Ulrike Meyfarth, una medalla de oro 12 a?os despu¨¦s
Meyfarth reconoce que es una atleta profesional: "No lo negar¨ªa. Yo creo que el atletismo necesita un futuro y la posibilidad de ganar dinero con ello, con publicidad y eso, porque cada d¨ªa se necesita m¨¢s tiempo para el entrenamiento. No se puede ejercer una profesi¨®n al mismo tiempo y hay que posponer para m¨¢s adelante el ejercicio profesional". Por eso Ulrike considera justo cobrar como compensaci¨®n al sacrificio.Con su 1,88 de estatura, en la escuela era la m¨¢s alta de la clase: ?se fue uno de los motivos de dedicarme al deporte, porque era muy grande. Otras chicas corr¨ªan detr¨¢s de los chicos y yo le hac¨ªa en la pista. Yo ten¨ªa complejo en la adolescencia. Eso de no encontrar vestidos que me sirvieran no era f¨¢cil. Ahora pienso que no me sobra ning¨²n cent¨ªmetro. Ahora en la calle todav¨ªa hay gente que se asombra y dice: 'Oh, yo no pensaba que usted fuese tan alta'. A los 16 a?os quise ir a las clases de baile y mi madre estaba llena de miedo, porque no iba a encontrar un compa?ero adecuado, pero ya el primer d¨ªa encontr¨¦ a un chico m¨¢s alto que yo".
El gran temor de UIrike en las semanas previas a los Juegos eran las lesiones. Cada d¨ªa de entrena miento empezaba con la angustia sobre el estado de su tend¨®n de Aquiles: "?Ojal¨¢ que hoy no me duela!". El entrenamiento en las semanas finales se orientaba para conseguir velocidad, "fuerza y resistencia ya la consegu¨ª durante el invierno". Cada d¨ªa, Ulrike hac¨ªa el precalentamiento, "mi cuerpo necesita lograr la temperatura necesaria, luego corro 10 veces 75 metros a toda velocidad. Me gusta correr, porque el movimiento me divierte. Yo no soy un tipo explosivo, como las esprintadoras". Cuando el tend¨®n de Aquiles no duele, Ulrike es feliz, "porque un tend¨®n de Aquiles inflamado puede lanzar por la borda todas mis esperanzas". Cada semana, con tiempo de masaje, Meyfarth dedica 30 horas al salto de altura.
El control 'antidoping'
En la cocina del peque?o apartamento abuhardillado en Leverkusen, donde vive la atleta, a s¨®lo unos metros del estadio y los lugares de entrenamiento, UIrike tiene todo un arsenal de medicamentos sobre la mesa. La saltadora se muestra esc¨¦ptica ante las posibilidades del control antidoping, "se puede actuar astutamente y dejar de tomar con suficiente antelaci¨®n para estar limpio el d¨ªa del control. Se deja de actuar en algunas competiciones, para estar preparado en las que interesa. En los Juegos hay controles, pero dificilmente encontrar¨¢n a alguien".
Ulrike cree que "se sabe exactamente cu¨¢ndo hay que dejar de tomar una pastilla o poner la ¨²ltima inyecci¨®n para conseguir que el cuerpo no tenga rastro. Si se hace bien nadie lo descubre. Eso se advierte muy claramente con los lanzadores, que consiguen buenas marcas y luego bajan r¨¢pidamente despu¨¦s de una competici¨®n importante. Ya no alcanzan los mismos resultados, porque tuvieron que dejar la medicaci¨®n".
Sobre los efectos de los medicamentos, Ulrike Meyf¨¢rth no tiene una opini¨®n absolutamente negativa. Rechaza las anfetaminas, "porque no sirven para nada. El pulso salta a gran velocidad y no hay quien te controle. Pueden dar agresividad, pero s¨®lo surten efecto en el momento y se encuentran inmediatamente en los controles".
Ulrike tiene una opini¨®n diferenciada sobre los anabolizantes, "no se puede decir que sean s¨®lo malos. Hay ciertas clases de deportes que exigen un entrenamiento gigantesco y a veces es ventajoso tomar algo as¨ª, porque el cuerpo sufre un desgaste enorme. Esos medios ayudan a m-antener el cuerpo en forma, adem¨¢s, la gente quiere marcas, y si nadie tomase nada se producir¨ªa un estancamiento. La gente no tendr¨ªa motivo de alegr¨ªa. La gente necesita el deporte. Y me doy cuenta de la resonancia que tiene por las cartas que recibo. En este mundo ya est¨¢ todo descubierto, ya se lleg¨® a la Luna. El hombre intenta siempre llegar al l¨ªmite de s¨ª mismo y la gente quiere seguir eso con atenci¨®n. Esto es importante para la humanidad. El atletismo hace esto posible, porque est¨¢n en juego metros, segundos, cent¨ªmetros y se puede ver c¨®mo se supera una determinada frontera. No es lo mismo que la esgrima o el tenis de mesa".
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