Movidos por el pat¨¦tico

art¨ªculo sobre el se?or Gerald Brenan publicado en su diario el pasado d¨ªa 27, le remitimos la presente, con la intenci¨®n de ayudar, al menos en parte, al mencionado ilustre se?or.Excuso no haberme presentado al encabezamiento, pero lo hago a continuaci¨®n para pasar a exponer nuestro ofrecimiento. Soy Javier Batall¨¦ y Saiz, y de acuerdo con mi madre, Marta Saiz y L¨®pez, hemos determinado que podr¨ªamos ofrecer desinteresadamente a este se?or nuestras atenciones; entendiendo que le pudiera interesar asimismo cierta amistad y afinidad profesionales. He de aclarar que as¨ª como el se?or G. B. no goza de una fuente de ingresos que le permita realizar sus deseos plenamente, nosotros, aunque pertenecemos a una buena, culta y antigua familia, tampoco disponemos de la remuneraci¨®n que precisamente pueda hacer reales sus aspiraciones de residir en el sur de Espa?a. De momento podemos ofrecerle nuestra residencia de Burgos, en la calle de las Trinas, n¨²mero 10. En un futuro cercano y, de resolver una situaci¨®n econ¨®mica que tenemos pendiente, estudiar¨ªamos nuestro traslado al pueblo o ciudad del inter¨¦s del se?or G. B.; no por altruismo ¨²nicamente, sino porque igualmente nos agrada la idea de trasladarnos a un clima menos ¨ªmprobo que el de Burgos.

Yo tengo 23 a?os, y mi madre, 48; tengo un hermano de 10 a?os. Sobre todo, rogar¨ªa de su amabilidad la m¨¢s absoluta discreci¨®n, o la ausencia total de publicidad al respecto, si ello es posible.

Tanto mi madre como yo nos dedicamos a la literatura y la poes¨ªa, respectivamente, pero no nos interesa en lo m¨¢s m¨ªnimo la publicidad que pudiera conllevar el caso.

Agradeciendo la atenci¨®n de nuestra carta y esperando de su recto proceder una contestaci¨®n pronta y determinante, le saludo atenta y cordialmente. /