Mozambique, al borde del caos econ¨®mico, vuelve los ojos a Occidente
Mozambique es, seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), el segundo pa¨ªs del mundo en la estad¨ªstica per c¨¢pita del hambre y presenta hoy un cuadro econ¨®mico catastr¨®fico que le ha hecho virar hacia Occidente.El escaso aparato productivo de Mozambique qued¨® desarticulado cuando portugueses y surafricanos abandonaron masivamente el pa¨ªs entre 1975 y 1978. El fervor nacionalizador que sigui¨®, aunque corregido t¨ªmidamente con posterioridad, acab¨® por arruinar a todos los sectores econ¨®micos. Si a ello se une el boicoteo surafricano, el enfrentamiento con el entonces r¨¦gimen racista de Rhodesia, el inicio de la acci¨®n de bandas armadas y la devastadora sequ¨ªa sufrida en los ¨²ltimos a?os, se completa el cuadro de una econom¨ªa al borde del caos y la cat¨¢strofe.
Rui Balthazar, ministro de Finanzas, cifr¨® recientemente en m¨¢s de 4.000 millones de d¨®lares (unos 610.000 millones de pesetas) los perjuicios ocasionados por la aplicaci¨®n de sanciones contra Salisbury (hoy Harare, capital de Zimbabue, tras la implantaci¨®n de un r¨¦gimen de mayor¨ªa negra) y por el corte de relaciones econ¨®micas con Sur¨¢frica.
La pol¨ªtica de Nkomati (el pacto de no agresi¨®n entre Maputo y Pretoria) ha levantado una ola de expectativas de desarrollo ante la prevista y deseada avalancha de capitales extranjeros. Con Sur¨¢frica y con Portugal (antigua potencia colonial) se han firmado acuerdos sobre la explotaci¨®n de la gigantesca presa de Cabora Bassa -cuyas l¨ªneas el¨¦ctricas en territorio mozambique?o va a defender Sur¨¢frica-, y Pretoria se ha comprometido a utilizar de nuevo el puerto de Maputo, construido en su d¨ªa precisamente para dar salida a la producc¨ª¨®n del Transvaal, como su puerto natural. Transportes y turismo son los dos sectores donde con decisi¨®n han entrado ya los capitales surafricanos.
Adhesi¨®n al FMI
El presidente Samora Machel anunci¨® en la ¨²ltima sesi¨®n de la Asamblea Nacional que "estamos negociando nuestra adhesi¨®n al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a la convenci¨®n de Lom¨¦", y que "para facilitar las inversiones extranjeras privadas est¨¢ en fase adelantada de estudio una ley de inversiones extranjeras". La econom¨ªa mozambique?a est¨¢ reorient¨¢ndose, pues, de forma clara hacia Occidente, abandonando en buena parte el trato preferente hacia la cooperaci¨®n con los pa¨ªses del Este, considerados hasta ahora como aliados naturales.En el orden interno hay ya muestras suficientes para hablar de una vuelta atr¨¢s en el centralismo planificador de los a?os anteriores y de una clara liberalizaci¨®n de las fuerzas productivas del pa¨ªs.
A pesar del hermetismo que rodea las discusiones en torno a la nueva l¨ªnea econ¨®mica, todos los indicios apuntan hacia un plan de saneamiento econ¨®mico, que comprender¨¢ serios recortes en el gasto p¨²blico, el cierre de numerosas empres,as deficitarias y la reprivatizaci¨®n de otras muchas, una fuerte devaluaci¨®n del metical y otras medidas monetarias para frenar la inflaci¨®n.
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