'Cantaores' en La Uni¨®n

El XXIV Festival Nacional del Cante de las Minas ha llegado a su ecuador y enfilado la recta final de las grandes celebraciones flamencas.

Asistimos, primeramente, a una Gran noche flamenca en que una cantaora de aqu¨ª, Encarnaci¨®n Fern¨¢ndez, altern¨® con cuatro cantaores andaluces representativos de diversas formas de hacer y entender el cante: Miguel Vargas, Rancapinos, Carmen Linares y Jos¨¦ Merc¨¦. Fue una experiencia interesante.

Encarnaci¨®n hizo fundamentalmente los cantes de esta zona, mineros y levantinos, y los hizo con su ya acreditada solvencia. La minera y los viejos cantes mineros, la murciana y la levantina, cartagenera, taranta, tuvieron en su voz gitana el eco genuino de esta tierra. Encarnaci¨®n demostr¨®, adem¨¢s, que es una buena conocedora de los estilos propiamente andaluces, en acertadas versiones por soleares y por buler¨ªas.

Al estilo de la regi¨®n

Como contrapartida, los andaluces tuvieron todos la cortes¨ªa de hacer alg¨²n estilo de esta regi¨®n que les brindaba su hospitalidad.Y demostraron no ser ajenos al encanto de una gama cantaora ciertamente llena de belleza y musicalidad. Miguel Vargas hizo un taranto exquisito, de gran delicadeza, que matiz¨® con sensibilidad extraordinaria; Miguel redonde¨® otra de sus estupendas actuaciones a las que nos tiene acostumbrados, con su jondura y su habitual empaque de cantaor en plenitud.

No me convenci¨®, en cambio, el taranto interpretado por Rancapinos, como no me convencieron algunas de las otras cosas que hizo, entre ellas y en primer t¨¦rmino las buler¨ªas cupleteras y el Carcelero, carcelero; Rancapinos es cantaor que da una de cal y otra u otras dos de arena, y es una pena, porque tiene una hermosa voz afilada, con eco y fuerza para hacer siempre el cante por derecho.

Tarantas riqu¨ªsimas

Las tarantas de Carmen Linares marcaron el punto estelar de una actuaci¨®n llena de aciertos; tarantas riqu¨ªsimas e inspiradas -una de ellas, la gabriela- a las que dio grandeza y profundidad; Carmen se halla en su mejor momento y o¨ªrla es siempre gratificante.Jos¨¦ Merc¨¦ hizo varios estilos de Levante con desigual fortuna, aunque dejando su marca de buen cantaor; hab¨ªa mucha expectaci¨®n por o¨ªrle aqu¨ª, que en principio qued¨® defraudada porque en la primera parte no acab¨® de centrarse; despu¨¦s rectific¨® y brill¨® en el cante por siguiriyas y en los caracoles para baile. Baile que estuvo a cargo de Isabelita Bay¨®n, que me hizo pensar en una alumna aventajada de academia, con todo bien aprendido, pero sin personalidad a¨²n definida.

La noche siguiente estuvo dedicada al V Concurso de Guitarra Flamenca, que este a?o ha tenido excelente nivel. Se llev¨® el primer premio Daniel Navarro, Ni?o de Pura, con un toque espectacular y brillante que llega con facilidad al p¨²blico; el segundo premio, compartido, fue para ?scar Luis y Miguel Ochando, tocaores ambos a mi parecer con mayores merecimientos que el ganador, pues hacen un toque no tan efectista, pero de m¨¢s calidad.

En esta jornada actu¨® Juan Pe?a, Lebrijano, con la Orquesta Andalus¨ª de T¨¢nger, la bailaora Ana Parrilla y el tocaor Paco Cepero, en un espect¨¢culo del que ya nos ocupamos en EL PAIS cuando se present¨® en Madrid. Tuvieron gran ¨¦xito, con un Lebrijano en vena de inspiraci¨®n, verdadero caudal de cante, creando, buscando cosas nuevas en g¨¦neros que le hemos o¨ªdo muchas veces.