'El clavo', un filme de calidad

Respondiendo al ¨¦xito que en 1943 obtuvo El esc¨¢ndalo, dirigida por Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia, se apresur¨® Rafael Gil a adaptar otra novela de Pedro Antonio de Alarc¨®n: su concepto del melodrama y el valor a?adido de tratarse de una obra literaria otorgaban a estas adaptaciones cierta seguridad de productos rentables, tanto por las ayudas ministeriales de que tales empe?os disfrutaban como por el probado ¨¦xito de taquilla. Una ¨²ltima novela del autor, La pr¨®diga, tambi¨¦n adaptada por Rafael Gil, no lleg¨® a conseguir, sin embargo, el mismo buen resultado.Situ¨¢ndo esta obra en su ¨¦poca, a?o 1944, El clavo fue una pel¨ªcula notable. Naturalmente, repet¨ªa ese aire engolado con el que el cine de posguerra disimulaba su despego de la actualidad, tanto porque los protagonistas de nuevo eran malos actores como porque el barroco texto que deb¨ªan pronunciar acentuaba su natural inverosimilitud. Pero El clavo logr¨® un cierto aire de misterio, un acercamiento al cine fant¨¢stico, no se sabe si como producto involuntario de la pretenciosidad de algunos decorados o como meta clara de su director: en cualquier caso, no es un clima general en toda la pel¨ªcula, que en sus vaivenes pierde cierta consistenci¨¢.

Clima sensual

El estudioso F¨¦lix Fan¨¦s cree que, de encontrarse en El clavo un poco m¨¢s de garra, "no hubiera estado lejos de las grandes historias rom¨¢nticas de la historia del cine", ya que se trata de "una remarcable pel¨ªcula a medio camino entre el filme rom¨¢ntico y el fant¨¢stico, que result¨® bastante apreciable, principalmente por el clima de sensualidad, descomposici¨®n y morbosidad que en determinados momentos consigui¨® crear."

Son dif¨ªciles los juicios a a?os vista, pero esos ciertos valores registrados por Fan¨¦s tuvieron fuerte compensaci¨®n en los di¨¢logos, los rebuscados efectos de luces, la ingenuidad de la historia, alargada sin imaginaci¨®n, y en el trabajo actoral.

El argumento de esta pel¨ªcula cuenta como un juez de instrucci¨®n, que acaba de tomar posesi¨®n de su cargo en un pueblo de Castilla, encuentra un cr¨¢neo taladrado por un clavo durante un paseo por el cementerio local. El nuevo juez conseguir¨¢, a lo largo de la pel¨ªcula, averiguar a qui¨¦n pertenec¨ªa el cr¨¢neo. A partir de este hecho se abre una investigaci¨®n que llevar¨¢ a descubrir al autor del crimen.

La presunta elegancia de Rafael Dur¨¢n, tan ejemplar en su vida civil como Alfredo Mayo lo era en sus equivalencias militares, se vio acrecentada con el texto. A la trayectoria de este actor dedica La noche del cine espa?ol de hoy su homenaje final.