Los 'militares de abril' insisten en que no pretenden formar un partido pol¨ªtico
Los militares de abril no quieren formar un partido pol¨ªtico; ¨²nicamente pretenden hacer su contribuci¨®n a la defensa de las condiciones necesarias para que el pueblo portugu¨¦s pueda decidir libremente su destino. La intervenci¨®n del comandante Vasco Louren?o, presidente de la Asociaci¨®n Veinticinco de Abril, en el ya tradicional almuerzo de fraternidad de los oficiales del que fue Movimiento de las Fuerzas Armadas, celebrado ayer, tuvo como principal objetivo deshacer cualquier equ¨ªvoco acerca de la no participaci¨®n de los protagonistas de la revoluci¨®n de los claveles en las conmemoraciones oficiales.
Significativamente, la pol¨¦mica surgida entre la asociaci¨®n y el Gobierno, lejos de debilitar a la primera, contribuy¨® a reforzarla, y ya son m¨¢s de 2.000 oficiales miembros de la agrupaci¨®n.Vasco Louren?o dijo que los militares, que respetaron la promesa de devolver la soberan¨ªa al pueblo, no aspiraban a convertirse en "conductores de masas". Manifest¨® que si el movimiento social no se interrumpe, "tendr¨¢ lugar en Portugal la revoluci¨®n necesaria para cumplir lo que falta por realizar de los objetivos de abril de 1974".
El ¨²nico papel que cabe a los militares "democr¨¢ticos" es defender las libertades reconquistadas e impedir que, contra la voluntad de la mayor¨ªa, las fuerzas armadas puedan alg¨²n d¨ªa transformarse de nuevo en instrumento de represi¨®n.
Con las conmemoraciones del d¨¦cimo aniversario de la revoluci¨®n termin¨® tambi¨¦n un per¨ªodo de tregua en la vida pol¨ªtica portuguesa. Los sindicatos de orientaci¨®n comunista, que integran la Confederaci¨®n General de Trabajadores Portugueses (CGTP) intersindical, preparan activamente las manifestaciones del primero de mayo, que se celebran, una vez m¨¢s, bajo el signo de la division del movimiento sindical portugu¨¦s: la UGT, de orientaci¨®n socialista y socialdem¨®crata, se ha disociado abierta y p¨²blicamente de los actos organizados por la CGT.
Esta ¨²ltima central, de tendencia comunista, ha radicalizado su oposici¨®n a la pol¨ªtica seguida por el Gobierno de Mario Soares exigiendo su dimisi¨®n.
Todos los problemas pol¨ªticos y econ¨®micos vuelven ahora al primer plano de la actualidad, con la perspectiva de nuevos aumentos de precios de los productos y servicios de primera necesidad y especulaciones acerca de una pr¨®xima "remodelaci¨®n" del Gobierno.
Una vez m¨¢s, los dos partidos de la coalici¨®n parecen sacar conclusiones diametralmente opuestas de la situaci¨®n.
Del lado socialista, voces cada vez m¨¢s numerosas alertan a Mario Soares por el desgaste que la pol¨ªtica seguida significa para el principal partido de la mayor¨ªa gubernamental.
Los socialdem¨®cratas, por su lado, quieren exigir "m¨¢s dinamismo" en la acci¨®n del Gobierno, y entre las prioridades que se?alan figuran la pol¨ªtica agraria, la revisi¨®n de la legislaci¨®n laboral, la reconversi¨®n de las empresas p¨²blicas y la liquidaci¨®n definitiva de la ?reforma agraria", cuestiones que suscitan reticencias entre los socialistas.
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