Una manifestaci¨®n pac¨ªfica esperaba al l¨ªder 'blanco' en Montevideo

El grueso de la manifestaci¨®n convocada por el Partido Nacional (o Blanco) y el Frente Amplio para recibir al l¨ªder del primero, Wilson Ferrera Aldunate, a su regreso del exilio, se dispers¨® al mediod¨ªa en el centro de Montevideo, despu¨¦s de cantar el himno nacional uruguayo. Por los altavoces los dirigentes insist¨ªan en recordar que se hab¨ªa dispuesto no marchar sobre el puerto. "Si esto termina en paz, ganamos nosotros".Unas 10.000 personas, de las 50.000 que se reunieron entre las 10 y las 11 de la ma?ana en la amplia avenida del Libertador Lavalleja, que llega hasta el palacio legislativo, cantaron el himno alzando las banderas partidarias y las manos con el signo de la victoria, mientras un helic¨®ptero policial sobrevolaba la zona. Hasta las ¨²ltimas horas de la tarde segu¨ªan circulando autom¨®viles adornados con banderas por el centro y en toda la ciudad sonaba un permanente eco de bocinas.

Los organizadores del acto -llamado D¨ªa de las Libertades por el Frente Amplio, y del Reencuentro y Unidad Nacional por el Partido Nacional- pactaron con la polic¨ªa para que no interviniera, a pesar de que el Gobierno hab¨ªa prohibido expresamente cualquier manifestaci¨®n p¨²blica. Los efectivos policiales, montados en veh¨ªculos de asalto, patrullas y motocicletas, se desplazaron alrededor de toda la avenida, pero no se registraron detenciones ni se cort¨® el tr¨¢fico.

Nadie, ni siquiera los dirigentes pol¨ªticos presentes, sab¨ªa entonces lo que estaba ocurriendo con el barco Ciudad de Mar del Plata, en el que viajaba Wilson Ferreira Aldunate, l¨ªder del Partido Nacional, y su hijo Juan Ra¨²l, quienes regresaban a Uruguay desde Argentina despu¨¦s de haber vivido desde hace 11 a?os en el exilio.

Algunos cre¨ªan que el Ciudad de Mar del Plata ya hab¨ªa llegado a puerto y supon¨ªan que los l¨ªderes pol¨ªticos habr¨ªan sido detenidos y trasladados fuera de Montevideo. La radio El Espectador recib¨ªa informaci¨®n directa de sus cronistas, que viajaban en el barco, pero no la transmit¨ªa por la prohibici¨®n oficial vigente.