Expectaci¨®n en Casaldernos por abrazar al primo que vuelve
Esta tarde, a las seis, seg¨²n el programa previsto, el helic¨®ptero presidencial aterrizar¨¢ en la Agra do Ant¨®n, y Ra¨²l Alfons¨ªn, hijo de Ra¨²l, nieto de Seraf¨ªn y biznieto de Jos¨¦, retornar¨¢ a sus ra¨ªces. La humilde casa labriega de dos piezas en la que nacieron los antepasados tiene ahora una planta m¨¢s, piedra sobre piedra, y all¨ª estar¨¢n los parientes m¨¢s cercanos para abrazar al primo que vuelve de Am¨¦rica, casi un siglo despu¨¦s de que la mitad de la numerosa prole del campesino Jos¨¦ cruzara el oc¨¦ano en busca de mejor fortuna.
Hasta ahora arreciaron las lluvias, y los labradores de la comarca del Saln¨¦s han saludado como una bendici¨®n al sol nuevo de junio. Casaldernos, en la parroquia de Santa Eulalia, del municipio de Ribadumia, es tierra de vi?edos emparrados, ma¨ªz, patatas y frutales. Hasta se da el naranjo, con un deje agrio, y crecen con vigor ex¨®tico algunas palmeras. La pista que conduce hasta la casa natal de los Alfons¨ªn huele a alquitr¨¢n fresco porque la han remozado de v¨ªspera.Los familiares del presidente viven de la tierra y el ganado. Esta ma?ana, como todas, estar¨¢ a la entrada de la casa el recipiente con los 40 litros de leche, que les pagan a 28,75 pesetas el litro. Tienen seis vacas, conejos y un corral con gallinas. Adem¨¢s de las palomas, claro, que van y vienen sobre el viejo h¨®rreo. El mar est¨¢ cerca y les gustar¨ªa invitar al presidente a un plato de n¨¦coras, como se hace en Casaldernos en las grandes ocasiones.
"?Ganamos, Amelia!". Por el saludo efusivo de un vecino y por la radio se enter¨® Amelia Mart¨ªnez de que el primo Ra¨²l hab¨ªa triunfado en las elecciones y era presidente de la Argentina democr¨¢tica. A los dos d¨ªas, ya ten¨ªa la casa llena de periodistas argentinos. "Dicen que es muy honrado y que en un caf¨¦ prefiere hablar antes con el camarero que con el jefe". Casada con Luciano Garc¨ªa, Amelia vive con su madre, Ramona, que a sus 77 a?os sigue trabajando la tierra, y con su hija Mar¨ªa Dolores, que cas¨® a principios de a?o con Juan Carlos Pad¨ªn.
Son los familiares del "presidente dos arxentinos e neto dos galegos", seg¨²n rezan los carteles que se han preparado para el recibimiento. Ramona es la viuda de Faustino Mart¨ªnez Alfons¨ªn, hijo de Esperanza, hermana que fue de Seraf¨ªn, el emigrante abuelo del presidente, y heredera de la casa natal.
Recuerdos de anta?o
All¨ª est¨¢ el viejo h¨®rreo, coronado con el ir y venir de las palomas. All¨ª est¨¢ tambi¨¦n la parra centenaria, sostenida por vigas de granito. Y all¨ª sigue, cerca de una lavadora ¨²ltimo modelo, en un rinc¨®n del bajo donde nacieron Seraf¨ªn y sus hermanos, el "ropero de madera de casta?o con departamento en su interior, valorado en 20 pesetas", seg¨²n hac¨ªa constar en su minucioso testamento el bisabuelo Jos¨¦ Alfons¨ªn.Junto a sus tierras, el legado del bisabuelo Jos¨¦ inclu¨ªa una mesa de casta?o, dos arcas de madera de pino, una pipa del vino, las ropas de tres camas, un cerdo de cr¨ªa y un carro y otros aperos.
Por lo menos cuatro de los ocho hijos de Jos¨¦ emigraron a Argentina y, junto con los G¨®mez, fundaron el poblado de Chascom¨²s, cerca de Buenos Aires, donde a¨²n se celebra la festividad de Santa Eulalia el mismo d¨ªa que en Casaldernos. Seraf¨ªn medrar¨ªa como comerciante y lleg¨® a ejercer un cargo consular. A¨²n de soltero, estuvo en Galicia y compr¨® propiedades que incorpor¨® al patrimonio de Esperanza.
Manuel, uno de los hermanos que no cruz¨® el charco, fue protagonista de una rom¨¢ntica historia con final tr¨¢gico, que a¨²n recuerdan en el lugar. "Estuvo en San Sebasti¨¢n", cuenta Amelia, "donde se hizo novio de una moza guap¨ªsima y muy rica, llamada Ignacia; no la dejaron venir a un sitio que cre¨ªan tan pobre y Manuel se peg¨® un escopetazo, ah¨ª mismo, en la era".
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