Sondeos para la eventual apertura de relaciones diplom¨¢ticas entre Espa?a y Albania
Los senadores socialistas Rafael Estrella y Antonio Ramis, acompa?ados del embajador de Espa?a en Belgrado, Juli¨¢n Ayesta, se entrevistaron recientemente en Belgrado con el embajador alban¨¦s en la capital yugoslava, Lik Siti. El motivo de la entrevista, rodeada de gran reserva y gestada en Madrid, era obtener una informaci¨®n directa y decisiva antes de iniciar el, proceso de apertura de relaciones diplom¨¢ticas entre. Espa?a y Albania. Se habl¨® de colaboraci¨®n cultural y se elogi¨® el desarrollo del comercio entre los dos pa¨ªses.
Un representante de la embajada albanesa en la capital yugoslava no desminti¨® la informaci¨®n, limit¨¢ndose a ignorar el encuentro. La parte albanesa manifest¨® que no hay impedimento alguno para el intercambio de embajadores con Madrid.El pasado mes de mayo, EL PAIS verific¨® en Tirana, capital de Albania, el gran inter¨¦s de funcionarios albaneses en abrir relaciones diplom¨¢ticas con Espa?a, pa¨ªs de porte pol¨ªtico considerable en el Mediterr¨¢neo y no vinculado por intereses directos a las rencillas que reinan en el avispero balc¨¢nico. Las relaciones albano-italianas, por ejemplo, son satisfactorias.
Estado mediterr¨¢neo de gran importancia estrat¨¦gica -por abrir, junto con Italia, el paso al mar Adri¨¢tico por Las Puertas de Otranto- Albania se sal¨ªa el a?o 1968 del Pacto de Varsovia, cerr¨¢ndole al Este su acceso directo al Mediterr¨¢neo. De ideolog¨ªa estalinista, sigue rechazando las relaciones diplom¨¢ticas que Washington y Mosc¨² le han ofrecido repetidas veces.
Entre el 1, y el 4 de junio, Miguel Angel Moratinos, entonces secretario de la embajada espa?ola en Belgrado, fue el primer funcionario del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores que visit¨® dicho pa¨ªs en 40 a?os, "una visita estrictamente tur¨ªstica, durante la que los al6aneses han tenido deferencias especiales conmigo", declar¨® en Belgrado.
La apertura de relaciones diplom¨¢ticas con Madrid fue posible para Tirana desde la expulsi¨®n de Espa?a del pretendiente al trono alban¨¦s, Leka Zogu, exiliado en Espa?a desde tiempos de Franco con visado diplom¨¢tico y enemigo jurado del r¨¦gimen alban¨¦s. Tal era la tirantez durante el antiguo r¨¦gimen espa?ol, que los embajadores albaneses ten¨ªan prohibido saludar a los representantes oficiales espa?oles en las recepciones en Yugoslavia. Fue el embajador Fernando Olivi¨¦ el que inici¨® los primeros contactos con el entonces embajador de Tirana en Belgrado, S¨®crates Plaka, actual viceministro de Exteriores.
Aparte del desinter¨¦s de los sucesivos Gobiernos espa?oles en profundizar en un tema menor -como se antojaban las relaciones con un pa¨ªs de menos de tres millones de habitantes, una superficie tres veces inferior a la de Portugal y una renta per c¨¢pita (secreto de Estado) no muy superior a los 1.000 d¨®lares anuales- exist¨ªan otras sombras. Albania hab¨ªa sido sospechosa de haber ayudado a los GRAPO, mientras que la emisora Radio Tirana segu¨ªa calificando al r¨¦gimen espa?ol de monarco-fascista. Adem¨¢s, en Madrid ve¨ªan excesivo engorro en despertar el tema de las relaciones con Albania, porque ello dar¨ªa pie a los partidarios de abrirlas con Israel a replantear la cuesti¨®n.
Pronto llegaron de Albania garant¨ªas de que el estalinismo alban¨¦s no ten¨ªa nacta que ver con el brazo armado del, leninismo espa?ol, al tiempo que Radio Tirana empezaba a referirse neutralmente al "r¨¦gimen mon¨¢rquico de Juan Carlos".
Alemania Occidental y el Reino Unido son los otros dos pa¨ªses de la Europa Occidental con los que Albania no tiene todav¨ªa trato diplom¨¢tico. Es inminente el intercambio de embajadores con Bonn, a pesar del contencioso por las reparaciones de guerra que los albaneses le exigen a la RFA.
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