Ruman¨ªa perdi¨® a nueve minutos de la conclusi¨®n

Un gol de Nen¨¦, a nueve minutos del final del partido, dio la clasificaci¨®n al equipo de Portugal para disputar las semifinales del Campeonato de Europa de selecciones de f¨²tbol. Irimescu era amonesta do a los 12 mintuos por darle un codazo a Jordao. A los 18, Chalana sal¨ªa en camilla; a los 27, Iorgulesco era amonestado por pegarle por detr¨¢s a Frasco. A base de patadas los jugadores se sacudieron el bochorno. Era escalofriante pensar que cualquiera de los dos equipos podr¨ªa pasar a semifinales y as¨ª proclamarse como uno de los mejores de Europa.Portugal, con dos delanteros, cre¨® en el primer tiempo menos ocasiones que con s¨®lo uno en los encuentros anteriores. Ruman¨ªa no sab¨ªa por d¨®nde se andaba y el entrenador Lucescu andaba a limpia bronca.

Hasta el minuto 38 no sonaron los aplausos. Fue un remate con la nariz de Negrila. 15 segundos despu¨¦s Negrila cosechaba un abucheo general porque, cuando estaba en el punto de penalti, ni siquiera le dio al bal¨®n. En esto consistieron los primeros 45 minutos de estas dos pobres selecciones.

En la reanudaci¨®n, los dos equipos salieron dispuestos a evitar el empate. Todos atacaban, pero tan mal que era preferible el m¨¢s feroz de los catenaccio a esa zarabanda de desprop¨®sitos.

Augustin fall¨® un par de goles por parte rumana, y Gomes y Jordao otros dos por parte portuguesa; pero, por lo general, unos y otros se entretuvieron jugando a las paredes cortas en el centro del ¨¢rea. Ten¨ªan tantas ganas del triunfo que perd¨ªan la ocasi¨®n de marcar por la emoci¨®n que llevaban dentro. S¨®lo la emoci¨®n y las ganas de triunfo dio un cierto inter¨¦s a este partido, porque en algunos momentos el p¨²blico acab¨® pidiendo que el toro volviese a los corrales. ?Pero qu¨¦ mal!