Nestor Almendros presenta en Barcelona su pel¨ªcula sobre el exilio cubano
Homenaje del sindicato de directores de Hollywood al cineasta catal¨¢n
Antes de emprender viaje a Barcelona, ciudad en cuya Setmana de Cine presenta su pel¨ªcula Mala conducta, N¨¦stor Almedros ha pasado por Los Angeles para recibir el homenaje de sus colegas del sindicato de directores. Su documental sobre el exilio cubano y sobre la represi¨®n del r¨¦gimen castrista fue exhibido tambi¨¦n como parte del homenaje. Mala conducta ha sido vendido a TVE, por lo que su pase cinematogr¨¢fico, se realizar¨¢ tan s¨®lo durante la Setmana de Cine de Barcelona que, dentro de su programa, proyectar¨¢ tambi¨¦n los trabajos cinematogr¨¢ficos de Susan Sontag.
N¨¦stor Almendros, que naci¨® en Barcelona pero se exili¨® a Cuba de muy joven siguiendo a sus padres, que eran republicanos, tuvo que escapar de la isla perseguido por la polic¨ªa de Fulgencio Batista. Volvi¨® despu¨¦s del triunfo de la Revoluci¨®n, y dirigi¨® una serie de cortometrajes para el nuevo r¨¦gimen, as¨ª como un largometraje titulado Gente en la playa. Sin embargo, tan s¨®lo dos a?os le convencieron de que aquello no le gustaba. "Creo que me di cuenta por haber vivido en Espa?a durante los primeros a?os del franquismo", explica. "Cuando empec¨¦ a ver chicos vestidos de uniforme desfilando por la calle y cantando himnos, lo asoci¨¦ inmediatamente a la Falange".Pero, una vez en Europa, se encontr¨® con que nadie le cre¨ªa. "En Par¨ªs, en 1962, nadie quer¨ªa escucharme; la izquierda ten¨ªa a Castro mitificado y prefer¨ªa creer en la revoluci¨®n. No pod¨ªan comprender que se pod¨ªa seguir siendo de izquierdas y estar contra Castro. No fue hasta el proceso y el encarcelamiento de Herberto Padilla cuando esta opini¨®n empez¨® a cambiar".
Almendros insiste en que durante esos a?os las similitudes entre Fidel Castro y el general Franco se le hac¨ªan cada vez m¨¢s evidentes. "La Espa?a franquista fue uno de los mejores aliados de Cuba. No s¨¦ bien por qu¨¦ raz¨®n, pero creo que Franco admiraba a Castro por haberle plantado cara a los norteamericanos; era un poco la realizaci¨®n del sue?o de Falange por terceros. En Cuba no se pod¨ªa hablar mal de Franco ni del r¨¦gimen espa?ol; era todo muy curioso". Mala conducta es, quiz¨¢, el alegato de m¨¢s peso que se haya hecho contra el r¨¦gimen cubano. Recoge los testimonios de una larga lista de exiliados, que van desde el mencionado Padilla hasta Cabrera Infante y el poeta Armando Valladares, por un lado, hasta personajes desconocidos. Incluye a un genial gu¨ªa tur¨ªstico que explica las tretas que se realizan con los visitantes de la isla para ofrecerles una visi¨®n paradis¨ªaca, o un pu?ado de homosexuales que describen la homofobia institucional del castrismo, configurando la clave m¨¢s expl¨ªcita del filme, pues a trav¨¦s de sus experiencia como minor¨ªa perseguida se establece un perfecto paralelismo con una de las constantes de todos los reg¨ªmenes dictatoriales: la obsesi¨®n persecutoria centrada en un grupo social concreto.
Almendros quisiera que la entrevista se centrara exclusivamente en este tema, porque Mala conducta es el primer filme que ha dirigido desde que sali¨® de Cuba y posiblemente sea el ¨²ltimo. No es su intenci¨®n convertirse en realizador, pero el contraste entre el homenaje de Hollywood a todo un ganador de un oscar y uno de los m¨¢s prestigiosos directores de fotograf¨ªa del momento, con la presentaci¨®n de un filme indiscutiblemente pol¨ªtico y de un formato a a?os luz de la industria que le homenajea, no deja de ser curioso, y da pie para entrar en la otra cara de Almendros: su profesi¨®n.
Curiosamente, sigue sin poder trabajar en Hollywood, puesto que no ha solucionado a¨²n sus problemas con los omnipotentes sindicatos locales. "Es un poco por culpa m¨ªa", dice con humildad. "En el fondo soy un mediterr¨¢neo. Estoy a favor del ¨¢gora y en contra de la civilizaci¨®n del autom¨®vil. No s¨¦ conducir y no podr¨ªa vivir en Los ?ngeles, aunque muchas veces me han ofrecido un coche con ch¨®fer, pero esto a¨²n me aterroriza m¨¢s: no sabr¨ªa qu¨¦ decirle al ch¨®fer".
El actual cine espa?ol le parece excelente, aunque est¨¢ sorprendido por el tono de ciertas pel¨ªculas: "El ¨²nico defecto que le veo es que son muy suecos, hacen un cine muy n¨®rdico, siempre llueve y es todo muy metaf¨ªsico. Pero es evidente un gran salto t¨¦cnico. El cine espa?ol est¨¢ tan bien hecho como el de cualquier otro lado. Hay una gran profesionalidad. Creo que en este aspecto lo ¨²nico que falla es el sonido, que es casi tan malo como el italiano, pero ¨¦sta es una herencia de los fascismos y de sus leyes de doblaje; lo mismo les sucede a los alemanes y a los italianos".
Respecto a la fotograf¨ªa, su especialidad, piensa todo lo contrario: "En las artes pl¨¢sticas, los espa?oles, como siempre, siguen estando en cabeza. Incluso durante el franquismo la tradici¨®n pict¨®rica no desapareci¨®. Escamilla, Alcaine, Amor¨¢s y muchos otros son muy buenos. Siempre hubo una gran escuela, y la Regada de los t¨¦cnicos jud¨ªos que escapaban de Hitler, como Kelber y Werner, la hizo a¨²n m¨¢s s¨®lida. Creo que la diferencia entre las pel¨ªculas francesas y espa?olas de Bu?uel se decanta a favor de las espa?olas, y es precisamente por la mejor fotograf¨ªa, como el caso de Aguayo en Tristana".
A pesar de ello, Almendros s¨®lo ha trabajado una vez con un director espa?ol, Vicente Aranda en Cambio de sexo. ?Por qu¨¦? "No lo s¨¦. La verdad es que he tenido muy pocas ofertas. S¨®lo ahora empiezan a llegar, y es cuando ya estoy comprometido hasta el cuello".
Babelia
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