Rom¨¤ Cuy¨¤s, anulado por el ordenador

Rom¨¤ Cuy¨¤s, presidente del Consejo Superior de Deportes, lleg¨® en la tarde del mi¨¦rcoles a Los ?ngeles (noche del jueves en Espa?a). No consigui¨® una acreditaci¨®n de invitado hasta el d¨ªa siguiente gracias a la intervenci¨®n de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional. Sus desgracias no acabaron ah¨ª. Por la tarde acudi¨® a la villa ol¨ªmpica para presidir el acto oficial en el que se iz¨® la bandera espa?ola y lleg¨® cuando hab¨ªa acabado. "Jam¨¢s he visto algo tan mal organizado", manifest¨® el secretario de Estado para el Deport.Cuy¨¤s decidi¨® viajar a Los ?ngeles la semana pasada como representante del deporte espa?ol -"que es lo que soy"- en su competici¨®n m¨¢s importante. Estaba acreditado como presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol y, una vez en la ciudad californiana, intent¨® cambiar su credencial. No fue posible. Los ordenadores de la organizaci¨®n de los Juegos no tuvieron ninguna flexibilidad para admitir el cambio. A mediod¨ªa del jueves, como ten¨ªa que disponer de alguna acreditaci¨®n para asistir al acto de la bandera en la villa ol¨ªmpica, Samaranch hizo las gestiones para que le consiguieran, de inmediato, una acreditaci¨®n de invitado.

Una vez resuelto este primer problema, Rom¨¢ Cuy¨¢s esper¨® en el hotel la llegada de un coche. Tard¨® en llegar. Este retraso inicial y el intenso tr¨¢fico de la ciudad propiciaron que llegara a la villa ol¨ªmpica cuando la delegaci¨®n espa?ola se retiraba, una vez concluido el acto.

Rom¨¤ Cuy¨¤s permanecer¨¢ en Los ?ngeles hasta que concluyan los Juegos. Alfonso de Borb¨®n, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, llegar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 3 y su presencia ser¨¢ compatible con la de Cuy¨¢s. "Por ah¨ª no est¨¢n los problemas", manifest¨® Cuy¨¢s.

"Lo peor de estos Juegos Ol¨ªmpicos es la organizaci¨®n", opini¨®n que comparten los directivos del equipo espa?ol. Cuando tienen que realizar una gesti¨®n no tienen tiempo para m¨¢s durante todo el d¨ªa. Las largas distancias, por un lado, complicadas con el intenso tr¨¢fico, la inflexibilidad de los ordenadores, que siempre responden negativamente a la posibilidad de cualquier cambio a las previsiones. realizadas hace varios meses, han convertido a estos Juegos en un evento demasiado burocratizado para ser deportivo.