Un trastornado mata a la esposa del diputado Trias de Bes y a una empleada de la asociaci¨®n gremial del textil de Barcelona
Una ahogada y una empleada de la asociaci¨®n gremial del sector textil resultaron muertas y otra letrada gravemente herida a consecuencia de los navajazos que les asest¨® ayer en Barcelona V¨ªctor G¨®mez Arevalillo, trastornado, al parecer, por unos problemas laborales de los que responsabiliz¨® a sus v¨ªctimas. V¨ªctor G¨®mez era subalterno y realizaba trabajos de limpieza en las oficinas del gremio, dependiente de la patronal catalana Fomento Nacional del Trabajo. Una de las fallecidas es Mar¨ªa Consol Maqueda de Anta, de 38 a?os, militante del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), abogada laboralista y esposa de Josep Mar¨ªa Trias de Bes, diputado de Minor¨ªa Catalana y secretario cuarto del Congreso, que se enter¨® del suceso cuando participaba en una sesi¨®n de la Mesa de la C¨¢mara en el Monasterio de El Paular, en Madrid. La otra v¨ªctima mortal es Mar¨ªa del Carmen Mayordomo, de 30 a?os. El homicida se entreg¨® a la polic¨ªa momentos despu¨¦s del suceso.
La oficina de la Agrupaci¨®n Local Sindical de Trabajadores a Domicilio, denominaci¨®n del gremio de confeccionistas textiles a domicilio, es un peque?o despacho situado en la puerta 95 de la cuarta planta del edificio de Fomento Nacional de Trabajo, en el n¨²mero 32 de V¨ªa Layetana, de Barcelona. Esta organizaci¨®n gremial agrupa a personas empleadas en la confecci¨®n que trabajan en sus propias casas.La oficina ya ten¨ªa colocado en su puerta el cartel de Cerrado vacaciones. El descanso estival estaba anunciado para el pr¨®ximo 1 de agosto, y ayer era el d¨ªa del cobro de la n¨®mina. Como cada jornada, en la oficina de la Agrupaci¨®n Local Sindical de Trabajadores a Domicilio se encontraban Mar¨ªa del Carmen Mayordomo Fern¨¢ndez, de 30 a?os; y V¨ªctor G¨®mez Arevalillo, soltero, vallisoletano de Simancas, 38 a?os, subalterno que realizaba labores de limpieza desde hac¨ªa varios a?os en la Agrupaci¨®n Local Sindical de Trabajadores a Domicilio desde hac¨ªa varios a?os.
Maria Consol Maqueda, asesora jur¨ªdica de la agrupaci¨®n -cargo en el que sucedi¨® a su padre-, se hallaba tambi¨¦n en la oficina acompa?ada de su ayudante Nuria Fito Font, de 49 a?os.
Hab¨ªa acudido all¨ª para discutir unos asuntos laborales con V¨ªctor G¨®mez. Al parecer, V¨ªctor G¨®mez se hab¨ªa quejado desde hace varios meses de su inestable situaci¨®n laboral a pesar del tiempo que llevaba trabajando en la agrupaci¨®n.
Escenas de la agresi¨®n
Sobre las doce del mediod¨ªa, unas voces, al parecer relacionadas con un problema de tipo laboral que afectaban directamente a V¨ªctor G¨®mez, rompieron la tranquilidad habitual del cuarto piso del edificio de Fomento.
Tres mujeres ensangrentadas que profer¨ªan fuertes gritos de dolor salieron del peque?o despacho n¨²mero 95. Una de ellas, Maria Consol Maqueda de Anta, con cuatro heridas de navaja, corri¨® hacia las escaleras, donde se desplom¨®, muerta, mientras Mar¨ªa del Carmen Mayordomo y Nuria Fito, tambi¨¦n heridas, solicitaban ayuda en la puerta del gimnasiosolario Bricall, sito en el mismo pasillo.
Un empleado del gimnasio relat¨®: "Llamaron a la puerta; los gritos me sobresaltaron; cuando abr¨ª, s¨®lo vi a las dos chicas llenas de sangre; gritaban; que dec¨ªan algo de una navaja; una de ellas cay¨® de repente y a la otra pude sujetarla", explic¨® el empleado del solario. La mujer que cay¨® al suelo era Mar¨ªa del Carmen Mayordomo, que m¨¢s tarde morir¨ªa en un quir¨®fano del Hospital Cl¨ªnico de Barcelona. Nuria Fito, ayudante de Maria Consol Maqueda, tuvo m¨¢s suerte. Los cuatro navajazos que V¨ªctor G¨®mez le hab¨ªa asestado en el pecho, brazos y espalda no terminaron con su vida.
Su estado era grave en la tarde de ayer, y evolucionaba favorablemente. La intervenci¨®n a que fue sometida durante dos horas en el Hospital del Mar, a cargo de los doctores Joan Torralba y Llu¨ªs L. Molina, le salv¨® la vida.
Escap¨®
El asesino logr¨® escapar sin que nadie le detuviera, en medio del dram¨¢tico panorama que ofrec¨ªan el pasillo y las escaleras de la cuarta planta del edificio de Fomento donde la sangre de las v¨ªctimas y sus cuerpos paralizaron la primera reacci¨®n de cuantos pudieron pre senciar los hechos.
"Le he visto muchas veces; tra bajaba all¨ª con las chicas; nunca hab¨ªa habido problemas con ¨¦l; no imaginaba que pudiera ser capaz de hacer lo que ha hecho", eran algunas de las frases pronunciadas entrecortadarnente por un empleado del gimnasio- solario Bricall.
Junto al empleado, una mujer de la limpieza utilizaba una fregona que no era suficiente para limpiar el rastro de sangre dejado por las v¨ªctimas.
Paralelamente al traslado de las mujeres al Cl¨ªnico y al Hospital del Mar, V¨ªctor G¨®mez se dirig¨ªa hacia su casa, pero a mitad de camino decidi¨® entregarse a la polic¨ªa en las dependencias de la comisar¨ªa del Norte. V¨ªctor G¨®mez explic¨® al polic¨ªa nacional de la puerta: "He matado a unas mujeres con esta navaja", mientras mostraba una arma blanca de grandes proporciones, con manchas de sangre Apenas hab¨ªa transcurrido una hora desde la primera agresi¨®n.
"No creo que tenga derechos"
El Grupo de Homicidios recibi¨® la llamada de la comisar¨ªa Norte que les avisaba de la detenci¨®n de V¨ªctor G¨®mez cuando ya se estaba preparando un operativo de rastreo. Sobre las 14 horas, una patrulla zeta traslad¨® al homicida al edificio de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelona, de donde fue conducido a las depen dencias del Grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial.
V¨ªctor G¨®mez Arevalillo, bajo de estatura, de complexi¨®n muy fuerte, sudado, con un traje gris de franela del que no pod¨ªa soportar la chaqueta, que llevaba doblada en el brazo, se mostraba aparentemente tranquilo, a pesar de que no cesaba de repetir que no entend¨ªa lo que le hab¨ªa pasado. Los polic¨ªas no le tomaron declaraci¨®n. S¨®lo le leyeron sus derechos y le indicaron que, si estaba conforme, firmara las diligencias policiales.
"No creo que tenga derechos", sentenci¨®, abrumado, antes de rubricar el primer documento.
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