada tentativa del ex presidente Ahmad¨² Ahiyo por recuperar el poder que cedi¨® voluntariamente hace 16 meses, antes de que su sucesor consolide definitivamente su control sobre el aparato pol¨ªtico y militar del pa¨ªs.Cuando Ahiyo abandon¨® la presidencia y se retir¨® a vivir en la capital francesa, conserv¨® no obstante las riendas del partido ¨²nico, la Uni¨®n Nacional Camerunesa (UNC), e impuso a Biya un Gobierno y una guardia presidencial que le eran fieles. Biya, por su parte, inici¨® un firme proceso de recuperaci¨®n de todas las prerrogativas de que disfrutaba su antecesor. Paulatinamente, y a lo largo de cuatro reajustes ministeriales, fue apeando a los ministros de menor importancia que manten¨ªan su obediencia a Ahiyo.
En agosto de 1983 se produjo un intento de golpe protagonizado por la guardia presidencial, y la respuesta de Biya signific¨® una abierta declaraci¨®n de guerra a Ahiyo: destituy¨® al primer ministro y al titular de Defensa, dividi¨® la provincia norte (feudo de Ahiyo) y reorganiz¨® el Ej¨¦rcito, nombrando tres generales y designando como jefe de las fuerzas arma das a su pariente y amigo Pierre Semengu¨¦, ¨²nico general del pa¨ªs Biya pareci¨® apostar por el Ej¨¦rcito como garante de su permanencia en el poder.
Con el Ej¨¦rcito de su lado, y obtenido un amplio consenso popular con su pol¨ªtica aperturista, Biya abord¨® despu¨¦s el objetivo de controlar la UNC, lo que logr¨® en noviembre pasado. El 14 de enero, Biya result¨® reelegido por el 99% de los votantes, siendo el candidato ¨²nico, aunque estuviera permitida la presentaci¨®n de otros. Consolidado su poder, Biya hizo juzgar a su antecesor, obteniendo su condena a muerte, luego conmutada en un gesto conciliador. La lucha entre Ahiyo y Biya parece centrada ahora en el control de las finanzas del pa¨ªs, dado que Ahiyo manten¨ªa en bancos norteamericanos y suizos el grueso de los ingresos petroleros del pa¨ªs, provocando duras cr¨ªticas por parte de Francia. Par¨ªs parece haber buscado la alianza de Ahiyo, quiz¨¢ a cambio de la transferencia a cuentas francesas de dinero depositado en otros pa¨ªses. De hecho, Par¨ªs apoy¨® significativamente al ex presidente el pasado a?o. Washington, sin embargo, apoya abiertamente a Biya.
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