Un nuevo modelo as¨ªstencial
La opini¨®n p¨²blica debe estar advertida de que por primera vez existe la posibilidad de que se acometa una aut¨¦ntica reforma psiqui¨¢trica en nuestra comunidad aut¨®noma. Debe saber, adem¨¢s, que toda reforma psiqui¨¢trica actual pasa inevitablemente por dos objetivos prioritarios: a) El desmantelamiento del hospital psiqui¨¢trico, y b) la creaci¨®n de los dispositivos que hagan posible una asistencia psiqui¨¢trica primaria.El hospital psiqui¨¢trico debe desaparecer porque es factible que desaparezca, de lo contrario se tratar¨ªa de un planteamiento errado y meramente fant¨¢stico. En primer lugar, porque una buena asistencia psiqui¨¢tica en los niveles primarios evita al m¨¢ximo el paso del psic¨®tico al psic¨®tico cr¨®nico. En segundo lugar, porque la estructura misma de un manicomio -al fin y a la postre se trata de esto, cualquiera que sea la atenci¨®n que se dispense en el orden de los cuidados y de la rehabilitaci¨®n- es por s¨ª misma suscitadora del s¨ªndrome manicomial, el cual, por una parte, facilita el s¨ªndrome psiqui¨¢trico del propio paciente con su tendencia a la privaci¨®n afectiva y social que propician su perpetuaci¨®n asilar; pero, por otro lado, de tal s¨ªndrome no est¨¢ exento todo el personal -m¨¦dico y no m¨¦dico- que, con la mejor de las voluntades, se dispone a mantener (porque es su trabajo, claro est¨¢) el citado hospital: el embotamiento de la sensibilidad est¨¦tica e incluso moral ante el sufrimiento y la miseria humanos, la resignada impotencia ante una tarea verdaderamente eficaz m¨¢s all¨¢ de la exclusivamente asistencial, el hecho de que el paciente sea expresi¨®n de nuestro fracaso m¨¦dico; son tres de los factores que priman para que el s¨ªndrome manicomial afecte muchas veces al personal mismo en todos sus estamentos.
Objetivos asistenciales
La proyecci¨®n de la asistencia psiqui¨¢trica sobre el sector primario, en los centros de salud en general, en consultas dispensariales bien dotadas y asistidas, el recurso ¨²ltimo a las unidades de agudos en el seno de un hospital en general (en donde desaparezca de una vez por todas el asistente psiqui¨¢trico-m¨¦dico y no m¨¦dico privilegiado poseedor de llaves, instrumento simb¨®lico pero real de una relaci¨®n m¨¦dico-paciente desconfiada, que contamina cualquier otro intento de aproximaci¨®n entre ambos) tiene como objetivos los siguientes: a) Responder a la creciente demanda psiqui¨¢trica de nuestra sociedad, la cual por s¨ª misma constituye un problema sociol¨®gico y pol¨ªtico en el diagn¨®stico y tratamiento de la locura y del loco, si no de toda la vasta sindr¨®mica psiqui¨¢trica de la poblaci¨®n, cada vez m¨¢s requeridora de atenci¨®n psiqui¨¢trica, y b) El que los problemas de la asistencia psiqui¨¢trica no se segreguen de la sociedad misma en la que surgen, que sea ¨¦sta cada vez m¨¢s conocedora de un problema que le concierne y que en manera alguna puede quedar en las exclusivas manos del denominado cuerpo t¨¦cnico. Los problemas de la salud, como los de la pol¨ªtica, conciernen a todo ciudadano, y todo ciudadano, por tanto, tiene algo que decir al respecto por la sencilla raz¨®n de que es, ante todo, de los dos coprotagonistas, el protagonista ineludible: podr¨ªa no haber m¨¦dicos ni sanitarios, pero habr¨ªa enfermos.
Modelos catal¨¢n y vasco
En otras comunidades se est¨¢n creando ya nuevos dispositivos asistenciales (Catalu?a y Euskadi, entre otras). Es muy importante que esta cuesti¨®n se haya suscitado entre nosotros con caracteres urgentes y prioritarios. De todos es exigible una atenci¨®n al proyecto que se ha de discutir en el Parlamento andaluz sobre las l¨ªneas maestras de la reforma psiqui¨¢trica. Recabo de todos el que no se desatienda esta oportunidad hist¨®rica. Es una cuesti¨®n pol¨ªtica de enorme importancia social, que trasciende la que pueda poseer la psiqui¨¢trica como rama estricta de la medicina. Se trata, repito, de una cuesti¨®n pol¨ªtica. Y la pol¨ªtica no es s¨®lo cosa de pol¨ªticos.
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