La detencion de Otelo Saraiva de Carvalho
LA DETENCI?N del teniente coronel Otelo Saraiva de Carvalho no puede por menos de causar cierta emoci¨®n en Portugal, como tambi¨¦n en Espa?a, donde su personalidad es de sobras conocida. Su figura -independientemente de la coyuntura de las posiciones pol¨ªticas que ha defendido en ocasiones- est¨¢ indisolublemente ligada a la revoluci¨®n de los claveles, de abril de 1974. Es cierto que ya hab¨ªa sido detenido anteriormente, pero en esta ocasi¨®n se halla incomunicado en el fuerte militar de Cax¨ªas, el lugar donde estuvieron encarcelados los miembros de la PIDE, la polic¨ªa pol¨ªtica salazarista. Es ¨¦sta una posible coincidencia cuyo simbolismo no conviene exagerar, pero, en todo caso, de caracter¨ªsticas un tanto redundantes. Por otra parte, la detenci¨®n de Saraiva forma parte de una gran operaci¨®n policiaca, cuyo objetivo oficial es desmantelar la organizaci¨®n terrorista Fuerzas Populares 24 de febrero", responsable de colocaci¨®n de bombas, de robos en bancos y de algunos asesinatos. Pero hasta ahora no se han presentado pruebas que permitan relacionar a Saraiva de Carvalho con las actividades de dicha organizaci¨®n. Es m¨¢s, cuando el teniente coronel Vitor Alves, colaborador directo del presidente de la Rep¨²blica, Ramalho Eanes, declara su convencimiento de que no existe relaci¨®n semejante, no son las suyas palabras en el aire. De otro lado, el partido pol¨ªtico de orientaci¨®n revolucionaria, Fuerza de Unidad Popular (FUP), que apoy¨® a Saraiva de Carvalho cuando ¨¦ste fue candidato a la presidencia de la Rep¨²blica, ha denunciado que muchos de sus militantes han sido detenidos, acusados de participarDe este conjunto de hechos se desprende una cierta impresi¨®n de que detr¨¢s de la operaci¨®n contra el terrorismo hay algo m¨¢s; de que esa cobertura est¨¢ siendo utilizada con determinados objetivos pol¨ªticos; de que no se trata exclusivamente de la defensa espec¨ªfica de la seguridad del pa¨ªs. Llama la atenci¨®n, por ejemplo, que los partidos de derecha sean los ¨²nicos que apoyen resueltamente la operaci¨®n del Gobierno encabezado por el socialista Mario Soares. Al mismo tiempo, se est¨¢ desarrollando en el Congreso una discusi¨®n sobre un proyecto de ley de Seguridad Nacional, que pretende otorgar al jefe del Gobierno poderes extraordinarios para ordenar escuchas telef¨®nicas, violaciones de la correspondencia, registros domiciliarios sin orden judicial, prohibiciones de actos p¨²blicos... Adem¨¢s de la oposici¨®n radical de los comunistas, numerosos diputados socialistas protestan contra ese proyecto. Son significativas las palabras del dirigente socialista Manuel Aguirre: "Cuesta creer que Mario Soares haya le¨ªdo con atenci¨®n el proyecto de ley de seguridad".
No cabe duda de que en la base de la compleja y dif¨ªcil situaci¨®n pol¨ªtica por la que atraviesa Portugal est¨¢ el grav¨ªsimo deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica. La pol¨ªtica de rigor que Mario Soares se esfuerza por aplicar no abre perspectivas para que Portugal salga del t¨²nel. En un pa¨ªs como Portugal ello crea zonas de verdadera miseria; bases objetivas para una agitaci¨®n revolucionaria, que podr¨ªa, un d¨ªa desmentir la hist¨®rica aversi¨®n a la violencia del pueblo portugu¨¦s. Pero ser¨ªa un error, como han demostrado muchas experiencias hist¨®ricas, creer que el remedio ante evoluciones de ese g¨¦nero est¨¢ en apretar los tornillos de una pol¨ªtica represiva, que practicada por un partido socialista resulta a¨²n m¨¢s incomprensible. La actual preocupaci¨®n de Mario Soares es la preparaci¨®n de la futura campa?a presidencial, a la que se va a presentar como candidato. Es muy probable, aunque la decisi¨®n ¨²ltima a¨²n no ha sido tomada p¨²blicamente, que tenga que enfrentarse con un nuevo partido, fomentado por el presidente Eanes, que intentar¨¢ defender algunos de los contenidos de la revoluci¨®n de los claveles, abandonados en el proceso ulterior; en particular, una reivindicaci¨®n de mayor independencia o autonom¨ªa en las relaciones con el gran aliado norteamericano. Una serie de errores de la pol¨ªtica que est¨¢ realizando el Gobierno portugu¨¦s contribuye a facilitar la aparici¨®n de una nueva alternativa de cara a las pr¨®ximas elecciones presidenciales. Hechos como la detenci¨®n de Otelo Saraiva de Carvalho, si no aparecen pruebas suficientes que la justifiquen, dif¨ªcilmente pueden ayudar al desmantelamiento del terrorismo en s¨ª. Y no pueden ser positivos para el desarrollo democr¨¢tico de Portugal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.