Juguetes para chicos y grandes
Una apasionante singladura puede iniciarse a partir de unas tablas engarzadas en el trastero
El bricolaje pr¨¢ctico es un entretenimiento de recurso para las horas muertas del ocio urbano, pero las vacaciones se nos han echado encima y no est¨¢ de m¨¢s el utilizar tanto tiempo disponible en divertirnos, elaborando cosas que a su vez nos proporcionen pasatiempos. Adem¨¢s, nuestros hijos tendr¨¢n la oportunidad de imitarnos o poner a prueba la habilidad de la que suelen hacer gala los mayores. En cualquier caso aqu¨ª van varias sugerencias para elaborar ya sea en solitario, con el equipo familiar o los amigos con los que se comparte las vacaciones.1. La cometa. Se puede hacer con ca?a o con listoncitos fuertes y flexibles. La tela puede ser naiIon o algod¨®n, y hay que coser en ella cuatro bolsillos, en las puntas, para meter en ellos las ca?as. La cometa puede medir 90x75 cent¨ªmetros o una proporci¨®n semejante. En la base de la ca?a larga se ata una cinta de tela o pl¨¢stico muy ligera y que tenga unos seis o siete metros de largo, para equilibrar y orientar la cometa.
Para gobernarla hay que hacerle tres agujeritos a la tela: dos para atar las cuerdas a la ca?a transversal, y uno a la ca?a vertical. Con este sistema no s¨®lo volar¨¢ la cometa; sino que se puede hacer que gire, suba, baje...
Hay que atar dos trozos de cordel que vayan del agujero inferior a cada uno de los dos agujeros superiores. Los cordeles pasan a trav¨¦s de la tela y se atan a la ca?a. Deben medir 90 cent¨ªmetros y, despu¨¦s de montados, se les hace un bucle a 50 cent¨ªmetros del extremo inferior, donde van atadas las cuerdas largas con las que haremos volar la cometa.
Para dar o tomar las cuerdas, recortar dos empu?aduras de contrachapado con un lado para meter las manos y otro para las cuerdas, as¨ª ser¨¢ mas f¨¢cil controlar la cometa. Hay que tener en cuenta que en cuanto se tira un poco m¨¢s de una cuerda que de la otra la cometa gira y baja, por lo que hay que igualarlas mucho, especialmente para empezar a volarla. De cualquier modo, se pueden unir las tres cuerdas que salen de la cometa a una sola de control, con lo cual no es posible maniobrarla, pero levanta el vuelo m¨¢s f¨¢cilmente.
2. Una de piratas. De mar o de agua dulce, esta balsa de n¨¢ufragos, voluntarios nos ofrece apasionantes singladuras con una o dos tardes de trabajo en el astillero.
La base flotante son dos c¨¢maras de rueda de cami¨®n, a las que se, atan con cuerda de nailon tres tablas r¨ªgidas de 2-3 cent¨ªmetros de grueso. Hay que hacerlas firmes, pues de ellas depender¨¢ la integridad de la balsa. Aprendiendo un par de nudos marineros adecuados (nudo llano y ballestrinque, por ejemplo), la base est¨¢ asegurada. En el neum¨¢tico de proa hay adem¨¢s un palo transversal por debajo de las tablas para poder sujetar a ¨¦l los obenques (cabos que sujetan el m¨¢stil por los lados). La balsa sin m¨¢stil sirve ya para ir a remo all¨ª donde lleguen las fuerzas de un par de remeros.
Para disfrutar de las delicias de la vela, hay que montarle un m¨¢stil, una vela, un par de orzas y un tim¨®n.
El m¨¢stil debe ser un palo fuerte no muy alto respecto a la longitud de la balsa. Se sujeta en la base con cuatro tacos de madera atornillados a la tabla central. Luego se atan al extremo superior cuatro cabos de nailon: dos laterales (obenques), que se tensan a los extremos del palo transversal, uno a la proa (estay de proa), donde se ata o engancha a una hembrilla o c¨¢ucamo fuerte, y el cuarto cabo es el estay de galope, que ha de tensarse hasta casi el tim¨®n y atarse o engancharse all¨ª. De este modo el m¨¢stil quedar¨¢ sujeto. Para sujetar la vela, se grapa, clava o ata a un palo ligero (verga), que se ata a su vez a un palmo del extremo del palo (asegurarse de que las ligadas en el palo no se deslicen). En los extremos libres de la vela se atan dos cabos (escotas) que servir¨¢n para controlar la vela. Navegando, se llevan a mano o atadas a las tablas laterales en unos palos (toletes) clavados en ellas.
El tim¨®n ser¨¢ un remo sujeto en la popa entre dos toletes y amarrado flojo a ellos para poder moverlo a los lados. Hay que asegurarlo con un cabo por si se escurre, para que no se pierda.
Es imprescindible poner una o dos orzas. ?stas son tablas que entran verticalmente en el agua e impiden que la balsa derive a favor del viento. S¨®lo con ellas el tim¨®n es efectivo. Hay que atornillarlas en el centro, delante o detr¨¢s del palo, y amarrarlas fuertemente, pues sobre ellas se ejerce mucha fuerza al navegar.
Para navegar:
-En el mar, no salir con el viento soplando desde tierra, pues si arrecia ser¨ªa muy dif¨ªcil volver, y esta balsa no puede navegar contra el viento.
-Llevar remos para maniobrar y para volver si no hay viento.
-Conseguir un gancho de hierro para fondear (es bueno llevar gafas de buceo para engancharlo uno mismo). El ideal ser¨ªa un ancla ligera.
-La balsa s¨®lo navegar¨¢ a favor del viento o, como mucho, con el viento por un lado. Hay que tener esto en cuenta para elegir el rumbo a tomar.
3. Como pez en el agua. ?Cuanto m¨¢s bonito es un pez nadando bajo nuestra vista que en el fondo del cubo de la pesca con destino a la sart¨¦n! Para disfrutar de los peces que se pescan en el verano, nada m¨¢s sencillo que un peque?o acuario.
Para construirlo hay que emplear un cristal de buena calidad (luna), tanto m¨¢s grueso cuanta m¨¢s agua vaya a contener (el cristalero podr¨¢ informarnos de la medida). Hay que calcular cinco piezas, teniendo en cuenta que, seg¨²n como vayan colocadas, habr¨¢ que a?adir la medida del grosor del cristal o las, de las piezas del fondo para que quede bien ajustada.
Para unir los trozos de cristal se usa simplemente silicona. Limpiar cuidadosamente los bordos y cantos que se van a pegar, aplicar un cord¨®n continuo de silicona y pegar las piezas. Mantenerlas en su lugar con ayuda de cinta adhesiva hasta que la silicona seque (queda flexible, pero pega bien). Una vez seca, el acuario est¨¢ listo para usarlo.
En el mar, para no tener que montar un sistema de renovaci¨®n complicado, conviene cambiar el agua del acuario por agua limpia y fresca regularmente (basta con subirla cada d¨ªa de la playa). Todos los elementos decorativos del acuario (arena, piedras, caracolas, etc¨¦tera) han de estar muy limpios al introducirlos en ¨¦l, para que no afecten a los peces.
Conviene lavar bien la arena (que debe ser gruesa) antes de ponerla en el acuario. Dependiendo del tipo de peces que se tenga, conviene ponerles un fondo u otro. Los peces de las rocas se sentir¨¢n a gusto en ellas; para los de mar abierto bastar¨¢ arena; los crust¨¢ceos y moluscos (cangrejos, caracoles, lapas) la necesitan como base y escondite. Si se tiene la suerte de pescar un pulpo, querr¨¢ una guarida donde cobijarse y mejillones frescos para almorzar. No poner nunca demasiado comida: contaminar¨ªa el agua.
Si se puede instalar una bombita que funcione como aireador, los habitantes del acuario lo agradecer¨¢n tanto como nosotros las vacaciones. El acuario debe estar en un lugar con luz, pero no expuesto al sol.
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