La triple s¨ªncronia
Un reciente viaje a Jap¨®n permiti¨® al autor visitar diversas instituciones econ¨®micas y sociales, entrevistarse con responsables del sector privado y de la Administraci¨®n y calibrar in situ alguas de las realizaciones actualmente en marcha en el pa¨ªs del Sol Naciente. En una serie de tres art¨ªculos analiza los distintos aspectos de la actual experiencia econ¨®mica, social y pol¨ªtica de la importante naci¨®n asi¨¢tica.
Lo que m¨¢s ha vuelto a impresionarme de Jap¨®n -10 a?os despu¨¦s de mi primera visita, en el verano de 1973, en pleno auge todav¨ªa, antes de la crisis energ¨¦tica- es la sincron¨ªa de tres densidades: la demogr¨¢fica, la econ¨®mica y la tecnol¨®gica. Con 378.000 kil¨®metros cuadrados de superficie (equivalente a s¨®lo un 75% de la extensi¨®n de Espa?a), Jap¨®n cuenta con 120 millones de habitantes, situ¨¢ndose a la cabeza de los grandes pa¨ªses en lo que a densidad poblacional se refiere, con casi 320 habitantes por kil¨®metro cuadrado, el cu¨¢druple de Espa?a. Pero la densidad real de Jap¨®n es a¨²n mayor: el suelo utilizable a efectos agr¨ªcolas y urbanos no supera el 25% -el resto son zonas monta?osas-, resultando as¨ª que la densidad efectiva se eleva a la casi incre¨ªble cifra de 1.280 personas por kil¨®metro cuadrado. No es preciso examinar muchas estad¨ªsticas para verificar el fen¨®meno. Basta con caminar por las calles de Tokio, Osaka o Yokohama, o viajar en el metro de la capital nipona.La segunda densidad es la econ¨®mica. Con 1,15 billones de d¨®lares (172,5 billones de pesetas) de Producto Interior Bruto (PIB) en 1981, Jap¨®n equivale a casi el 40% de EE UU y al 75% de la URSS. Con la particularidad de que en el caso de Jap¨®n esa magnitud, expresiva de la actividad econ¨®mica en todas sus manifestaciones, se genera en un ¨¢rea geogr¨¢fica que equivale al 4% de la superficie de EE UU y al 1,7% de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ambas comparaciones nos dan una idea de la densidad econ¨®mica de Jap¨®n, que se manifiesta en las fuertes concentraciones urbanas industriales a lo largo de la costa del Pac¨ªfico, y que solamente encuentra un cierto remanso -con un indudable esp¨ªritu pionero como regi¨®n fronteriza en el extremo norte-, en la isla de Hokaido, donde todav¨ªa hay grandes espacios abiertos.
La tercera de las densidades es la tecnol¨®gica. En las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, Jap¨®n ha avanzado de forma muy destacada en las tecnolog¨ªas industriales de base y, sobre todo, en las industrias de punta y en los servicios financieros. Es lo que permite que su elevada poblaci¨®n haya alcanzado niveles de consumo muy altos en un territorio bien limitado. El desarrollo de la microelectr¨®nica es el paradigma de todo ese fen¨®meno, con previsiones a plazo medio que, de confirmarse, podr¨ªan significar para EE UU la p¨¦rdida de la hegemon¨ªa en este importante sector. Concretamente, en Jap¨®n funciona el Instituto para la Nueva Generaci¨®n de Tecnololog¨ªa de Computadoras (ICOT), en el que ya se investiga sobre la quinta generaci¨®n de ordenadores. El prop¨®sito consiste en que los nuevos computadores puedan o¨ªr, ver, hablar, dibujar y relacionarse con la misma facilidad con que hoy solamente lo hacen los humanos.
Tecnificacion y crecimiento
Por lo dem¨¢s, la tecnificaci¨®n, no s¨®lo en lo inform¨¢tico, sino a todos los niveles, es lo ¨²nico que hace factible un crecimiento acomodable a las capacidades del medio en t¨¦rminos ambientales, pues de otro modo se habr¨ªan llegado al l¨ªmite en las zonas m¨¢s densas. En la visita que realic¨¦ a la f¨¢brica de autom¨®viles robotizada de Zama comprob¨¦ el alto grado de robotizaci¨®n de las cadenas de montaje. Con la inversi¨®n realizada en centenares de robots, esta f¨¢brica, en la misma superficie que antes, produce ahora 35.000 autom¨®viles al mes, con 5.000 obreros, con una productividad por hombre triple de la que ten¨ªa hace s¨®lo 10 a?os.
Pero no son solamente los desarrollos tecnol¨®gicos industriales de los que surge el poder¨ªo econ¨®mico japon¨¦s. La onda de desarrollo se manifiesta -por ejemplo- en los progresos de la acuicultura, que de una producci¨®n en granjas marinas de 414.000 toneladas m¨¦tricas en 1975 ha pasado a 1.034.000 toneladas m¨¦tricas en 1982. Como tambi¨¦n el avance tecnol¨®gico es patente en los transportes, en el tren bala que pronto engarzar¨¢ todo el archipi¨¦lago; para resolver el ¨²ltimo tramo pendiente, con el enlace fijo de la isla de Hondo a la de Hokaido, ya est¨¢ casi terminada la construcci¨®n del t¨²nel subterr¨¢neo y submarino de Seikan -cuyas impresionantes obras tuve ocasi¨®n de visitar-, con una longitud de 53,9 kil¨®metros (ser¨¢ el m¨¢s largo del mundo), de los cuales 23,3 kil¨®metros transcurren bajo el mar, con 240 metros en su cota de m¨¢xima profundidad. Un precedente de indudable inter¨¦s de cara al estrecho de Gibraltar.
Pero con todo, el progreso t¨¦cnico se aprecia en la tendencia a la informatizaci¨®n integral, en manifestaciones tan diversas como una industria hotelera de gran capacidad y calidad; en los grandes almacenes, que est¨¢n abiertos los domingos y festivos; en las bibliotecas p¨²blicas, en las cuales los ¨ªndi:ces de obras y autores resultan supermanejables gracias al ordenador, que permite localizar inmediatamente el libro que se desea. En la visita que hice a la ciudad cient¨ªfica de Tsukuba (investigaciones sobre fusi¨®n nuclear, biogen¨¦tica, ling¨¹¨ªstica, etc¨¦tera) pude comprobar c¨®mo la v¨ªa cient¨ªfica y tecnol¨®gica es la senda fijada para el futuro desarrollo de Jap¨®n.
Los m¨¢s optimistas piensan que la triple sincron¨ªa se?alada es el origen de una serie de fen¨®menos sin¨¦rgicos; en cuanto que la avanzada racionalidad econ¨®mica y el importante nivel tecnol¨®gico. permiten un alto nivel de vida a tan numerosa poblaci¨®n en tan limitado territorio. Las econom¨ªas de escala de los grandes conglomerados empresariales se ven potenciadas por las econom¨ªas de aglomeraci¨®n y por los avanzados medios t¨¦cnicos que se van haciendo normales en todas las actividades.
Fen¨®meno singular
Un observador menos optimista podr¨¢ considerar, en cambio, que en Jap¨®n, si no a los l¨ªmites al crecimiento, s¨ª puede estarse pr¨®ximo a los l¨ªmites de densidad. Incluso podr¨¢ hacerse referencias a ciertas secuelas: las cifras crecientes del alcoholismo, las enfermedades mentales en alza, la alta tasa de suicidios o la proliferaci¨®n de mafias m¨¢s o menos fuertes y amplias en toda la importante ¨¢rea en expansi¨®n de la industria del ocio.
Pero se?alar esos rasgos negativos de forma tremendista como indicadores de una situaci¨®n de desgracia nacional ser¨ªa bastante necio. Los japoneses se han adaptado a su nueva forma de vivir; con un fuerte grado de cohesi¨®n social, bajos niveles de criminalidad y con un sentido admirable de la dignidad, del respeto mutuo e incluso de la cortes¨ªa. Claro que para explicar todo eso habr¨ªa que profundizar, como tantas veces se ha hecho, en el pasado hist¨®rico y cultural. Mucho de lo sociol¨®gico en Jap¨®n no es exportable.
La singularidad del fen¨®meno japon¨¦s queda patente en lo que podr¨ªamos llamar "por ampliaci¨®n al absurdo". Si el mundo tuviera las mismas densidades que Jap¨®n, la poblaci¨®n del planeta estar¨ªa en torno a los 36.000 millones de habitantes (s¨®lo somos 4.500) y el producto bruto mundial (PBM) alcanzar¨ªa a 43,57 billones de d¨®lares, cuando en realidad el PBM s¨®lo llega a 11,72 billones.
es catedr¨¢tico de Estructura Econ¨®mica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.