El triunfo de un eterno pecador

El laborista Sim¨®n Peres, designado ayer para formar Gobierno en Israel, empieza a romperse, despu¨¦s 36 a?os de carrera pol¨ªtica, con su imagen de eterno perdedor.Hombre de pelo cano, Peres es, a sus 62 a?os, una personalidad tranquila en una atm¨®sfera de alta tensi¨®n, como es la que vive la pol¨ªtica israel¨ª. Respetado como administrador o como experto en temas de defensa, todav¨ªa levanta, sin embargo, recelos entre algunos sectores del electorado.

Peres naci¨® en Polonia y a los 11 a?os emigr¨® con su familia a Palestina. Su carrera pol¨ªtica comenz¨® por casualidad cuando, haciendo autoestop los 25 a?os, Ben Gurion le acogi¨® en su coche. Unas semanas m¨¢s tarde, el fundador del Estado israel¨ª le llam¨® para ocupar un cargo en el Ministerio de Defensa, que dirigi¨® en 1971, siendo primer ministro Isaac Rabin, su tradicional rival en el seno del partido.

Desprovisto de carisma, Peres tiene desde siempre una imagen de antih¨¦roe en Israel, donde se le considera un hombre de aparato. Diputado desde 1965, fue miembro de los Gobiernos israel¨ªes que se formaron entre 1969 y 1977, fecha en la que el Likud, puso fin a 29 a?os de poder laborista ininterrumpido.

Durante su etapa como ministro de Defensa supervis¨® la operaci¨®n de salvamento de los rehenes de un avi¨®n secuestrado en Entebe (Uganda), lo que le proporciono un gran prestigio.

Este hombre de voz ronca, al que sus amigos presentan como una persona de insaciable curiosidad intelectual, puede jactarse de haber unificado su partido pacientemente, casi con obstinaci¨®n, tras la humillante derr ota laborista de 1977. As¨ª, en 1981, los laboristas consiguieron, gracias a ¨¦l, una destacada recuperaci¨®n al lograr 47 diputados en la Kneset (Parlamento), frente a los 48 alcanzados por el Likud.

No obstante, su campa?a electoral fue mejor recibida este a?o que en 1981, aunque en ning¨²n caso consigui¨® entusiasmar a las masas.

Esta imagen de hombre de acci¨®n y de decisi¨®n, secundada por la de humanista que alienta su af¨¢n de ¨¦tica y justicia social, es la que Peres se ha esforzado en destadar durante la campa?a, apoy¨¢ndose en el antiguo, presidente Isaac Navon. Ahora bien, no hay duda de que ser¨¢ cuestionado su liderazgo en el partido, sobre todo si no consigue formar Gobierno.