El Gobierno franc¨¦s hace p¨²blico un proyecto de ley sobre la ense?anza privada que no satisface ni a laicos ni a cat¨®licos
Tras dos largos a?os de negociaciones y debates, el Gobierno franc¨¦s aprob¨® ayer el proyecto de ley que reglamentar¨¢ las relaciones entre el Estado y los centros privados de ense?anza primaria y secundaria. El texto, que el Ejecutivo someter¨¢ a la aprobaci¨®n de la Asamblea de Diputados, no satisface plenamente ni a los responsables de la escuela cat¨®lica ni a los partidarios de la escuela laica.
Pese a que la ense?anza privada es minoritaria en Francia, cerca de dos millones de ni?os y j¨®venes franceses estudian en centros privados subvencionados por el Estado, en los que dan clase 113.000 profesores. De estos centros privados el 93 por ciento son de la Iglesia cat¨®lica. El tema m¨¢s pol¨¦mico, sobre la conversi¨®n en funcionarios de los profesores de la ense?anza privada, no ha sido incluido en la ley.El portavoz del Gobierno franc¨¦s, Max Gallo, explic¨® ayer, al final del Consejo de Ministros que aprob¨® el proyecto de ley, que el Ejecutivo, tras muchas horas, meses, a?os de concertaci¨®n y de compromisos; desea caminar con tacto "hacia la paz escolar mediante el hallazgo del punto de equilibrio". De momento, al menos, el resultado es otro: los laicos, por unas razones, y los cat¨®licos, por las suyas, anuncian reservas para la nueva etapa de guerra escolar que se avecina.
El proyecto de ley gubernamental recoge tres de los cuatro puntos que resumen la problem¨¢tica de las relaciones entre el Estado y la escuela privada, seg¨²n la ¨²ltima versi¨®n elaborada, al inicio del a?o en curso, por el ministro de Educaci¨®n, Alain Savary. Esos tres cap¨ªtulos, en principio, hab¨ªan sido negociados con la jerarqu¨ªa cat¨®lica y ambas partes hab¨ªan llegado a un acuerdo. Seg¨²n el texto del Gobierno, esos tres cap¨ªtulos condensan todos los pormenores relativos al funcionamiento de las escuelas privadas y a sus relaciones con el Estado o con las colectividades territoriales.
Esquem¨¢ticamente, la nueva ley -pendiente a¨²n de discusi¨®n en la Asamblea de Diputados- puede resumirse as¨ª: se establece igualdad entre la ense?anza p¨²blica y la privada a la hora de poder elegir escuela (antes s¨®lo gozaban de libertad total los cat¨®licos). La financiaci¨®n correr¨¢, como antes, a cargo del Estado, pero ser¨¢ m¨¢s "restrictiva y m¨¢s sana"; esto quiere decir que, de una manera general, la ense?anza cat¨®lica tendr¨¢ que justificar sus gastos con mayor precisi¨®n. Y, por otra parte, durante los pr¨®ximos seis a?os el Estado se har¨¢ cargo, si fuera necesario, de la financiaci¨®n correspondiente a los municipios.
El otro cap¨ªtulo esencial de la ley concierne al nuevo marco jur¨ªdico que reglamentar¨¢ las escuelas privadas: la ley estipula la creaci¨®n de los llamados "establecimientos de inter¨¦s p¨²blico".
Estos organismos, que acoger¨¢n a uno o a varios centros de ense?anza privada, nuclear¨¢n todos los aspectos del funcionamiento de cada una de las escuelas que lo integran, empezando por el m¨¢s fundamental, que consiste en recoger fondos p¨²blicos y repartirlos.
Punto conflictivo
Aqu¨ª se acaba el proyecto de ley aprobado. El punto m¨¢s conflictivo entre el Gobierno y la escuela cat¨®lica ha sido excluido de la ley: es el tocante a los profesores, que el Estado, escalonadamente, desea convertir en funcionarios del Estado. Dicho proceso, para la Iglesia, es un principio "de integraci¨®n rampante" de la escuela cat¨®lica en el sector laico. El tema va a ser objeto de concertaci¨®n, declar¨® ayer el Gobierno, y un decreto ley rematar¨¢ la normativa oficial.Para el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, se trata de un texto "liberal", basado en tres principios: libertad, responsabilidad y renovaci¨®n del sistema educativo. Nadie pone en duda la voluntad del Gobierno de satisfacer a los cat¨®licos y a los laicos. Tal vez por ello cada cual encuentra cojo el proyecto de ley que pretende conseguir la paz escolar y que, de momento, la reaviva.
La ¨²ltima muestra de complicidad del Gobierno socialista con los cat¨®licos fue la supresi¨®n, ayer, del cap¨ªtulo de la ley que ofrec¨ªa la oportunidad, en un plazo de seis a?os, a los maestros de escuelas privadas, que reciben su sueldo del Estado, de convertirse en funcionarios del Estado. Ello se debi¨® probablemente a la intervenci¨®n, anteayer, del arzobispo de Par¨ªs, Jean Marie Lustiger, que en v¨ªsperas del Consejo de Ministros, pronunci¨® un "no" rotundo y oficial a la "estatalizaci¨®n" de los maestros cat¨®licos. Paralelamente, el Gobierno le hizo un "regalo" a los laicos, al establecer que el Estado pagar¨¢ durante seis a?os en lugar de los municipios.
Las primeras reacciones de los unos y los otros, ayer, no fueron categ¨®ricas, en espera de la discusi¨®n definitiva de la ley, pero s¨ª simb¨®licas. El d¨ªa pr¨®ximo d¨ªa 25 los laicos han convocado manifestaciones en toda Francia. Socialistas, comunistas y sindicatos de izquierda se han adherido a esta convocatoria. Los defensores de la ense?anza cat¨®lica advierten que pueden convocar una gran concentraci¨®n nacional en Par¨ªs para el 16 o el 26 de mayo.
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