Un l¨ªder impredecible, ermita?o y prisionero de los somn¨ªferos
El coronel Muamar- el Gadafi todav¨ªa es aclamado p¨²blicamente como el l¨ªder del Estado revolucionario libio, pero existen indicios de que su r¨¦gimen se enfrenta a problemas potencialmente serios. Seg¨²n diversos funcionarios libios que mantienen contactos personales con el coronel Muamar el Gadafi, ¨¦ste se encuentra a menudo bajo la influencia de somn¨ªferos, teme constantemente por su vida, a veces se recluye casi como un ermita?o y resulta impredecible para sus subordinados y aliados. Por todo ello -afirman estos funcionarios-, el coronel Gadafi parece haber perdido el apoyo antes ferviente de algunos de sus compatriotas.Durante mi visita de una semana de duraci¨®n a Libia, varios funcionarios formados en Occidente manifestaron que cada vez se encontraban m¨¢s frustrados por el caos interno y externo que ha provocado su l¨ªder. Algunos de ellos, ir¨®nicamente, hablan de ¨¦l como de Dios. "El pa¨ªs est¨¢ en ebullici¨®n", dijo un funcionario. "Esperamos que pase algo".
De ninguna manera puede decirse que el coronel Gadafi, que ha gobernado Libia durante casi 15 a?os, est¨¦ perdiendo todos sus instintos pol¨ªticos. Hay ocasiones en que aparece en p¨²blico, pronuncia discursos y se muestra l¨²cido y sagaz. Pero se dice que entre estos per¨ªodos median intervalos de largas temporadas de aislamiento y declaraciones p¨²blicas, que dos autoridades libias describieron por separado con la misma palabra: galimat¨ªas.
El coronel Gadafi siempre ha hecho esperar horas y d¨ªas enteros a sus ayudantes y visitantes cuando ten¨ªan que reunirse con ¨¦l, recuerdan los funcionarios. Pero, al parecer, esto es mucho peor desde hace unos meses. Afirman que Gadafi, duerme mal y anda d¨ªa y noche de un lado para otro, pronunciando frases morbosas. Afirman que no tiene buena salud y que o no es capaz de tomar algunas grandes decisiones o es incapaz de comunicar sus pensamientos. En su actividad diaria predomina una irregularidad que se transmite a todo el Gobierno y al pa¨ªs.
Fuentes de Estados Unidos afirman que informes confidenciales de la Agencia Internacional de Inteligencia (CIA), que circulan entre los miembros del Gobierno norteamericano, confirman esta evaluaci¨®n, incluida la evidencia de que el coronel Gadafi toma demasiados somn¨ªferos. Un funcionario estadounidense dijo que Gadafi est¨¢ "quemando la vela por los dos cabos". "Alta ansiedad, alta energ¨ªa", dijo.
Durante la reciente crisis de la Embajada de Libia en Londres, que condujo a la decisi¨®n brit¨¢nica de romper las relaciones diplom¨¢ticas con Tr¨ªpoli, estaba claro aqu¨ª que la autoridad del Gobierno se encontraba diseminada sin remedio entre el coronel Gadafi, el ministro deAsuntos Exteriores y los llamados Comit¨¦s del Pueblo, que te¨®ricamente gobiernan el pa¨ªs. El resultado fue unas negociaciones confusas, que muchos aqu¨ª esperaban resolver sin llegar a la ruptura de las relaciones diplom¨¢ticas.
Si una dictadura ejerce el control por co-optaci¨®n o por represi¨®n, el coronel Gadafi ha estado reprimiendo m¨¢s que co-optando, desarrollando una campa?a de terror y represi¨®n internos. Esta campa?a puede haber sido la respuesta al atentado, sufrido por uno de sus colaboradores de m¨¢xima confianza, una figura clave aunque poco conocida del Gobierno libio, que se llama Said Qadaf Dam.
Seg¨²n los servicios de espionaje estadounidenses, Dam, oficial del Ej¨¦rcito y familiar del coronel Gadafi, es el segundo hombre m¨¢s poderoso de Libia y el responsable de la organizaci¨®n de una serie de atentados en el extranjero, cuyos objetivos fueron, al parecer, disidentes libios y Gobiernos no amistosos.
En marzo, seg¨²n se supo aqu¨ª, una bomba situada en un autom¨®vil hiri¨® a Dam, quien al parecer puede perder ambas piernas. El ministro de Asuntos Exteriores libio, Afi Abdel-Salem al Treiki, dijo que Dam hab¨ªa resultado herido en un accidente de autom¨®vil, pero no quiso responder a preguntas sobre el incidente. Otro funcionario libio confirm¨® que fue un atentado y que la bomba hab¨ªa incrementado sustancialmente el miedo del coronel Gadafi a que la CIA o los disidentes atentaran contra su vida.
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