La gimnasia norteamericana Mary Lou Retton gana con justicia a la rumana Ecaterina Szabo
ENVIADO ESPECIAL, Mary Lou Retton dio un nuevo motivo de alegr¨ªa nacional en Estados Unidos. Las pantallas de televisi¨®n no tuvieron m¨¢s remedio que rendirse a la evidencia. El Pauley Pavillion fue el delirio. La peque?¨ªsima y corpulenta gimnasta, alcanzada en la clasiricaci¨®n por la rumana Ecaterina Szabo tras la disputa del primer aparato en la jornada final del concurso m¨²ltiple individual, decant¨® la victoria a su favor en el cuarto y ¨²ltimo. Su gimnasia electrizante, con justas puntuaciones esta vez, mereci¨® el apretado triunfo por cinco cent¨¦simas de punto.
La cadena de televisi¨®n ABC no pudo ser criticada tampoco por el despliegue en esta ocasi¨®n. Aparte de haber convencido a Juan Antonio Samaranch, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), de que los dem¨¢s, incluido ¨¦l, no entienden el complicado engranaje cuando, en el fondo, s¨ª que se trata de un problema de nacionalismo, propaganda y negocio, la realidad es que con Mary Lou Retton ha nacido un nuevo esp¨¦cimen exportable por la gimnasia de laboratorio. Un laboratorio americano, pero dirigido, eso s¨ª, por un cerebro rumano, Bela Karoly, descubridor y primer lanzador de estrellas.El resto lo hace precisamente la televisi¨®n, a la que Samaranch s¨®lo ha censurado forzado por la comisi¨®n ejecutiva y los pa¨ªses del Este, pero a la que no atacar¨¢ demasiado en ning¨²n caso porque no en balde es su fundamental fuente de ingresos.
El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, cabe recordarlo, se lleva el 10% de los contratos hechos por los comit¨¦s organizadores con la cadena de televisi¨®n que gane la subasta para la retransmisi¨®n exclusiva de los Juegos. Y en este caso son m¨¢s de 3.000 millones de pesetas los que le tocan. Todo un pellizco. Ello, con independencia de que para los pr¨®ximos de Inviemo, en Calgary, y de Verano, en Se¨²l, ya se ha triplicado la cantidad:
Mary Lou Retton, tras el fallo de la rumana Ecaterina Szabo en uno de los aparatos de la joimada final del concurso por equipos, se presentaba para el m¨²ltiple individual con una ventaja de 15 cent¨¦simas de punto. Sin embargo, para dar la m¨¢xima emoci¨®n a la lucha entre ambas, la rumana estuvo espl¨¦ndida en la diricil barra de equilibrios y, con el primer 10 (le los cinco de la tarde-noche, alcanz¨® a la estadounidense. La emoci¨®n no pod¨ªa por menos que desbordarse ante el equilibrio de poderes suscitado.
La amenaza
Sus cuatro mortales atr¨¢s con apoyo de manos, pero perfectamente encadenados; dos m¨¢s, uno sin apoyo, y la salida con doble mortal atr¨¢s clavada, todo ello con ritmo y sin paradas, hicieron presag¨ªar lo peor, la p¨¦rdida del oro para Mary Lou Retton.
La gimnasta norteamericana, en las barras asim¨¦tricas, pese a una salida preciosa desde la alta, con mortal y tirabuz¨®n combinados, fall¨® en uno de los cambios de barra y la p¨¦rdida de ritmo le dej¨® reducida la nota a 9,85. McNamara, por su parte, volvi¨® a fallar en la barra y, en la lucha por la medalla de bronce, tampoco iba a gana la segunda rumana, Laura Cutina, quien, en la siguiente rotaci¨®n y en la misma barra, tras hacer un ejercicio muy bueno, cay¨® en la dif¨ªcil salida.
Iba a ser su compatriota Simona Pauca, mucho m¨¢s regular, con tres 9,90 y un 9,95 en la jornada, la que se llevara el bronce. En cualquier caso, la pugna por el tercer pelda?o del podio no afectaba para nada a la relativa a los dos primeros, entre Mary Lou Retton y Ecaterina Szabo.
En la segunda rotaci¨®n, las cosas se pusieron a¨²n peor para Mary Lou. Pese al only you, Mary Lou, que se oy¨® en muchos momentos, la fat¨ªdica barra pareci¨® que le iba a quitar todas las posibilidades para la confirmaci¨®n de que s¨®lo ella deb¨ªa ser la primera. Hizo tres mortales atr¨¢s, sin apoyo de manos, de tremenda dificultad, pero, en su excesivo riesgo, se desequilibr¨® en un cuarto hacia adelante, lo que le supuso s¨®lo un 9,80.
La reacci¨®n de la 'hormiga at¨®mica'
Ecaterina Szabo, en cambio, estuvo muy bien en suelo, salvo un peque?o fallo en la primera diagonal de saltos, siempre con el mortal a?adido inmediatamente al final de una de ellas. Con 9,95 se coloc¨®, pues, 15 cent¨¦simas de punto por delante de su rival en el ecuador del concurso, a falta de s¨®lo dos aparatos.
Pero el final de Mary Lou iba a ser extraordinario. Su calidad de competidora, con sus formas masculinas, como una bala de ca?¨®n, estallaron en suelo y en salto, su mejor aparato. Mientras que Ecaterina s¨®lo pudo conseguir 9,90 en salto y en las asim¨¦tricas, la hormiga at¨®mica norteamericana logr¨® obtener sendos 10.
Con el primero, en el que incluy¨® tres diagonales cion mortales planchados, estilo masculino, estirado el cuerpo, algo impresionantes, se acerc¨® a cinco cent¨¦simas de punto de la rumana. A ¨¦sta, normal en salto, con defecto en la ca¨ªda, le ocurri¨® lo mismo en las asim¨¦tricas, en las que estrope¨® con otra mala salida su maravillloso giro en la barra inferior y los dificiles y fundamentales, para la elite, cambios de barra.
En salto, Mary Lou Retton clav¨® los dos intentos con doble giro y mortal y no desaprovech¨® la ¨²ltima oportunidad.
El ¨¦xito absoluto ya era para ella, con.16 a?os de edad, 1,44 metros de estatura, 42 kilos de peso y proporciones, pues, no muy femeninas al pesar casi tanto como los cent¨ªmetros que sobrepasa del metro.
No estuvo en los pasados mundiales de Budapest por una lesi¨®n, pero ten¨ªa la esperanza puesta en Los ?ngeles. Practica la gimnasia desde los ocho a?os, la mitad de su vida. Con el t¨ªtulo se ha sentido completamente compensada de todos los sacrificios. La gloria de ser la primera gimnasta de su pa¨ªs campeona ol¨ªmpica le pertenece.
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