La India acusa a fuerzas extranjeras de provocar la violencia sij
El presidente indio, Zail Singh, acus¨® ayer a fuerzas extranjeras de provocar la violencia desatada por los extremistas sijs. Otras fuentes oficiales a?adieron que los rebeldes muertos la pasada semana en el asalto del Templo Dorado de Amritsar recibieron entrenamiento en Pakist¨¢n, de donde llegaron tambi¨¦n la mayor parte de las armas que se encontraron en su poder.
El presidente Singh, de religi¨®n sij, declar¨® ayer, seg¨²n cita la agencia india PTI, que "los incidentes son resultado de una conspiraci¨®n entre algunas fuerzas extranjeras enemigas de la India y ciertos elementos antinacionales en el pa¨ªs".El secretario del Interior indio, M. K. Wali, dijo, por su parte, en una conferencia de prensa en la noche del pasado mi¨¦rcoles que los extremistas sijs se entrenaron en campos de Pakist¨¢n y en el Estado indio de Cachemira, al norte del pa¨ªs, as¨ª como en diversos templos sijs del propio Estado de Punjab.
"El movimiento extremista que pretende la creaci¨®n del Estado sij independiente de Jalist¨¢n estuvo completamente apoyado por poderes vecinos y extranjeros", dijo Walid, quien se neg¨®, sin embargo, a hacer m¨¢s precisiones.
El ej¨¦rcito asalt¨® el mi¨¦rcoles de la semana pasada el Templo Dorado de Amritsar, la ciudad santa de los sijs, minoritarios en el conjunto de la India (en la que apenas suponen un 2% de la poblaci¨®n), pero mayoritarios en Punjab. En el ataque murieron unos 800 extremistas sijs y 90 soldados, seg¨²n fuentes de la polic¨ªa.
Desde el ataque contra el templo, cientos de personas han sido detenidas, seg¨²n informaci¨®n oficial, entre ellas alrededor de 2.000 soldados sijs amotinados.
El presidente Singh dijo que la santidad del Templo Dorado de los sijs ten¨ªa que ser mantenida y protegida contra elementos indeseables.
La primera ministra, Indira Gandhi, manifest¨® en un mensaje transmitido por la agencia PTI que "las ra¨ªces de nuestra naci¨®n permanecen ligadas a su historia y a su cultura, y todos los grupos y comunidades religiosas tienen que contribuir en igual medida a su evoluci¨®n".
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