Ahorcamientos p¨²blicos de estudiantes 'traidores'
La excesiva atenci¨®n prestada por Muammar el Gadafi a enemigos reales o imaginarios ha desilusionado en Tr¨ªpoli a muchos funcionarios, al igual que ha ocurrido con sus diversas aventuras militares en ?frica. El coronel Gadafi tiene unos 5.000 soldados en Chad y ha intentado provocar golpes de Estado contra sus enemigos en Egipto y Sud¨¢n. Sus proyectos de forjar un gran Estado revolucionario ¨¢rabe, unificando Libia con T¨²nez, Argelia, Siria, Egipto o Sud¨¢n, "han costado", en palabras de un funcionario libio, "miles de millones, y no nos han llevado a ning¨²n lado".La represi¨®n interna ha dejado una honda huella. El ahorcamiento p¨²blico por traici¨®n de dos estudiantes en la Universidad de Tr¨ªpoli, el pasado 16 de abril, contribuy¨® a la manifestaci¨®n anti-Gadafi frente a la Embajada libia en Londres del d¨ªa siguiente. En esta manifestaci¨®n muri¨® una polic¨ªa brit¨¢nica, asesinada por disparos efectuados desde el edificio de la Embajada, y otras once personas resultaron heridas. Cinco d¨ªas despu¨¦s, los brit¨¢nicos rompieron las relaciones diplom¨¢ticas.
Algunos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores libio y de otros departamentos manifestaron incredulidad y horror ante el hecho de que los estudiantes llevaran a cabo de verdad la m¨¢s severa de las sentencias sobre sus compa?eros. Miles de estudiantes -las estimaciones oscilan entre 3.000 y 18.000- se manifestaron en apoyo de las ejecuciones previstas. "Del tama?o de la manifestaci¨®n se podr¨ªa pensar que los estudiantes quer¨ªan colgar a los traidores. Pues bien, yo dir¨ªa que el 98% se opon¨ªa y s¨®lo el 2% estaba a favor de las mismas", afirma un funcionario.
Seg¨²n algunos testigos y funcionarios, se construyeron dos horcas, una de ellas al lado de un retrato del coronel Gadafi, de 3 x 6 metros, a la entrada de la universidad, y los dos estudiantes, de edades situadas en la veintena, fueron exhibidos ante miles de sus compa?eros y colgados p¨²blicamente. Algunos de los estudiantes presentes vomitaron y huyeron gritando, seg¨²n han declarado algunos testigos entrevistados.
Los ahorcamientos fueron comunicados al Movimiento Anti-Gadafi en Europa, y funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores libio reconocen que los informes contribuyeron a la manifestaci¨®n del d¨ªa siguiente en Londres.
En una reciente visita al gran y diseminado campus de 27.000 estudiantes, las preguntas realizadas sobre las ejecuciones no obtuvieron m¨¢s respuestas que fr¨ªas miradas y algunas confirmaciones efectuadas a rega?adientes. Un estudiante de cuarto curso de Ingenier¨ªa afirm¨®: "No me gust¨®, y todav¨ªa estamos hablando de ello
En la oficina del Comit¨¦ Revolucionario de los Estudiantes, un portavoz confirm¨® las ejecuciones. A trav¨¦s de dos miembros del profesorado, que actuaron de traductores, un estudiante dijo: "El pueblo tiene derecho de juzgar a cualquiera en cualquier momento cuando se da cuenta de que alguien est¨¢ fuera del orden, en contra de la revoluci¨®n".
Escaso fervor
El fervor revolucionario brilla por su ausencia entre los funcionarios gubernamentales. Al confirmar los ahorcamientos p¨²blicos en una entrevista, el ministro de Asuntos Exteriores, Ali Treiki, se limit¨® a decir: "Algunas veces son necesarios".En el Ministerio de Educaci¨®n, Abdul Hafiz Zallitali, presidente del Comit¨¦ del Pueblo para la Educaci¨®n, confirm¨® a rega?adientes los ajusticiamientos, diciendo que los dos estudiantes condenados hab¨ªan sido juzgados p¨²blicamente por el comit¨¦ estudiantil hace dos o tres a?os. Afirm¨® que estaban involucrados en una "organizaci¨®n secreta antirrevolucionaria". A?adi¨®: "Podr¨ªa ser comunista, fundamentalista musulmana extrema o de otro tipo, porque tenemos muchas de ellas".
En abril de 1978, el coronel Gadafi lanz¨® el movimiento revolucionario estudiantil. El pasado mes de abril, estudiantes convictos de traici¨®n, fueron ejecutados en la Universidad de Benghazi, el escenario de revueltas estudiantiles en enero de 1976, en las que, al menos, diez personas murieron a manos de las fuerzas gubernamentales.
Los estudiantes que se manifestaron el pasado mes ante la Embajada brit¨¢nica en Tr¨ªpoli para protestar contra la supuesta acogida por parte del Reino Unido de los libios anti-Gadafi no fueron parcos en sus amenazas: "Las masas estudiantiles culpan al Gobierno brit¨¢nico por acoger a los perros perdidos", que es la expresi¨®n revolucionaria aplicada a los libios anti-Gadafi. Y resaltaron que a esas personas "llegar¨¢ el largo brazo del pueblo, antes o despu¨¦s, all¨ª donde se encuentren".
Un funcionario bien situado del Ministerio de Asuntos Exteriores daba la siguiente c¨ªnica explicaci¨®n de los ahorcamientos: "Se llevan a cabo para hacer que la revoluci¨®n siga hacia adelante". Cualquiera que sea la controversia oculta tras estas ejecuciones, demuestran el poder de la revoluci¨®n. "La revoluci¨®n nunca ha sido para los timoratos", dijo un ayudante de Gadafi, "y el hecho es que el l¨ªder y sus principios son m¨¢s fuertes, m¨¢s populares que nunca. Quiz¨¢ lo entender¨¢ usted con el siguiente ejemplo: si pone ratones en una bolsa, la cierra, y empiezan a escaparse de ¨¦sta comi¨¦ndose el borde, entonces usted tiene que sacudir de nuevo la bolsa. Si sigue haciendo esto, permanecer¨¢n en ella para siempre y nunca podr¨¢n salir".
? Bob Woodward / Washington Post.
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