Preguntas sin respuesta

El 21 de agosto de 1983, hace justamente un a?o, la vida y la carrera de una de las m¨¢s pintorescas, carism¨¢ticas y pol¨¦micas personalidades de la historia contempor¨¢nea de la vida filipina terminaba de un solo balazo en la nuca. Cuando se cumple el primer aniversario de aquel disparo mortal, el asesinato del l¨ªder opositor Benigno Aquino, en el aeropuerto de Manila, a su llegada del exilio, contin¨²a sin aclararse. El Gobierno estableci¨® casi todos los hechos del asesinato, excepto uno: qui¨¦n fue el que realmente apret¨® el gatillo del arma asesina que termin¨® con la vida del ex senador. Una comisi¨®n especial, que preside Coraz¨®n Agrava (juez retirada), compuesta por cua tro destacados l¨ªderes independientes, sigue tratando de establecer la respuesta a ese interrogante.

Benigno Aquino, conocido con el apodo de Ninoy, fue asesinado mientras permanec¨ªa bajo custodia militar en las pistas del aeropuerto de Manila, a los pocos segundos de abandonar el avi¨®n que le condujo desde Taiwan en la ¨²ltima etapa de su regreso a Filipinas, despu¨¦s decasi tres a?os de exilio voluntario en EE UU.

A los pocos segundos y en el mismo escenario, cay¨® abatido por las r¨¢fagas disparadas por los escoltas encargados de su seguridad el presunto autor de los disparos, Rolando Galman, notorio asesino a sueldo, seg¨²n la informaci¨®n militar, y posteriormelite vinculado con el movimiento de insurgentes comunistas, seg¨²n fuentes oficiales.

Para el presidente filip¨ªno, Ferdinand E. Marcos, de 66 a?os, el asesinato respondi¨® a una maniobra comunista, respaldando de esta forma la versi¨®n militar del asesinato, que alud¨ªa a un plan de desestabilizaci¨®n contra el Gobierno.

Pero la gran mayor¨ªa de los ciudadanos filipinos sigue sin creer la versi¨®n gubernamental y la tan repetida pregunta de c¨®mo el asesino fue capaz de penetrar a trav¨¦s de la tupida red de seguridad, en la que interven¨ªan 1.200 efectivos militares, contin¨²a sin respuesta.

El actual equipo investigador, nombrado por Marcos el pasado mes de octubre, sustituy¨® a tina primera comisi¨®n nombrada a los pocos d¨ªas del asesinato, formada en su mayor¨ªa por magistrados retirados del Tribunal Supremo, que se vio obligada a dimitir debido a la desconfianza popular.

Uno de los m¨¢s importanes documentos que hasta ahora la comisi¨®n especial pudo recabar despu¨¦s de m¨¢s de 60 horas de audiencias p¨²blicas en FIlipinas, Jap¨®n y Estados Unidos fue la compilaci¨®n de 150 fotograflas tomadas por 13 reporteros gr¨¢ficos despu¨¦s de que se oyeran los cinco primeros disparos.

Sin embargo, el equipo investigador fue incapaz de conseguir una foto que reflejase el momento en que ocurr¨ªa el asesinato o de los primeros cinco disparos que acabaron con la vida de Rolando Galman.

Las fuerzas de seguridad impidieron la visi¨®n a decenas de periodistas y reporteros gr¨¢ficos que cubr¨ªan la llegada de Aquino, durante los segundos cruciales.

La reacci¨®n p¨²blica, en las audiencias, indica que cualquier decisi¨®n que no exonere a Galman y se?ale a uno de los soldados como responsable, no ser¨¢ satisfactoria para la mayor¨ªa de los que siguieron el caso de cerca.

Y, con su sentido de la broma, los filipinos suelen decir que, de 50 millones, s¨®lo cinco -los integrantes del equipo investigador- no saben qui¨¦n es el asesino.